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“Petro-corporatodelincuenciocracia” Realidad, no neologismo. Columna del Abogado Nelson Hurtado Obando. Twitter: @abogadohurtado

6/11/2022

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ALERTA. ALERTA  Se tienen noticias de que el PETRISMO en la tarde del domingo tiene preparadas TOMAS y BLOQUEOS de las calles.
Salir a VOTAR MASIVAMENTE en la MAÑANA por RODOLFO, primera casilla en el tarjetón. 
 
Alguien tenía que decirlo o intentar decirlo de otra manera. 
El asunto no es Uribe, ni es de Uribe, ni es de Uribismo, ni es de centros democráticos, ni de santismo. El asunto es Colombia en democracia o “Nos unimos todos o nos jodemos todos”.
 
Empiezo a recordar. Hace algunos años en el primer período presidencial de Juan Manuel Santos, en la prensa empezaron a conocerse las noticias sobre las “primeras fisuras” en las relaciones entre el presidente Santos y el expresidente Uribe Vélez y con modestia cuando avanzaron a situaciones algo más complejas atinamos a señalar que talvez ya no se trataba de fisuras, sino de brechas  a través de las cuales y sobre alfombra roja harían su ingreso triunfal no solo la delincuencia de las farc, sino toda la criminalidad junta a la cúpula del Estado.
 
Jamás nos pronunciamos respecto a sí desde el primer período presidencial de Santos y hasta el final de su segundo mandato y hasta ahora, el señor Uribe Vélez había sido “víctima de su traición y subsiguiente su perseguido político y penal” por la razón de solo tener mera noticia [nunca conocimiento] a través de todos los medios de comunicación sobre las gruesas imputaciones que aún se le hacen respondiendo a la coherencia que debemos a principios universales de la dignidad humana, la presunción de inocencia, el debido proceso, el derecho de defensa, la buena fe, etc.
 
Solo hace unos meses escribimos que en el país se sentía “la saturación de Uribe” y le pedimos al expresidente que frente a Fico mantuviera prudente distancia y sepulcral silencio, lo que ha hecho hasta el momento cerrando la puerta a la crítica que contra Fico trató de levantarse por la adhesión inmediata del señor Zuluaga.
 
Fico, lo dijimos, mostró en la primera vuelta la gran capacidad de concitar en torno suyo el beneplácito y la voluntad de más de cinco (5) millones de colombianos manifestando la decisión de elegirlo presidente de la República.
 
Entre los cinco (5) millones de ciudadanos que sufragamos por Fico, muy probablemente sumamos un millón, dos millones o más de ciudadanos que no pertenecemos, ni a los “ismos”, ni a los “istas” de Uribe, ni de Santos y eso debe quedar claro.
 
En la otra orilla, quedaba un ciudadano candidato que las encuestas contra la democracia y los medios contra-democráticos: prensa escrita, radio, TV. redes sociales y sus “borregas y borregueros” y la “constitución que marcha destruyendo e incendiando en las calles”, no le auguraban más que el papel actual de un remozado “candidato Goyeneche o el de un Evaristo Sourdis o el de un Gerardo Molina”. 
 
Sin embargo, este ciudadano candidato Rodolfo Hernández y  once (11) millones de colombianos con él, hemos sido convertidoa hoy, en la primera opción de un país que encuentra en la  amenaza de muerte y en la muerte o en el exilio la implementación y desarrollo de esa “constitución que marcha destruyendo e incendiando en las calles” y que a voces del “purismo constitucionalista” continental ha sido aplazado durante tres décadas en Colombia, avizorando extender el “tapete rojo” en su tramo final hasta el solio de Bolívar en la Casa de Nariño, con el presidente número 61, que sea como sea, en una suerte de pervertido determinismo contra la humanidad y contra el resto de conciudadanos anuncian imponer, ganen o pierdan, a las buenas o a las malas con el señor Gustavo Petro.
 
Desgracia para Colombia son los principios constitucionales de dignidad humana y buena fe presumida, letra muerta, “vasos medio llenos y vasos medio vacíos”, que el “olimpo jurídico nacional”, ni en sus textos, ni en “sus espíritus”, ni en sus discursos pro-petristas se atreve a recoger en su verdadera realidad social que no es otra que la de la MALA FE y ni siquiera presumida, una “mala fe de enemigo” desdoblada en: eximente de toda culpa y dolo para el victimario y en juicio de atribución de responsabilidad para la víctima solo entendible bajo la doble faz del que “predica pero no practica”. 
 
Y aunque a algunos no les gusten mucho los neologismos, si algo queda claro para Colombia, doce (12) días antes de la elección presidencial, es que del escenario político democrático y del Estado Social de derecho democrático y participativo se apoderó la élite de la “corporatodelincueciocracia” nacional.
 
“Petro-spectivamente”, J. J. Rendón en su momento fue y se quedó como una “güeva”.
 
Cada vez más, el diario acontecer nacional me reafirma para sostener que: un cínico no es más que un pobre hombre prófugo de su conciencia.
 
Que Roy Barreras anuncie que “me aíslo de la campaña de Petro” luego de invocar las normas de “su constitución nacional” de las que pretende el amparo ante la grave “violación de su intimidad” presuntamente por la Revista Semana, como si se tratara de un “roypetrogate”, es acto propio confirmatorio de su cinismo como el “roy de las tinieblas”.
 
Entre el “aislamiento que ofrece de manera tan generosa y democrática” y la oscura clandestinidad en que actúa como dan cuenta los “petrovideos”, no hay ninguna diferencia cuantitativa, ni cualitativa.
 
Al contrario y por lo sustancial, la o las reuniones de las que dan cuenta los “petrovideos”  son absolutamente clandestinas y no puede diluirse su significación bajo las etiquetas de “derecho de estrategia, táctica, planeación de campaña, confidencialidad, intimidad, privacidad, inteligencia” por la simple consideración que en razón a la democracia, el bien común, la salud de la patria y desde el entendimiento y la cooperación entre los colombianos, es perverso pretender obtener el poder destruyendo y aniquilando al contradictor moral y hasta físicamente,  lo que no se ha quedado en la retórica de los Gustavos sino que ha pasado de acciones potenciales a actos concretos como es saber que sobre el candidato Rodolfo Hernández se ciernen planes criminales para atentar contra su vida.
 
Y un plan criminal de tal envergadura solo ha podido iniciar con “la palabra en clandestinidad” y desde ella empezó a tomar forma con definido perfil respecto de la alta carga de perfidia y de capacidad para maquinar daño “a los otros” contendores o contradictores políticos legítimos, convertidos en “sus enemigos” y de la enorme capacidad para poner, como ha puesto en inminente peligro a todos los conciudadanos colombianos, a la Nación, al pueblo soberano, a la República, a la democracia y al Estado Social de derecho democrático y participativo, al derecho a elegir y ser elegido y suprimiendo y no de modo indirecto, sino por vías de hecho, la autonomía de 50 millones de colombianos y no solo al candidato.
 
Cuando las políticas globales giraron del concepto de la “seguridad nacional” al concepto de Seguridad Humana, abarcaron los temas de: seguridad política, seguridad jurídica y seguridad personal entre otros y estableciendo como nuevo paradigma que: “no podrá existir un pueblo o un país seguro, mientras uno solo de sus ciudadanos no esté seguro”.
 
Y si bien sostenemos que en Colombia hay “saturación de Uribe”, que no compartimos que sea el único que puede orientar los destinos del país eternamente y que consideremos que sus “tesis” de “confianza inversionista, seguridad democrática y cohesión social” han sido ampliamente superadas en su enfoque global y que el país no se quedó en ellas ni con Santos, ni con Duque, no por sus propios designios sino por fuerza de la inserción del país en el esquema de mercado y economía globalizada, del mismo modo ello no quiere decir que formemos parte del “antiuribe” ni como expresidente y mucho menos como conciudadano con la dignidad de expresidente de la República con sus aciertos y errores y absolutamente mucho menos como persona humana.
 
No es uno, ni dos, sino 50 millones de colombianos ahora amenazados; amenazados todos en la amenaza al señor Rodolfo y al señor Uribe; amenaza que en los términos  de “destrucción”, es aniquilamiento que ni siquiera como fin  de la presencia ideológica o de doctrina es concebible y menos aceptable en una democracia sana y madura y mucho menos cuando la amenaza o el designio político-electoral es inescindible entre líderes y conciudadanos adeptos y de manera especial por la condición en que sus efectos siendo previsibles en cualquier circunstancia son incontrolables, existiendo ya incuestionables contextos de violencia moral y no pocos indicios de hasta conducción a violencia física alentados desde el petrismo o “pacto histórico” como son actos anunciados de escamoteo para el día de las elecciones a través “campamentos urbanos y pueblo a las calles”.
 
Cinismo desbordado el que se palpa en los petrovideos pues no hay sino un solo objetivo que puede resumirse como designio en “ahora o nunca a las buenas o a las malas Petro presidente” y siendo trascendental repensar la radiografía que la propia cónyuge, la señora Alcocer, hace de su cónyuge Petro.
 
Cinismo del petrismo desde sus predicados y juicios de considerar como extraña simbiosis el afecto y la credibilidad que muchos colombianos tienen por y en el señor Uribe y hasta el punto de juzgar y con condena a todo conciudadano que aspire a corporaciones de elección popular o a ser presidente de la República bajo la etiqueta de “Uribe en cuerpo ajeno” como si 11 millones de ciudadanos que votamos por Fico y por Rodolfo, fuéramos todos con ellos, ciudadanos siameses del doctor Uribe.
 
A diferencia y contados en dos (2) oportunidades, el petrismo o pacto histórico sí tiene 8 millones de “ciudadanos siameses”, homogeneizados más desde la “promesa de barrigas llenas”, “democratizar la propiedad, bono, subsidio y ficho y cola” que desde el cerebro o desde el corazón, la democracia y el humanismo. 
 
Cinismo el de hasta tres Gustavos, un Roy y otros afirmando que de ser elegido presidente terminará su mandato en 4 años.
Petro ha anunciado un “firmar un nuevo pacto social” que no es otra cosa que un “nuevo pacto político” que no es nada más y nada menos que convocar una asamblea nacional constituyente que expida una “nueva constitución” del tamaño del bolsillo de Petro, como exactamente lo hizo igual Chávez, como se hace en Chile ahora mismo y como se plantea en Perú.
 
Nada más y nada menos, Petro anuncia: constituyente, nueva constitución y reelección indefinida o de otro modo su propia dictadura con “elecciones periódicas” como en Venezuela, con voto electrónico y un consejo nacional electoral que no puede sino “contar siempre sus mayorías”.
 
Pero, por más que lo niegue o lo afirme ese es el modus operandi de las dictaduras de izquierda en Latinoamérica y para que no quede duda, es la propia senadora petrista Clara López Obregón, parienta de López Michelsen la que afirma: “Uno puede prometer algo para llegar a la presidencia y después de obtenerla decir que cambió de opinión”. Y algún otro Gustavo que en nombre de la democracia que hoy se esfuerza en aniquilar ocupó alguna magistratura en Alta Corte de Colombia, con el mismo cinismo que hay en el “adn de los petristas” ha dicho: “En la recta final Hernández abandona el país, deja a sus electores sin candidato. Anticipo de un amanecer de un nuevo amanecer” y uno se pregunta: si así miente ya en disfrute de su pensionatura a cargo del bolsillo de todos los colombianos, cuánto no mentiría antes de ella, en las aulas de clase de alguna universidad y en la magistratura, en nombre de su “íntima convicción partidista”. ¡Qué horror, qué cinismo, qué desvergüenza!
 
Y es que es cínico, este “otro Gustavo” pues el candidato Rodolfo no ha abandonado el país, ni ha dejado a sus electores sin su candidatura. Y además en su cinismo y como “jurista” no abrió la jeta para siquiera rechazar protocolariamente el matoneo, la destrucción y el aniquilamiento moral que se ha hecho al candidato Rodolfo porque a su hija secuestrada y desaparecida hace doce (12) años, como debe ser y es, aún le aparece vigente en la Registraduría Nacional del Estado Civil su cédula de ciudadanía y porque además como deber ser y es, aún aparece como titular del derecho real de dominio de algunos bienes. 
 
Hipócritas, cínicos. Puedo dar a conocer a la luz pública un acto de desaparecimiento ocurrido en el año 1996 y cuyo proceso de declaración de muerte presunta apenas sí se inició en el año 2004 y concluyó con sentencia ejecutoriada en el año 2009. Pero, no. Era más fácil armar pedo contra la integridad moral del candidato Rodolfo que actuar como abogados explicando a la ciudadanía lo que implica un desaparecimiento de una persona en Colombia.
 
Silencio. El “olimpo jurídico nacional”, ni en sus textos, ni en “sus espíritus”, ni en sus discursos pro-petristas recoge como verdadera realidad social la MALA FE y ni siquiera presumida; una “mala fe de enemigo”desdoblada en: eximente de toda culpa y dolo para el victimario y en juicio de atribución de responsabilidad para la víctima.
 
Cínicos: pobres hombres prófugos de sus conciencias pero absortos en la autocontemplación de sus “superioridades morales” pergeñadas para dañar a sus prójimos, a sus conciudadanos a quienes sin duda y por fuerza de la tozuda perversidad que les habita no dudan en arrastrar a la indignidad, a la miseria que ha significado y significa el actual “progresismo” en que se ha disfrazado el socialismo y comunismo, en el híbrido que se recoge en neologismo como la nueva “élite de la Petro-corporatodelincuenciocracia” Latinoamericana. 
 
Vuelvo y repito de la columna anterior que sea el miedo el que nos llene de valentía y coraje, pues que al fin y al cabo es nuestro único mecanismo natural para enfrentar la adversidad y el peligro. Ni un voto en blanco y no ECHAR TARJETONES SIN MARCAR en la URNA. 
 
ALERTA. ALERTA  Se tienen noticias de que el PETRISMO en la tarde del domingo tiene preparadas TOMAS y BLOQUEOS de las calles.
Salir a VOTAR MASIVAMENTE en la MAÑANA por RODOLFO, primera casilla en el tarjetón.
 

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Colombia, “es un buen tipo mi viejo…” Columna del Abogado Nelson Hurtado Obando. Twitter: @abogadohurtado

6/4/2022

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Sacudió al país “normalizado”; sacudió a ese país que contesta el celular propio cuando el que timbra es el celular ajeno.
 
“Que anda solo y esperando/Tiene la tristeza larga/De tanto venir andando/…Viejo, mi querido viejo/Ahora ya caminas lento/Como perdonando el viento/Él tiene los ojos buenos/Y una figura pesada/La edad se le vino encima/Sin carnaval ni comparsa/Yo tengo los años nuevos/Mi padre los años viejos/El dolor lo lleva dentro/Y tiene historia sin tiempo…”
Aparecen ahora en el horizonte de la patria, los nuevos poemarios de verso libre entre loas y diatribas a la Constitución de 1991 que narran que: <<treinta y un años después “no termina de implantarse” en términos de derechos y garantías, libertad, justicia, justicia social, paz,  “seguridad policial”, seguridad ambiental, alimentaria, personal y político-jurídica, social y económica >> y que ahora <<sí se va a hacer “el cambio” y se requiere de otra reforma tributaria para recaudar 50 billones de pesos>> porque los colombianos tienen derecho a “vivir sabroso”.
 
El “cambio”, en las manos de los que en estos 30 años atrás no vieron en “los artículos e incisos constitucionales”, niños desnutridos, sin lactancia, sin “guarderías o parqueaderos”, sin escuela, sin alimentos, sin vivienda, ni jóvenes sin universidad, ni profesionales subsistiendo en “empleos chatarra”, ni las “empresarias de web cam”, ni a las mujeres: todas mayúsculas ministras de hacienda en las cocinas de sus hogares haciendo el milagro diario, no de dividir, sino el de multiplicar un pan…
 
“Es un buen tipo mi viejo, que anda solo y esperando, que tiene la tristeza larga de tanto venir andando…”  que acumula ya 665.280 horas de vuelo sin cambio de aceite, ni chupas “miadas” y al decir de muchos, “cometa sin cola y sin plan de vuelo” pero elevándose en contra de los vientos. “La edad se le vino encima/Sin carnaval ni comparsa”.
 
““Es un buen tipo mi viejo, que anda solo y esperando…/Ahora ya caminas lento/” y le critican porque no alcanza a llegar a los “debates” y “no tiene programa de gobierno” y todos subieron el rating por los “debates” y otros marcaron en punta en las encuestas y él, el “Viejo, mi querido viejo…” desapercibido pasó, sin que nadie sospechara que ¡él era el debate mismo!
 
Cruel, porque sin ir a “debates”, y negarse a hablar de fracking por fuera del contexto científico y ambiental los dejó “Petro-lizados”, como a gaviota blanca en derrame de petróleo de gran buque carguero en alta mar.
 
Y del “Viejo, mi querido viejo…” decían al contrario que “no tenía historia pero que sí tenía todo el tiempo”.
 
El de la parola… “gracioso, cómico, machista, misógino…”, el “Viejo, mi querido viejo…”, el que no necesitó estampar su rostro en unas tangas de “Sale off” de 6 X $1000, sobre la piel color ébano de una MUJER colombiana como promesa de que su gobierno sería para “vivir y pasar sabroso…”, pieza electoral púbico-impúdica de la mujer instrumento, cosa u objeto de deseo, mientras la tierna hija del publicitado participaba de la magia mercaderista de una “Carta a papá”. ¡El progresismo, la inclusión, la “justicia de género” reivindicante, restauradora, liberadora, libertaria, emancipadora, igualitaria, decolonizadora y bla, bla, bla!
 
“Viejo, mi querido viejo…” el que, “Al-cocer” su ideario de las “cosas sutiles, ingrávidas y gentiles” no deja a la mujer en casa y saca de su “castillo” a una Marelen mayúscula…talvez como designio divino de llegar a ser la primera mujer presidenta de Colombia; cruel pensarlo y decirlo pero es la vida misma inexpugnable incertidumbre.
 
“…un buen tipo mi viejo…que tiene la tristeza larga de tanto venir andando…”, un tipo “de´sos picalenguas”, “perro viejo que ladra senta´o”, sin diseños de imagen, ni de sonrisa, de poco pelo y despeinado, “…un buen tipo mi viejo…”
 
“…un buen tipo mi viejo…”, que como ingeniero civil ya se lo quisiera una universidad como <<maestro de teoría del Estado y derecho constitucional -sin pretenderlo como pragmatismo- del diario vivir de la inmensa mayoría de colombianos, sin el “mínimo vital”, con salario mínimo y con salarios profesionales inframínimos, sin escoltas, sin carros blindados y esperando el metro de Buenaventura a Santa Marta>>.
 
“Es un buen tipo mi viejo…El dolor lo lleva dentro/Y tiene historia sin tiempo…”, a diferencia de un Petro y de otros que con un tiempo de 30 años en el Congreso y sin historia distinta a azar, zozobra, odio, rencor, resentimiento, incendio, han sido como “promesa de felicidad” que consistiera en pasarnos a todos los colombianos con nuestras tristezas, por el fuego y por segunda vez.
 
¿Promesa de qué o amenaza? ¿Qué mensaje ha enviado a los colombianos el señor Petro en RCN TV., en este video (VER: https://bit.ly/3apkcZS)? ¿Qué es eso de que Petro quiera retornar a su juventud, cuando afirma: “…más o menos hacer lo mismo que hacía hace unos 20 o 30 años…ya vemos, ya lo verás…es como retornar a mi juventud…”? Con razón también ha afirmado don Petro y su vicepresidenta que: “cuatro (4) años es muy poco, que cuatro (4) años no nos alcanza” para “vivir sabroso” y que construirá un “pacto nacional” [constituyente] que “alargue-indefinidamente” el período presidencial porque: <<Oh bendita democracia, por “elecciones libres y periódicas y reelección continua”, hasta la victoria, por la dictadura del pobre-tarado”>>.
 
Personalmente y como miles de colombianos más, no sumamos como “uribistas” en los 5 millones de votos que obtuvo el candidato Federico, ni sumamos en los otros 5 millones de votos que obtuvo el candidato Rodolfo. No. En esos 10 millones de votos sumamos la mayoría de los colombianos que dijimos: ¡que viva el miedo! como mecanismo y soporte dado al hombre por la naturaleza para enfrentar las adversidades de la existencia, porque no queremos el retorno al mismo o peor “tiempo pasado” que nos ofrece y reitera Petro, en“…más o menos hacer lo mismo que hacía hace unos 20 o 30 años…ya vemos, ya lo verás…es como retornar a mi juventud…”
 
“Es un buen tipo mi viejo…/ La edad se le vino encima/Sin carnaval ni comparsa/…” y a juicio de “los expertos de la clínica electorera” acusado de “demencia senil”, “sin el carnaval ni la comparsa del programa de gobierno” y ante lo cual “la sabiduría, la indecencia y la ingratitud de otros” no se rinde, ni siquiera como ofrenda en el altar del destino común de los colombianos para admitir y reconocer que esa “demencia senil” es la que nos ha devuelto a las puertas de la normalidad como colombianos y como especie frente al referente que padecen los países de nuestro vecindario. ¡Falta grandeza! 
 
Es como decía mi abuelo: “El tahúr cuando no gana, arrebata”. Manos que “juntándose para dar y recibir”, se muerden. Recordemos de Simón Bolívar: “Colombianos, el no habernos compuesto con Santander nos ha perdido a todos”.
 
Y meto la cuña, don Rodolfo y no se vaya a equivocar, en Medellín somos ¡muchas más almas, don Rodolfo! Muchas más que 270 mil.
 
“Es un buen tipo mi viejo…/Sin carnaval ni comparsa/…”, ligero de equipaje: ¡voló en sus palabras! 
 
“Es un buen tipo mi viejo…/Sin carnaval ni comparsa/…”, sin las añoranzas, ni las romanzas actualizadas de los “giros constitucionales” tan propios en el momento, de quienes debiendo haberles dado vida se apostan ahora como vigías de un “cambio” cuya promesa de regreso es de “…más o menos hacer lo mismo que hacía hace unos 20 o 30 años…”, que no es solo un “salto al vacío…
 
 “Es un buen tipo mi viejo…/Sin carnaval ni comparsa/…”, ligero de equipaje ¡voló en sus palabras! en su “demencia senil y sin programa” y nos sacude del prolongado y repetido ciclo cuatrienal de la “democracia del miedo, la angustia, la aflicción”. 
 
La libertad, el hombre solo alcanza cuando sus sueños vuelan más altos que sus pensamientos. Volver atrás, “…20 o 30 años…”, no es un sueño, sino una horrible pesadilla, de la que aún no acabamos de despertar.
 
¡Voló en sus palabras! Que muchos llaman “desconstitucionalizadas, injurídicas, autoritarias, antigarantistas, “contraprimeralínea” quintacolumnista; reaccionario, retardatario. irreverente, coloquial, “sin el dulce de la azúcar refinada” de la diplomacia, vacías de estadísticas, cifras y datos, de economía, mal educadas…”. 
Un buen gobierno se hace con bondad y con un equipo humano de altas virtudes, al que no aplaste “el peso”, ni la masa de cartón en toneladas. Un gobierno que le baje el volumen a la tecnocracia, a los espurios consensos, a la transacción-negocio, al imperio del todo vale (precio). 
 
¡Voló en sus palabras! Y le critican y se le enojan porque “no da respuestas”. Tal vez para muchísimos “consumidores inmóviles de respuestas”, es lógica, coherente, plausible y noble la respuesta de Petro de querer regresar: “…más o menos hacer lo mismo que hacía hace unos 20 o 30 años…ya vemos, ya lo verás…es como retornar a mi juventud…”; para otros tantos no es una respuesta, sino un océano de preguntas: ¿Qué hacía Petro en su juventud, 20 o 30 años atrás? ¿Cómo y porqué quiere regresar a su juventud? ¿De qué hecho depende ese regreso que anuncia? ¿Es anuncio, advertencia o amenaza la que hace “el estadista” Petro? Obvio que en aquella orilla solo pueden ver que: “el viejito no da respuestas, ni es sembrador de preguntas”.
 
“Es un buen tipo mi viejo…”, nadie sabe ni podrá saber, cómo, ni cuándo en “el viejito Rodolfo” se encarnó la pregunta fundamental de tantísimos colombianos, frente al horizonte de un futuro altamente incierto y mucho menos llegaremos a saber cómo “el viejito Rodolfo” encarnó la respuesta, no como el mejor, tampoco como “el menos malo”, sino como la opción plausible y democrática en el actual contexto colombiano,  no exento de no-necesidad, de no-temor o por lo menos escenario de libertad y autonomía personales y sociales amenazadas. 
 
En este “aquí y ahora” no se trata de nadie, se trata de todos los colombianos. Tenemos alrededor “todos los signos de los tiempos” aciagos. 
 
Una cosa es un vuelo o salto en caída libre y otro bien azaroso es un vuelo o salto al vacío.
 
¿Político o antipolítico? Humanamente imposible. Simplemente, es. Y allí reside su sentido y valor en esta coyuntura de quiebre: no ser todo lo que es un político de las tres (3) últimas décadas en Colombia, mesiánico, redentorista: “articularemos, apropiaremos, garantizaremos, solucionaremos definitivamente, derrotaremos y reduciremos a “cifras tolerables” la pobreza, la inequidad, la exclusión, derrotaremos la delincuencia y la criminalidad, lucharemos frontalmente contra la corrupción, detendremos el cambio climático y reduciremos el calentamiento global, sustituiremos la exploración y extracción de petróleo por el cultivo extenso e intensivo de aguacate Hass con preservación de suelos y aguas…y de la mano de la Constitución…educación para…¿?, médico en casa…”. ¡Administradores de la riqueza!
 
“El viejito” se postuló ser todo lo contrario a lo que han sido los políticos de las tres (3) últimas décadas en Colombia, sin mesianismo, ni redentorismo y por eso:  “ no responde o responde no sé o vamos a ver, vamos a estudiar, vamos a hacer un buen equipo de gobierno, vamos a escuchar, vamos a la ciencia, no vamos a “poner el dinero del Estado en cuentas de ahorro” sino que vamos a suprimir gasto público de derroche, innecesario, frívolo, pagaremos las deudas de los estudiantes con el ICETEX…”. 
 
Quizás es la proposición de la gerencia de la pobreza en un país rico en recursos finitos, la proposición de lo sustentable y sostenible del movimiento total y constante del país, sin sobresaltos, sin saltos al vacío, sin desarraigos, sin desapropiaciones ni repartos “justicialistas”, sin supresión de las libertades, ni de las iniciativas privadas y en perspectiva, un intento de hacer de la “meritocracia” punto de equilibrio, antes que privilegio, que la ha convertido en exacerbado factor de corrupción. 
 
“Es un buen tipo mi viejo…”, que songo sorongo songo, con la fuerza telúrica de la “Mesa de los Santos”, sacudió al país “normalizado”, sacudió a ese país que contesta el celular propio cuando el que timbra es el celular ajeno.
 
¡Contestemos! Está timbrando el celular propio de cada uno de los colombianos…nos están llamando por Colombia Rodolfo y Marelen y los seres humanos demócratas de los países vecinos! Devolvamos su llamada marcando el 29 de Junio, así: [ X-Rodolfo-Marelen - primeros en el tarjetón ]. En la urna: NI VOTO en BLANCO, NI TARJETONES SIN MARCAR.
 
Perdonen por interrumpirles "el disfrute del sonido global envolvente y la magia de la TV". 
 
Conciudadanos, con todo lo dicho, lo que se dice y lo que se dirá, opto, desde el ejercicio de mi derecho a estar equivocado, antes que desde la “virtud de la sapiencia suma” a concluir: "Por mi parte no sé nada con certeza, pero la mirada hacia las estrellas me hace soñar". 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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“Maleficracia”. Columna del Abogado Nelson Hurtado Obando. Twitter: @abogadohurtado

5/22/2022

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VOTO BENÉFICO. Hemos escuchado desde los abuelos que: “el bien no es querido sino hasta que es perdido”.
 
Por muy plausible e ideal que sea la democracia, es frágil y la civilización humana así la ha padecido y no obstante el devenir de la historia del hombre y de la sociedad humana dan testimonio que sus grandes logros han sido conquistas bajo su amparo.
 
Crisis democráticas se han padecido con inusitada frecuencia y severidad en Latinoamérica y paulatinamente se han restablecido a pesar de la intervención militar como en la transición chilena entre Allende-Pinochet-Aylwin.
 
Se ha dicho que Latinoamérica ha sido tierra fértil para los caudillismos y las dictaduras, sin que entre unos y otras se halle diferencia práctica en términos de libertad, democracia y progreso humano y con la clara materialidad de las dictaduras y más allá de ellas que no son solo de origen militar.
 
Parafraseando a Madame Roland que antes de perder su cabeza en la guillotina, en 1793 exclamó para el mundo y su posteridad: “¡Oh, Libertad!, ¡cuántos crímenes se cometen en tu nombre!”  también hoy y con plena vigencia podríamos gritar: “¡Oh, democracia cuántos crímenes se cometen en tu nombre y contra tu nombre”!
 
Y entre el año 1793 y el actual 2022, no creo que exista registro ninguno que dé cuenta de que la humanidad o tan siquiera una nación o un pueblo se hayan alzado pidiendo la abolición de la libertad a pesar de tantos crímenes o de tantos actos de heroísmo y de humanidad que en nombre de ella se han cometido o se han celebrado y de la tanta gloria que muchos hombres le han dado.
 
Pero, como decía mi abuelo: “mijo, somos como los marranos, con la trompa entre la aguamasa y chillando”.
 
Por la libertad nos jugamos hasta la vida misma y en la trastienda y como truhanes nos las jugamos a los dados, “…marranos, con la trompa entre la aguamasa y chillando”.
 
Sin vida no hay libertad y sin libertad no hay democracia y sin democracia no hay vida, ni vida digna; habrá una existencia igualitaria a las demás especies animales no racionales ejerciendo funciones primarias, un ir y venir azaroso.
 
Y nos jugamos la vida por la libertad y esa misma vida y libertad nos la jugamos a perderlas y también en nombre de la vida y de la libertad y contra ellas ¡cuántos crímenes cometemos! Levedad y liviandad que arrasa toda grandeza humana.
 
Decía igual mi abuelo, que: “la mejor manera de aprender a distinguir el bien del mal y para toda la vida, era permitir la experiencia controlada que el niño metiera el dedo al enchufe eléctrico o a la llama de la vela” y reforzándola con el mandamiento de “mal que no quieras para ti, no lo quieras para nadie”. Algo debieron “aprender del abuelo”, [que fue el director de su propia escuela con catorce hijos a la espalda] la Montessori, Piaget, Freud.
 
Nos hallamos en Colombia centrados, pero desconcentrados en esta campaña electoral por la presidencia de la República; difusos, confusos, abatidos, avasallados, bombardeados por la liviandad de encuestadoras y medios que son como putas unidas por el mismo pecado del ¡todo por la paga!
 
Claro que el socialismo y el comunismo son grandes logros de la civilización humana, las naciones que en sus países los han abrazado han alcanzado la “igualdad real entre los hombres”, los ha hecho masa, instrumentos del Estado “igualados en la pobreza, el desempleo, la ignorancia, el subyugamiento, el hambre, la enfermedad, el desarraigo, la penalidad del pensamiento libre divergente del estatal, la “fila y ficho”, el muro, el paredón, la purga…”
 
Claro que el socialismo y el comunismo son grandes logros de la civilización humana y como el “enchufe eléctrico o la llama de la vela, al dedo del niño”, los pueblos donde fueron implantados dichos regímenes le han demostrado a toda la humanidad con sus caídas y “adaptaciones” [URSS, Alemania, China capitalista y hoy en crisis Corea del Norte] y la actual crisis de Chile, que son humanamente insoportables.
 
Atroz el señor Petro en su cierre de campaña en Medellín; puede ser que el presidente Duque no haya sido el más competente gobernante de un país “minado” en sus instituciones, pero, de eso a decir que ha instaurado en Colombia una dictadura solo comparable a la de Maduro, no puede tener sino una dañada intención, maléfica, cruel, despiadada y que solo busca la “narcotización” de las huestes que le aúpan, impedidas para contemplar lo que ocurre alrededor, de tal modo que no sienten el dolor de la pérdida de su libertad para discernir y privados de percibir el enorme tirano, de baja estatura corporal y moral, que ellos y contra ellos mismos y contra la humanidad, erigen. 
 
Sin vida no hay libertad y sin libertad no hay democracia y sin democracia no hay vida, ni vida digna y la oferta de futuro del señor Petro a los colombianos no es que no sea siquiera comparable con las de otros países vecinos, sino que no tiene con ellas ninguna diferencia y para no ser repetitivo basta echar la mirada por Chile a escasos tres (3) meses de la elección de Boric entrañable camarada de Petro.
 
Parece insignificante lo que ocurre en Chile y no vamos a referir a expropiación, pensiones y solo situémonos en algo que cualquier mortal diría que es un simple giro, un simple modismo idiomático, pero, que hoy no lo es y que es apenas como el portal de entrada a un “agujero negro” y nos referimos al nuevo “ente” lejano y ajeno a la juridicidad chilena, la “Persona menstruante”, que en todo caso ya no será la MUJER, así, MAYÚSCULA. ¿Qué serán, entonces, esas “cosas” que son absolutamente amenorréicas? ¿Constará esta circunstancia en la cédula de ciudadanía como el tipo sanguíneo? ¿Si pretendemos “enamorar” a una “persona menstruante” debemos pedirle la cédula para según conveniencia saber si es menstruante o amenorréica? Estos son partes de los cambios que ofrecen y ejecutan los agentes del “pacto global izquierdoso”: degradación del lenguaje-ser humano-dignidad humana como antesala a la posterior subyugación y represión sin que para ello y en esos casos: Cuba, Nicaragua, Venezuela y ahora Chile, se haga expresa y eficaz la “jurisprudencia de la justicia supranacional”.
 
La coyuntura electoral colombiana, lo hemos dicho y no de ahora, es compleja y con algo de suspicacia, en el “espetro” político hemos olfateado en su aparente “amplio y democrático mercado electoral” un “solo espetro” y tal como se sabe por las redes, el señor Petro no cursó invitación a dos (2) candidatos a reunirse con él, el lunes próximo, sino que envió una “moción de orden” en el “espetro de su operación avispa”.
 
Nos rompieron como familia humana, como personas humanas, como ciudadanos y a ello solo les bastó desapropiarnos del lenguaje y del amor.
 
En el “espetro” solo rueda un discurso de odio, violento, arcaico, eufemístico y estratégico y útil a alimentar a la masa predispuesta a que con tal de lograr el “triunfo electoral”, no importa que consista en perder la vida en libertad y democracia. 
 
Desde la cima de mi parábola vital y como muchos, excluidos y por esta misma razón de los discursos del “espetro” que rueda desde Medellín y por toda Colombia, desde mi “alma sangrante” empiezo por reconstruirme desde “el lenguaje y el amor” y la bondad y la esperanza y la cooperación y la solidaridad y me sumo a los tejedores y reconstructores de humanidad-humanismo contra la tiranía de lo útil que justifica todo odio, rencor y violencia y legitima la conversión del ser humano en medio o instrumento de su propia autodestrucción de su dignidad humana, de su vida y de su libertad en democracia.
 
Repetimos que en Colombia “está en peligro la democracia” y esto no va más allá de ser “un lugar común”,como estuvieron en peligro antes de perderlas y quizás para siempre, las democracias de Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Perú y ahora Chile.
 
En Colombia más allá de estar en peligro la democracia, están en peligro la vida, la dignidad humana, la libertad y la democracia, ya amenazadas y puestas en peligro inminente por el discurso del “espetro” y que bien saben los prójimos y conciudadanos, en especial los más pobres, que de ese “nuevo paraíso” que prometen los nuevos “Adán y Eva” ni siquiera tendrán las llaves, porque tan pronto mordisqueen el “fruto prohibido”, maligno, maléfico, quedan expulsados del “pacto histórico”; al paraíso, al edén prometido, jamás entrarán; los nuevos “Adán y Eva” cerrarán todos los caminos con avisos similares a: “propiedad privada, no pase sin autorización; perros bravos; púas electrizadas; guardas colectivos armados…no hay fichos para mercado, no hay fichos para salud…” y el oro de la patria muy probablemente volará directo de “la Mina” a “cajillas de seguridad” en Cuba, Rusia…
 
No hemos comprendido que: “siendo la democracia el menos malo de todos los sistemas de gobierno”, la misión de cada ciudadano no consiste en defenderla por defenderla, sino en cada día construirla, forjarla, mejorarla, hacerla perfectible, universalizar sus logros y beneficios, lo que no puede lograrse jamás desde un discurso que nos desapropia del lenguaje y el amor, para “poder hablarnos, entendernos y unirnos” y menos desde un discurso en el que la democracia misma [siendo tan mala] le abre espacio de expresión a la perversidad del ser humano, a su egoísmo, a su codicia y avaricia, a su perfidia, a su ánimo de lucro, a su “quite que ahí voy yo”, como se contrasta y verifica en el actual “espetro” en Colombia.
 
No se defienden la vida, la libertad y la democracia con el llamado “voto útil”.
 
Y no puede hacerse porque no pueden existir “ciudadanos útiles”, [excepto idiotas útiles], porque jamás podrán existir “hombres, seres humanos útiles”.
 
Si de hablar con verdad cercana a la verdad-real por subjetiva, incierta e inasible que sea y reconociendo la evolución enriquecedora de Federico Gutiérrez en su lenguaje-discurso desde el momento en que al lado de Eugenio Prieto nos sumamos a su campaña por la alcaldía [y así lo escribimos en su oportunidad] y sin dejar de señalarle algunas impropiedades en materia jurídico-legal, me hallo hoy ante un Federico Gutiérrez labrado, de fina textura y contextura, con un verbo limpio, directo y cercano y con un lenguaje ajeno y distante de impostura [saturación del doctor Uribe], con una prospectiva programática diferente en tanto vida, libertad, justicia y seguridad alcanzan dimensiones de valor y no de meras variables de consideración económica o democrática. Sabido es que en Colombia, la economía siempre ha ido bien aunque el país haya ido mal, verdad inocultable como colombiano y demócrata.
 
No es tarea fácil defender la vida en libertad y en democracia, cuando sobre Colombia y lo reiteramos, se cierne el flujo de dinero internacional de la izquierdocidad global, la cual no opera bajo el “proletarios de todo el mundo, uníos”, sino bajo la nueva divisa de “saqueadores de los países unidos”, trampa que cuenta con no poca infiltración en la institucionalidad democrática nacional, sino además con algunos nichos de derecho internacional ejerciendo burdo poder político supranacional por encima y en contra de las identidades culturales, raciales, históricas, sociológicas, jurídicas y legales, poder que debe ser replanteado.
 
No es concebible desde la dignidad humana de cada connacional que “al elegido por voto popular” se le extienda “patente de corso” para la tropelía, la insidia, la camorra, el atropello, la dilapidación del erario, la lapidación mediática de los ciudadanos contradictores y la imposición contra todo orden jurídico nacional de prácticas lesivas de derechos fundamentales discriminatorias, segregadoras, excluyentes y estigmatizantes y sin juicio con la complacencia y amparo supranacional aún ante las ostensibles violaciones de insoslayables deberes funcionales. 
 
La Constitución colombiana en su preámbulo y en los artículos 3°, 40° numerales 3° y 6° [acción pública disciplinaria], son un “perfume derramado sobre un bollo” y preguntamos: ¿ha celebrado Colombia Tratados Internacionales o ha constituido sobre la soberanía, el control político ciudadano y la acción disciplinaria nacional “prendas con tenencia” a favor de organismos supranacionales?
 
En el apretujado contexto, el requerimiento máximo que hace Colombia a su “país político y a su país nacional” es concurrir a las urnas el 29 de marzo y sufragar con discernimiento, con entereza, con valor, con sentido de pertenencia y con la plena conciencia que países de nuestra Latinoamérica también bajo la promesa de “votar por el cambio” ya hace más de dos décadas los más recientes fueron convertidos en verdaderos “agujeros negros”, de los cuales, increíblemente, es  remota su salida, cuando para ello ni siquiera cuentan con instancias de burdo poder político supranacional.
 
Es hora de empezar a romper el mito de la “intelectualidad izquierdosa” siempre avalando la subyugación del hombre y de los pueblos, con aires, además, de superioridad moral como se verifica en los pueblos y naciones que padecen los regímenes izquierdocistas, “adanistas, mesiánicos, redentoristas”.
 
Es muy difícil creer en la honradez y en la rectitud de los servidores públicos de la organización electoral colombiana, el menos en sus cúpulas y por el acumulado de irregularidades [no solo errores] recientes y porque Tibisay Lucena, no es "déjà vu"   y porque el software como tal se puede poner a servir pa´lo uno o pa´lo otro. Ojalá tengan un momento de reflexión, no es obedecer al mandamiento de Stalin: “Los que sufragan no deciden nada, los que cuentan los votos lo deciden todo”.
 
“El sufragio, el voto, es un puñal de papel” y qué bien lo saben en el “espetro” y qué infames esperando que el ciudadano colombiano se “autoapuñalen”.
 
¡Que viva el miedo, porque el miedo le ha sido dado naturalmente a la especie para que pueda vivir y sobrevivir!
 
Hay futuro y con “reservas de vigencias futuras” muy apreciado doctor Enrique Gómez Martínez.
 
Colombia, ni la autoridad electoral nos conducirán a la “MALEFICRACIA”, no al voto útil, no al voto maléfico y todos los ciudadanos demócratas depositemos nuestro VOTO benéFICO.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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¡Cambio y amor: infieles, desleales, cínicos!. Columna del Abogado Nelson Hurtado Obando. Twitter: @abogadohurtado

5/14/2022

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​Stendhal, si mi memoria no falla, en su obra cumbre “Rojo y Negro” nos relata un asunto de infidelidad, deslealtad y cinismo en estrecho vínculo del poder y el amor, que cae como anillo al dedo para el contexto que viven Medellín y Colombia. 
 
Protagonistas son: la cónyuge del alcalde de Verrières y el joven Julián Sorel y el pobre señor alcalde  Renal, que apenas si fue testigo de “reparto”.
 
Narra Stendhal, que regresado intempestivamente a casa el alcalde Renal, encuentra a su cónyuge en la cama matrimonial en plenas faenas amatorias con el joven Sorel.
 
El alcalde Renal, ante lo que vieron y miraron sus ojos, no dijo nada distinto a que se marchaba para siempre y disponiéndose a abandonar el que fue su hogar común, abre la puerta y en ese momento su cónyuge le pregunta: 
 
“Renal, ¿me vas a abandonar? ¡Yo te amo con toda mi alma! y ¿me vas a abandonar, Renal? Renal, amor mío, ¿vas a darle más sentido y valor a lo que ven tus ojos, que a la sinceridad de mis palabras?”
 
Cambio es una palabra, que como la palabra amor y hasta el amor mismo como actos humanos, tienen y bastante de “Caja de Pandora” que recoge y guarda todos los males, pasados, presentes y futuros. Del mismo modo, las palabras cambio y amor y hasta el amor mismo, tienen el poder del “encantamiento”, son, -diría- como un enorme y poderoso imán que todo lo atrae y lo atrapa y no lo suelta, que es como la magia que hay en no pocas bellas damas; así, el cambio y el amor como palabras y hasta el amor mismo nos asombran y llenan, incluso antes de que ocurran con su “poder de encantamiento” todos los vacíos del camino hacia el destino final y los reconocemos plausibles, nobles e ideales como si se tratara del sellamiento final y eterno de la maléfica cajita. Dicen los que saben de cambio y amor que “ensimisman”.
 
Diría que la palabra cambio, como la palabra amor y hasta el amor mismo, como actos humanos, cosquillean en el alma y exacerban emociones, pasiones y sentimientos  tendentes y cercanos a la bondad, a la solidaridad, a la belleza, a la verdad, a la justicia, a la compasión y hasta a la misericordia como conciencia de autodirigirnos por fines plausibles,  nobles, al encuentro del gozo, de la dicha, de la felicidad, de la gratificación de la prosperidad espiritual y material, del autodirigirnos con toda fuerza y decisión libre al propio autorreconocimiento y al reconocimiento de los demás y en los demás, que hoy, los más livianos proclaman como “éxito y mérito del iluso yo solito” y que los que conservamos poco o mucho de humanidad sentimos y vivimos como el diario milagro de ser vida, biológica y vida biográfica, de ser, seres con sentido y valor en sí y capaces de dar sentido y valor a los semejantes y a todo lo existente no solo en el universo material, sino en los mundos de la cultura y la civilización.
 
Diría también, que, la palabra cambio, como la palabra amor y hasta el amor mismo, como actos humanos, en tanto sellamiento o envoltura de la “Caja de Pandora”, de igual modo como “actos en potencia” tienen su lado oscuro, su válvula de escape, la semilla o potencia de su propia y misma maldad y muchas veces conocibles y reconocibles, aun, como acto heroico o como acto de mal, como si la tendencia al bien o al amor no estuviera exenta de hacer el mal o por egoísmo, odio, rencor, venganza o ruindad o por sacrificio pro libertad plausible no fuesen a veces injustos pero discutibles en aras de su post justificación.
 
En la palabra amor y en el amor mismo, es imposible no reconocer la tendencia primigenia al cambio-bondaden la acción, moral y ética desde lo cual es posible predicar que el  cambio  no solo tiene justificación moral y ética y que tratándose de la vida humana en sociedad y desde antes de ser normado moral o jurídicamente como externalidad debe ser moral y ético pues de lo contrario carecería de todo sentido y valor en sí y negando sentido y valor a la dualidad vida biológica-vida biográfica y confinándola a un ámbito de no-libertad.
 
Sin embargo, en un ámbito de libertad, de una existencia en condiciones de no-necesidad y de no-temor, el cambio, como el amor, como palabras y como actos humanos, tienen la potencia suficiente para en su nombre y de manera subliminal fundar cuarteles de no-libertad con sus vigías: necesidad-temor instalados y ejerciendo sus funciones en un nivel de subconciencia como imperceptibles estímulos a la emocionalidad. No son pocos los amores que como el cambio, dominan, subyugan, someten, instrumentalizan al ser humano y destruyen en su vida el sentido y el valor en los altares de la vanidad, la apariencia, la lisonja, la soberbia, el interés, el lucro, la utilidad, que en los tiempos tormentosos que corren se denotan como plausibles, nobles y justificados desde el patrón de considerar que “todo es medible” cuantitativamente y con no poco desprecio por lo cualitativo.
 
La palabra cambio, como la palabra amor y hasta el amor mismo no solo exigen altos componentes de fidelidad y lealtad [que no son tan sinónimos como se supone], sino también de coherencia como madre de la honradez frente a sí y con mayor exigencia frente a los demás. No obstante, el cambio, el amor y el amor mismo no escapan de ser prisioneros de la estulticia normalizada del necio que “confunde valor con precio” o de “el fin justifica los medios” o la de “los medios justifican los fines” y o el irresoluble criterio de “si es preferible que mueran miles para salvar uno o de si es preferible que muera uno para salvar miles” o el de “lo que en política no sea posible es un error” o el de lo “políticamente correcto” como respuesta o satisfacción concreta a las demandas contradictorias de los ciudadanos-administrados o de la sociedad en general o del amor en el matrimonio en cuyo haber patrimonial no se contabilizan hijos, para mantenerlo sano de “pasivos onerosos”.
 
Del cambio muy pocas veces predicamos ¡qué miedo!, como sí lo predicamos en la “nueva normalidad”, del amor, expresa o tácitamente, como si lo plausible fuera pedir: del amor, líbranos Señor.
 
¡Qué miedo del cambio y del amor! Y por eso: ¡Que viva el miedo, si el miedo nos hace vivir! [LEER AQUÍ : https://bit.ly/3vTchfH
 
Podemos caer en las trampas del amor y rompernos, perdernos, perecer, algunos pocos, muchos, pero jamás todos. El amor también tiene sus vacíos, sus abismos.
 
¡Que miedo del cambio y del amor como palabrejas y del amor mismo!
 
En el cambio y en el amor, en lo plausible, reconocemos la esencia del poder-fuerza de la bondad en la dirección de abandonarnos como “tú y yo” y liberados forjar el “nosotros libre”.
 
Pero, el cambio como el amor, también pueden ser como en Stendhal y repetir “¡Yo te amo con toda mi alma!” desde el amor mismo y en el instante mismo infiel, desleal y cínico.
 
Con Stendhal, diría que, Medellín y Colombia viven en este instante crucial la infidelidad, la deslealtad y el cinismo del “cambio y el amor” que gritan: “¡Yo te amo con toda mi alma!”.
 
“¡Yo te amo con toda mi alma!”, es el discurso de Petro en la boca de Daniel Quintero Calle, para Medellín y para Colombia; “¡Yo te amo con toda mi alma!”, “gente pobre y humilde” y por cuenta de Diana Osorio, de Amaury Chamorro, de Alex Flórez, de Esteban Restrepo, de Juan Pablo Ramírez, de la Villamizar y de la “alias” o Arias, de Albert Corredor, de Gustavo Bolívar y de Gustavo Petro y otros. Cambio y amor que solo han producido miedo desde y para Medellín, Antioquia y para toda Colombia.
 
Son las palabrejas de los empresarios de la ruin politiquería que carcome y amenaza la poca humanidad y el poco humanismo que nos queda, que amenaza la patria, la libertad, la dignidad, la democracia, la justicia y la administración de justicia y toda la institucionalidad, la convivencia, la fraternidad, la cooperación y que ha “desaparecido” el sentido y el valor de la común unión, del bien común, del “sentido de pertenencia” y donde es claro que han forjado un nuevo “apartheid”, zonas de exclusión para los “ciudadanos viejos” pues en el discurso y en la praxis “petro-sexagenaria y quintero-cuarentona y cuaternaria” la materia prima es la “eterna juventud” en “primera línea y triple AAA”.
 
“¡Yo te amo con toda mi alma!”, es el mismo grito infiel, desleal y cínico que escuchó el alcalde Renaldesde la boca de su cónyuge y desde la misma relación amor-poder político con el joven Sorel, lo que no es nada nuevo para la humanidad que siempre ha sabido que: “Todo poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente”, como también sabemos que el corrupto si ejerce poder, lo ejerce para legitimar la corrupción invocando hasta a la autoridad legítima.
 
“¡Yo te amo con toda mi alma!”, desde Petro-Quintero nos ha sido permitido conocer, saber y adquirir desde sus discursos, conciencia anticipada de que no son ese “cambio y ese amor” que como actos humanos predican por cuanto ese repetido “¡Yo te amo con toda mi alma!” es contra el sentido y el valor de la vida y de la existencia misma, a las que no solo amenazan, sino a las que ponen en permanente e inminente peligro.
 
“¡Yo te amo con toda mi alma!”  en la cadena Calle – Petro: es amenaza, exclusión, discriminación, hostigamiento, derroche de riqueza social, fanfarronería, resentimiento, sectarismo, odio, venganza, miedo, temor, terror, lo que resumimos en las primeras escaramuzas quinterianas en una columna que en pleonasmo titulamos: alcalde troglodita cruel.
 
Sonora y sororal sí es la palabreja cambio, palabreja que en boca de toda la cadena Quintero- Petro adquiere identidad material como el cambio mismo, vacío de valor y de sentido que abre la “Caja de Pandora” para diseminar todos los males contra el hombre, la humanidad, sus prójimos y sus conciudadanos desde su trono como príncipe usurpador de la integralidad de la RES PUBLICA ET SACRA.
 
¡Así es, aquí y ahora el cambio y el amor que prometió y prometen Quintero y Petro a Medellín y a Colombia!
 
Un cambio y un amor, infiel, desleal y cínico con la Constitución y las leyes, como primer acto de infidelidad, deslealtad y cinismo contra el hombre, la humanidad y el humanismo, contra sus conciudadanos, contra la sociedad, contra la democracia, contra la justicia, contra la administración de justicia, contra la RES PUBLICA ET SACRA, contra los prójimos y conciudadanos que ejerciendo el derecho fundamental a elegir, no sufragamos por él, contra los ciudadanos y empresarios que crean empresa y puestos de trabajo, contra los conciudadanos que pagan impuestos, contra los prójimos y conciudadanos pobres, no pudiendo ocultar su infidelidad, deslealtad y cinismo perversos de sus actos cuyo objetivo es subyugarlos como “su capital político electorero” con el eterno “discurso de la pobreza” y llevarlos alrededor de sus “mesas de ricos Epulones” a recoger las migajas del erario de Medellín y de Colombia, por siempre porque “cuatro años es muy poquito”en un Medellín y una Colombia que “ya no les pertenece”.
 
“Discurso de la pobreza” que, en épocas pretéritas, no redimió a los pobres de la URSS antes personas y ciudadanos de: Rusia, Bielorrusia, Armenia, Kazajistán, Kirguistán, Estonia, Georgia, Letonia y Ucrania hoy nuevamente aterrorizada por el espectro reencarnado, macabro y siniestro de J. de Stalin en el cuerpo y alma de Putin. 70 años de la URSS en los que los pobres no desaparecieron de su suelo, los mismos que debieron obtener sus alimentos, medicinas y vestidos con “fila y ficho” hasta que la URSS cayó disuelta y se cayó el Muro de Berlín y la Alemania comunista se reunificó con su propia Alemania democrática alcanzando en la actualidad el más notable desarrollo humano y económico debiendo exaltarse las dotes de una mujer mayúscula Angela Merkel.
 
“Discurso de la pobreza”, que se mantiene en Cuba desde hace 70 años gracias a la dictadura Castrista ofrendado hombres, niños, mujeres y ancianos a las fieras del mar, a las balas del régimen y a las cárceles de donde quien llega casi nunca sale vivo, de cubanos en el exilio y deportistas, médicos y artistas que huyen o se asilan en los países a donde se les envía en “misión oficial” obligados a hacer remesa de los salarios que obtienen en el exterior a la “caja menor del régimen”.
 
“Discurso de la pobreza”, que acabó con la industria del petróleo que hizo en otra época de Venezuela el país más rico de Latinoamérica donde no pocos colombianos llegaron a hacer empresa y fueron prósperos; que acabó con la industria automotríz, de cerveza, lácteos y que acabó con la prensa escrita, la radio y la Tv privada y que controla y limita hoy el internet y las redes sociales, mientras cerca de 6 millones de venezolanos van  de ”turismo por Latinoamérica”, “gratis y con viáticos oficiales” que en nombre del “Discurso de la pobreza” les ha asignado el régimen de Maduro, para que sus mujeres, muchas profesionales: médicas, abogadas, contadoras, ingenieras deban emplearse en cualquier ciudad de todos los países de Latinoamérica en restaurantes, lavaderos de carros y en la industria de la prostitución, lejanas y alejadas de su patria y separadas de sus familias.
 
O un Nicaragüa, un Bolivia, un Ecuador, un Brasil, una Argentina y ahora un Chile, donde el recién electo presidente izquierdocista Boric, íntimo de Petro, es a escasos dos meses de su posesión abucheado y malquerido por los mismos chilenos que lo eligieron porque les resultó un auténtico “paquete chileno”.
 
La línea Daniel Quintero Alcalde de Medellín – Petro candidato presidencial, son la mujer infiel, desleal y cínica de Stendhal. Nada más comparemos lo que han dicho -palabrejas del cambio- y lo que han hecho –como cambio mismo- en estos dos últimos días: desde sus megalomanías y sus condiciones de mentirosos compulsivos siguen apelando a “la gente y a los humildes” que lo eligieron y que creen que los elegirán sucesivamente en 2022 y en 2026 presidentes de Colombia [Discurso de la pobreza] y como el alcalde Renal podemos ver y mirar, que desde las palabrejas cambio-amor, hay cambio por amor al odio, al rencor, a la venganza, a la dominación, a avasallar y sojuzgar y someter a “sus propias leyes” a quienes como conciudadanos no somos sus “de-votos” y también a sus propios “devotos de-votos”, desconociendo y rebelándose contra las propias leyes de la República de Colombia, de la democracia y sus instituciones en un juego de doble peligrosidad pues a las leyes que desconocen y subvierten son las mismas leyes a las que apelan cuando sus perfidias quedan al mirar escrutador de la ciudadanía.
 
El discurso que han usado está lleno de epítetos de odio, de grosería y vulgaridad contra todas las autoridades públicas, contra todas las instituciones, contra todos los que a punta de tesón y resistencia han forjado empresa y fortuna, dividiendo al pueblo, a la ciudadanía, en la hábil estrategia de “divide y serás rey”, entre buenos y malos, ricos y pobres y sin cubierta alguna difundiendo odio y resentimiento, burla, mentira y engaño dotaciones morales y éticas muy personales de Quintero Calle desde chiquito como él mismo lo dio a conocer en un video y que como los males de la “Caja de Pandora” se le salieron con su elección como alcalde de Medellín y que se han alebrestado en estos dos últimos días por razón de haberlo puesto la República, en la “suspensión del agua bendita de la civilidad”: el derecho, la Constitución y la ley, que osadamente pretende desconocer no desde la armonización que debe existir desde la relación: Constitución-Tratados Internacionales, sino desde la perversa SUPRANACIONALIDAD espuria en que actúan sus pares en algunos organismos internacionales refractarios a las exigencias ciudadanas nacionales que demandan de las autoridades de cada país, elegidas o no, las plenas garantías de seguridad jurídica y política desde el cumplimiento de sus deberes humanos, cívicos y funcionales en todo conforme a la Constitución y a la ley nacionales. 
 
Lo mismo que dijo Petro a sus ciudadanos de Bogotá, es lo que Quintero Calle dice ahora a sus ciudadanos de Medellín y juntos a los conciudadanos de Colombia: “¡Yo te amo con toda mi alma!”.
 
Y como la mujer del Alcalde Renal en Stendhal y desde el “cambio y el amor, infieles, desleales y cínicos” Petro y Quintero pillados en “Bogotá y Medellín” por sus conciudadanos, como reales infieles, desleales y cínicos ahora apelan en medio de sus faenas amatorias infieles, desleales y cínicas con la “izquierdocidad” Latinoamericana-Europea a preguntar a los conciudadanos de Medellín y de Bogotá y Colombia:
<<¿No vais a votar por mí gente pobre y humilde? ¡Vosotros sabéis que os adoramos, son vuestra hambre, vuestra ignorancia, vuestro odio, vuestro resentimiento las razones que forman nuestro preciado tesoro, sois el oro en polvo de nuestro “capital político electoral”>>! “Que cuatro (4) años no son nada…”
<<¿Cómo no vais a votar por mí, nos vais a abandonar “gente pobre y humilde”>>? <<¿Cómo es que vosotros “gente pobre y humilde” vais a dar más crédito a lo que ven vuestros ojos, que a la sinceridad de nuestras palabras”.
 
“Gente pobre y humilde” de Medellín, Bogotá y Colombia, les “¡Amamos con toda el alma creed en la sinceridad de nuestras palabras, no deis crédito a lo que han mirado vuestros ojos”, porque vuestros ojos, nunca, han podido haber mirado:  a nuestras familias y  parentelas bien empleadas y prosperando, con valiosas propiedades; a la contratación de Bogotá y Medellín directa, a dedo, sobremedida y con los amigos o “donantes de nuestras campañas”; a la importación de chatarra de carros de basura pa´echar a la basura; a la EMPESA de SEGURIDAD URBANA en poder de un Venezolano; al Jardín Botánico sin recursos económicos y en manos de un contratista aliado y prosperando; a Buen Comienzo casi en su mal final; ni han mirado a nuestro benefactor Gillinsky-Banco Sudameris” en acciones que no sean nobles como derrotar a los ladrones del GEA…”
 
¿Vais a dar más crédito a lo que ven vuestros ojos, que a la sinceridad de nuestras palabras”? Os hemos hablado del paraíso: del “valle del soguar”, no más exploración ni extracción de petróleo, cierre de Ecopetrol; de “ expropiación democrática” de edificios para vivienda compartida e inquilinatos y de tierra rural para siembra extensiva de “aguacate Hass” para el sancocho de cuadra dominguero  mientras “el picaito” porque respetamos vuestras costumbres.
 
 “No deis crédito a lo que han mirado vuestros ojos”, porque vuestros ojos, nunca, han podido haber mirado: el “turismo a pata por Latinoamérica” y sin alpargatas: ni el “ficho y fila” para medio pollo como ración pa´ quince días; ni escasez de medicamentos; ni mirarán el cierre de El Colombiano, ni su entrega a Quintero como indemnización; ni mirarán la ocupación de la lechería de Genaro (q.e.p.d) como en Chile; ni mirarán la desaparición de las Fuerzas Armadas de la República, a lo sumo mirarán vuestros ojos a “nuestra juventud de la primera línea”, como las nuevas “fuerzas armadas colectivas populares”; porque vuestros ojos nunca ha podido mirar a ninguno de nuestra juventud en primera línea, parando una ambulancia y que en ella muera el paciente, ni quemando los alimentos y los tractocamiones que los transportan, ni torturando, secuestrando y matando soldados y policías, ni han mirado a nuestros altos comandantes reclutando menores para la guerra, ni han mirado vuestros ojos, en pira arder, vetustos magistrados>>
 
Nuestra palabra cambio-amor es de: cambio- amor por la venganza, cambio- amor por el odio, cambio-amor por el rencor, cambio-amor por el “ficho y fila”, cambo-amor por la escasez, cambio-amor por la pobreza, cambio-amor por todas las delincuencias incluidas las internacionales para todas las que proponemos “perdón social” a través de “nuestros jueces en el exterior” guiadas por el apóstol español “Santiago”, cambio-amor por el resentimiento necesarios para asegurar nuestro “capital político electoral”  y el tiempo, [que no sabemos cuánto ha de ser] para poder hacer el paraíso que os prometemos desde la sinceridad de nuestras palabras…y que pasados unos meses, ahí sí podréis mirar con vuestros ojos.
 
DECLARAOS: Daniel Quintero y Gustavo Petro que:
 
“Os amamos con toda el alma” (Vendidas al diablo) y
 
Os PREGUNTAMOS:
 
¿Vais Medellín y Colombia a dar más crédito a lo que ven vuestros ojos, alrededor: en Cuba, Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile…que a la sinceridad de nuestras palabras? 
 
El 29 de mayo nos vemos con Fico presidente.
 
 
 
 
 
 
 
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¡Que viva el miedo!. Columna del Abogado Nelson Hurtado Obando. Twitter: @abogadohurtado

5/8/2022

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¿Cuál miedo? ¿El que gobierna nuestro “piloto automático natural” para hacer frente a las adversidades de la frágil vida humana?
 
¿El miedo a la oscuridad de la noche en un cuarto sembrado de fantasmas, brujas y cocos? ¿El de una cucaracha que vuela enorme desde donde menos pensamos? ¿El de un temblor en el apartamento de un piso 20 o 25 construido con desafío a la física estructural en aras de la eficiencia económica? ¿El miedo a un legislador que a sabiendas promueve y expide leyes ordinarias a pesar de saber y tener “UTL” y asesores que le dicen que deben ser leyes estatutarias? ¿El miedo a la tenaza a la democracia desde un conciliábulo de vanidosamente pretendidos “magistrados”? ¿Cuál miedo, el del Consejo Nacional Electoral y la Registraduría y la Procuraduría que somete a los dos anteriores a “severos controles para evitar un nuevo fraude” en las elecciones del 29 de mayo?
 
¿La humanidad solo conoce un miedo? O ¿Tenemos “pilotos automáticos naturales” para todos los miedos?
 
Diríamos que el miedo es como una antinomia o un oxímoron, siendo el significante de nuestra fragilidad es también el significante de nuestra fortaleza en situación extrema cuando la libertad se reduce a optar por una entre dos opciones iguales de perversas: luchar o huir, porque no somos ni siquiera como las aves que alzando vuelo, no huyen sino que también están luchando.
 
¿A cuál miedo, le tenemos miedo, aquí y ahora en Colombia? Al del temblor de tierra o al de la cucaracha que vuela como dron?
 
El miedo que sentimos aquí y ahora en Colombia diría que no es ese miedo vital, que no es el miedo natural de la especie, que es más bien el miedo propio de los aventureros, el del azar, el de los filibusteros…
 
El miedo que sentimos es de una parte el que nos determina por la opción de luchar, pero que es a la vez la confusa opción huir, un miedo con todas las razones y las sinrazones, el miedo de las descreencias y de los nuevos mitos y de los nuevos dioses que antes que la fusión patrocina “<<a fisión de los núcleos “adánicos y adénicos”>> de la especie bajo el imperio de un supuesto “filosofar de lo útil”, la felicidad de la economía, acortando la vida a cuenta de prolongar los años.
 
El miedo regalo de los nuevos dioses, que, del agua ya no hacen vino, sino el licor ordinario que nos mantiene en estado de coma profundo por la embriaguez del tener, hasta el amor, adquirido en “cómodas cuotas mensuales y sin financiación”, todo reducido a la espuria legitimación de los deseos y los más aviesos intereses desmontando toda la estructura de la más alta conquista de la civilización humana: el derecho, reduciéndolo a anémicos procesos discursivos contemporizadores del pragmatismo y la instrumentalización del hombre, migrando a la humanidad, bajo diversas pulsiones, desde la “deseocracia” de los “nuevos paraísos” hacia la “mercanciocracia” donde aquellas adquieren materialidad en la ausencia de sentido y valor del animal humano y de la vida humana equiparado o “igualitariamente” considerado en el universo “sintiente” aun en contra de todas las escalas, cadenas y macro y microsistemas físico-químicos y biológicos, diríamos bióticos y abióticos, desde los cuales quiérase o no se edificó toda la historia de la humanidad, para su “trasteo” al universo de lo artificial y artificioso, lo que nos permite mantener la idea que repetimos que: ha sido maravilloso que el mundo haya cambiado y nos haya permitido descubrir que lo malo y perverso ha consistido en dividir a la humanidad entre: aquellos pocos que por su sentido y valor se avienen al cambio y de él se sirven y sirven; aquellos muchos que no se han dado cuenta de él; otros tantísimos que regresivamente se oponen a él y por pulsiones estrictas de dominación, excluyentes de sus “discursos identitarios e igualitaristas” y con el sin-sentido y el disvalor de “funcionales multiapartheid”, de género, sexo, raza, nacionalidad, sistema de “descreencias” y la masa incuantificable cuya humanidad sucumbió a la tecnología. Es un imposible la humanidad y el humanismo desde el cacareado “multiculturalismo” desde la proposición que como hombres somos por lo menos un 80 % "actos de habla" y un 20% fluidos, huesos, carne, desechos y deshechos, contexto en el cual el miedo rompe todo vínculo y relación lingüística constituyendo la primera falla que derrumba la estructura social porque: no podemos hablar, no podemos vivir juntos, porque no queremos-no podemos seguir reglas, que talvez sería el conjunto proposicional que hallaría, de vivir, Searle y en conjunto Habermas, Luhmann y el mismo Wittgenstein.
 
Quizás eso explique parte del contexto actual colombiano, que obviamente incluye las tesis de Gramsci y que los “industriales del miedo” han capitalizado desde el “elevamiento cualificado” de las masas desde el aparato educativo como producto de su homogeneización bajo la única verdad que postula respecto de la no existencia de la naturaleza humana, per se.
 
No de otra manera podría intentarse construir el contexto que nos horroriza; el miedo tiende a gobernar la masa indiferenciada desde la inconsciencia, diríamos que en su primera fase de “estampida psicológica y psíquica” que solo es una masa de “yoes dándose sus propias razones y corriendo en cualquier dirección”pagando todos, el alto precio de no estar nunca ninguno a salvo, porque: no podemos hablar, no podemos vivir juntos, porque no queremos-no podemos seguir reglas.
 
La segunda fase que puede ser cercana, lejana o usualmente coetánea con la primera, es la fase de la “estampida factual”, el miedo ascendido a terror, la gran industria de los tiempos presentes, con todo su aparataje publicitario no clandestino a través de los “medios independientes bajo la libertad de información y de prensa”, sobre lo cual fue contundente M. Thatcher y de buena fe presumimos que los medios al menos actuantes en el sistema democrático y capitalista no cobran al terrorismo, pero a él sirven y la paga la reciben indirectamente en su propio “canje monetario” el rating, increíblemente y por lo general pagado por legítimas empresas e industrias capitalistas.
 
Si el mundo lograse romper los “actos de habla del miedo-terrorismo”, podría avanzarse en la reconstrucción de la sociedad, del poder vivir juntos, desde el poder hablarnos. Y es que el no-poder hablarnos no es asunto que pueda considerarse individualmente, esa es la magia y el misterio del lenguaje humano, hoy roto, fracturado, en añicos.
 
Ergo, si desde el, no podemos vivir juntos, porque no queremos-no podemos seguir reglas, porque no podemos hablar, entonces, sí hay que hacer, darle sentido y valor al miedo, hay que derrotar el dicho antiguo y “ponerle pantalones al miedo”.
 
El “miedo-terrorismo político-económico-armado” usa de “todas las formas de lucha” que a pesar del “evolucionado discurso” sigue usando sus métodos arcaícos -doble moral-, sanguijuelas o garrapatas, aferradas al Estado democrático que en actitud obscena en contexto de humanidad-humanismo los recibe y ampara como simbiontes.
 
“Ponerle pantalones al miedo”, es no caer en los mismos “lugares comunes” de “rodear al presidente, a las fuerzas armadas y de policía, a las instituciones” dado que: no podemos vivir juntos, porque no queremos-no podemos seguir reglas, porque no podemos hablar.
 
“Ponerle pantalones al miedo”, saliendo de los “lugares comunes” parte de la autoexigencia individual en perspectiva de “summa”: recomponernos, hablarnos, juntarnos-unirnos y utilizando la misma táctica del miedo-terror desarrollado por Gramsci, autocomponernos para mirar y percibir la “homogeneizada única realidad” que vive Latinoamérica: el “turismo de millones de niños, jóvenes, ancianos, profesionales” sacados de sus patrias, expulsados incompletos [no migrantes] que dejan y se traen partes de sus familias, desarraigados, desposeídos de todo bien y fortuna, víctimas de las pulsiones de la dominación de un sistema que homogeniza “igualitariamente a sus conciudadanos, en la pobreza” o como bien lo dijo Winston Churchill"El vicio inherente al capitalismo es el desigual reparto de la riqueza; la virtud inherente al socialismo es el equitativo reparto de la miseria".
 
“Ponerle pantalones al miedo”, es salir de los “lugares comunes” es poner a <<hablar todos nuestros “yoes”, desde los tractocamiones, buses, autos y motos quemados en las carreteras y desde los ciudadanos, soldados y policías asesinados a bala o degollados, porque abrieron sus negocios o no atendieron el horario y desde los pueblos fantasmas que dejan estos días de miedo-terror>>.
 
Como decía un amigo: “mi apreciado don Fulgencio, usted queda interinamente hijueputa, hasta nueva orden” y hasta nueva orden estos días de miedo y terror, que no es asunto de simple delincuencia con origen en el narcotráfico y por la sola extradición, quiérase o no del conocido connacional;  quizás no llegue a conocerse la historia completa y así como no pueden descartarse vínculos con algunas autoridades del Estado, corruptas e infortunadamente a todos los niveles y en muchas de sus instituciones, no es menos cierto que de igual modo deban descartarse los nexos corruptos, entre la industria de la droga a nivel mundial y muchos de los sectores políticos, unos más que otros, en la escena electoral colombiana.
 
Hay exigencias claras a todo el sector productivo nacional, lucha de frente contra toda práctica empresarial privada corrupta y contra sus agentes corruptos y la misma lucha dentro del Estado y abrir las orejas, más que los ojos, pues los ríos subterráneos corren tranquilos aunque tormentosos y Churchill “no les va a durar toda la vida” y por más que crean en los “pikettes” de los nuevos ejércitos…
 
¿Miedo a qué? A todo y a nada, desde la inconsciencia del no saber que el punto final de toda existencia nos descubre en la triste realidad actual, que somos: "summa" de desechos y deshechos.
 
Alguna vez un hombre contó que hubo un terremoto, un cataclismo que acabó con todo el mundo y sólo él había sobrevivido; recuperado un poco de tan verraco susto y del milagro de tener la misión de repoblar la tierra, se dio a la tarea de ordenar aquel desastre y para lograr liquidez para el proyecto, empezó por vender edificios que quedaron en pie, fincas, casas, apartamentos, autos particulares, aviones, barcos, taxis, buses y hasta el Metro de Medellín…todo, todo y de repente…una voz del más allá le preguntó: “¿Y a quién le vendiste todos esos bienes?” y el muy cínico respondió al preguntón: “ A la calavera de tu madre”.
 
El gran jusfilósofo Juan A. García Amado, en su gentil respuesta a uno de mis tuits, dijo: “Saludos Nelson. A este paso, necesitarán un exorcismo. A partir de cierto grado de irracionalidad, la crítica jurídica deja de tener sentido” lo que cae como anillo al dedo ante varios despropósitos en las Cortes, el Consejo Nacional Electoral, la Registraduría, etc. de Colombia. Casi me petrifico del miedo.
 
A este tiempo vital, madrugar no es nada distinto a preguntar, ¿cómo crees que te amanece más temprano, juventud?
 
Un ser humano desapropiado de la palabra, de la esencia humana vital del lenguaje, ningún humanismo ha de esperarse cuando sus acciones han sido escindidas de los verbos rectores. El lenguaje del derecho es el lenguaje del hombre y el “nuevo bolívar petrificado” ya nos mostró cómo de la muerte, las turbas hacen del sepelio, carnaval anticipado…¡Entonces que viva nuestro miedo!
 
Ergo, pa´no quedar como ciudadano fósil, como Lot y en estatua de sal convertido, mi voto será por FICO…porque yo no me petrifico: no te petrifico, no les petrifico, para la vida, la libertad, la justicia, la democracia, el derecho, porque podemos hablar, porque podemos vivir juntos, porque queremos y podemos seguir reglas.
 
¡FELICITACIONES! A las madres vivas, a las madres muertas y a las madres vivas que vamos y nos van lentamente matando. Todos los días, son días de la madre y hoy no es día para llevarlas a hacer fila en un restaurante por un plato de lentejas... 
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Protervo “Cartel electoral”. Columna del Abogado Nelson Hurtado Obando. Twitter: @abogadohurtado

5/2/2022

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Toda mi consideración, aprecio y respeto por la colega Gloria Yanet Vélez Pérez, enorme coequipera en esta “quijotada” de ir hasta las “fosas abisales” de los submundos y las infraculturas de la política y los juegos de poder, que anudan las leyes que nos dieron la libertad y la democracia y en relación con la revocatoria del alcalde de Medellín.
 
A esta altura del debate, uno mismo, metido en este cuento como simple ciudadano y después de conocer la integridad de la Resolución 2124 de 2022 proferida por el Consejo Nacional Electoral en la que lo fundamental es la decisión de abrir investigación contra el comité promotor de la revocatoria y la abstención de certificar los estados contables o de certificarlos negativamente.
 
Repetimos: ejercemos el derecho a estar equivocados y no obstante eso no demerita la paciente labor que hemos cumplido, con dedicación, disciplina, investigación, interconsulta profesional, debates jusfilosóficos sobre la democracia participativa, la prevalencia de los principios pro hominum (humanidad), pro electoratem (electorado) o pro sufragium (electores), sobre el principio pro homine (derechos del elegido), los rasgos constitucionales esenciales de progresividad y expansividad, la soberanía radicada en el pueblo, la entidad misma de la ley estatutaria 1757, la “reserva de ley” en materia de reglamentación de las leyes, la imposibilidad para las autoridades de diseñar y establecer procedimientos de investigación y escalas de sanciones por vía reglamentaria o sin facultad o competencia constitucional y /o legalmente asignada por el constituyente o el legislador y la imposibilidad respecto de leyes especiales como las estatutarias de guiar algunos procedimientos de investigación y sanción por las normas comunes del CPACA, la imposibilidad de impugnar vía recursos o en acciones judiciales los actos que completan el proceso de revocatoria por ser actos de trámite.

Nos asusta que en la Resolución 2124 de 2022 el Consejo Nacional Electoral establezca de facto una espuria “unidad de materia” entre las leyes 130/94- 1475 y las leyes 134/94-1757/15, las dos primeras regulando el ámbito total electoral: formación de partidos políticos, sus personerías, sus directivos, sus responsabilidades, la financiación y el régimen sancionatorio y la pérdida de investidura de congresistas, gobernadores, diputados, alcaldes, concejales por exceder los topes de financiación para lo cual el Consejo Nacional Electoral es competente constitucional y legalmente para investigar, sancionar con multas y demandar ante la justicia contencioso administrativa la pérdida de investidura y asimilar este primer grupo de leyes con el segundo grupo como constituyendo “unidad de materia” de leyes estatutarias electorales y de mecanismos de participación ciudadana democrática, que no constituyen actos electorales (elección) sino mecanismos de control político sobre los elegidos por razón o causa de “incumplimiento del programa de gobierno” o “por creciente insatisfacción ciudadana con el gobernante elegido”.

Horroriza, con la misma entidad de los relatos que se hacen en el libro de I. Müller “El horror de los juristas nazis”, el artículo 2°, de la Resolución 2114 de 2022, en el que anuncia a los investigados que, muy probablemente se harán acreedores de la sanción prevista en el “artículo 39, literal a) de la ley 130 de 1994 conforme a la Resolución 0696 de 2022 que reajusta las multas.

Y nos horroriza, pues si bien es cierto que la ley estatutaria 1757 no derogó en su totalidad la ley 134/94 y que atribuye competencia al CNE para investigar los excesos en topes de financiación de la revocatoria y que los investigados-disciplinables pueden ser el promotor y el comité promotor, no es menos cierto como lo halló probado la Corte Constitucional que el CNE puede investigar, pero hasta ahí llega su actuación, pues el legislador estatutario de la ley 1757 no determinó el procedimiento aplicable para investigar y sancionar, por cuanto tampoco estableció la escala y naturaleza de las sanciones, sin que por remisión y menos por analogía pueda el CNE aplicar procedimientos de las leyes 130-1475, ni del CPACA y sin que en el cuerpo de la ley 1757 hubiese otorgado facultad o competencia para diseñar por vía reglamentaria el procedimiento de investigación, sanción y determinación de las sanciones a imponer en relación con exceso en los topes y certificación de estados contables. 

Dijo la Corte: “Con todo, una norma de esta naturaleza no puede ser interpretada de manera tal que confiera a la autoridad electoral la facultad para definir el procedimiento derivado del incumplimiento de topes, pues ello sería tanto como afirmar que cada vez que el Legislador confiere a una autoridad una competencia sancionatoria, también la inviste de la facultad para regular el procedimiento aplicable, lo cual es irrazonabley contrario al principio de legalidad”.

Y agregó: “En efecto, la normativa que regule este asunto tendría que determinar el procedimiento de verificación sobre las cuentas respectivas, así como las consecuencias jurídicas derivadas de la violación de los topes. Por ende, se trataría de una regulación electoral vinculada al derecho sancionatorio, asunto que escapa a la potestad reglamentaria de la organización electoral, de conformidad con los márgenes planteados en esta sentencia”.

Y la Corte fulmina el asunto sosteniendo que: “si en gracia de discusión se aceptase que se está ante un vacío legal sobre esa materia, éste haría parte de las competencias propias del Legislador estatutario, al tratarse de una materia que excede el carácter residual y subordinado, que identifica la potestad reglamentaria de la organización electoral”. 

Horroriza, que ejercida la acción de cumplimiento conforme a las voces de la Corte Constitucional que la definen como: “La acción de cumplimiento es un mecanismo judicial mediante el cual se pretende obtener cumplimiento a mandatos expresos contenidos en normas con fuerza material de ley o actos administrativos…” cuya pretensión está dirigida a “…que se garanticen derechos de orden legal o que la administración aplique un mandato legal o administrativo, específico y determinado, procede la acción de cumplimiento”, los accionados sostengan que toda la actuación está enmarcada en la Constitución y la ley, de cuyo cumplimiento [como ordenamiento jurídico] se sustraen de manera deliberada, con plena conciencia, diría, de la ilicitud en que incurren.

Por respeto no dijimos nada distinto y respecto a la sentencia de tutela fallada por la Sala Civil del Tribunal Superior de Medellín contra el CNE que no era más que una “carta de amor dirigida a quien no es el amante y además enviada a una dirección equivocada”. Ninguna autoridad, ni en sede administrativa y menos en sede judicial puede ordenar a otra autoridad que ejerza, cumpla y ejecute un acto, una decisión para la cual constitucional y legalmente es incompetente y menos en el contexto de la plenitud sistémica, hermenéutica y filosófica del ordenamiento jurídico.

Hemos supuesto, por cuanto hay “certeza en las dudas” que los miembros del CNE electoral al menos “pasaron por alguna facultad de derecho” como muchos lo hemos hecho por las de Harvard, Georgetown, cuando hemos ido a EE. UU en un tour. No de otra manera puede comprenderse que a “reventar como sapos hinchados” de vanidad se pretendan “magistrados” que como nomenclatura y menos como dignidad les confiera la Constitución y la ley.

Horroriza, la facilidad que tienen ciertos burócratas del Estado colombiano, para incurrir en perjurio y doblemente: primero al jurar al optar el título de abogados y segundo al jurar al momento de tomar posesión de sus cargos y mil perjurios más contra sus seres más queridos, sus familias, sus vecinos, sus conciudadanos, sus amigos, sus universidades, la sociedad en general.

Horroriza, cómo desde Esaú en el relato bíblico, ningún “plato de lentejas” había alcanzado los exorbitantes costos que le ha asignado el “Cartel Electoral” de Colombia.

El “Cartel de la Toga” hizo mucho mal a la administración de justicia y a la justicia misma, pero no perdimos la justicia; ahora con el “Cartel Electoral” estamos perdiendo la democracia, la administración de justicia, la justicia, la libertad, la soberanía y la dignidad humana.

Talvez fue Orwell el que expuso algunas etapas hacia el totalitarismo y entre ellas identificó una de las etapas como aquella en la que: “nos empobrecen la lengua”. Táctica sin lugar a dudas “magistralmente” utilizada por el Consejo Nacional Electoral frente a la revocatoria del alcalde de Medellín y concretada en la reciente Resolución 2124 de 2022.

Protervo, es lo menos que puede decirse del Consejo Nacional Electoral, convertido en un “Cartel Electoral” obviamente en contra de la Constitución, en contra de la ley, en contra de la democracia, en contra de la libertad, en contra de los ciudadanos, de la sociedad y del Estado.

Conforme a las numerosas sentencias, doctrinas y proposiciones filosóficas, incluso abordadas en extenso por la Corte Constitucional y el Consejo de Estado, fortalecimos la tesis, demostrada a través de las sentencias C-150/15 y SU-077/18 que el Consejo Nacional Electoral no tiene ninguna competencia para establecer vía resoluciones reglamentarias ningún procedimiento sancionatorio, ni establecer sanciones para el caso de exceso en los topes de financiación de la revocatoria y menos que pueda aplicar en defecto de su no establecimiento en la ley 1757, las normas electorales de las leyes 130 y 1475.

Nunca antes de este escrito nos vimos tentados a ligar o vincular las acciones cuasidelictuales del Consejo Nacional Electoral y la Registraduría Nacional del Estado Civil con ocasión de la revocatoria con el medio político partidista electoral actual del país, pero, hoy, no nos tiembla la mano para decir o que siguen el libreto regado como peste en Latinoamérica y/o además aplican enormes dígitos de inflación al “plato de lentejas” haciendo inaccesible al ciudadano común la democracia participativa, la libertad, la seguridad jurídica, la dignidad humana.

Hemos repetido que: “Todavía hay jueces en Berlín”. Actuaremos si es menester ante la última instancia nacional en procura de la prosperidad de la acción de cumplimiento que arrebate de las garras del protervo “Cartel Electoral” la vigencia y eficacia de la participación democrática por la realización de la votación de revocatoria en Medellín.

Protervo “Cartel Electoral” que desde la mendaz “unidad de materia” entre leyes estatutarias completamente diferentes, enfila a aplicar a los ciudadanos de Medellín la sanción imprevista en la Constitución y en las leyes 134 y 1757 o falacia de “Pérdida de la soberanía”, como decisión similar a la “Pérdida de investidura” establecida constitucional y legalmente en las leyes 130 y 1475 y sin ahondar en la usurpación de las órbitas de competencia y funcionales del legislador y de la RNEC a través de la espuria Resolución 150 de 2021, cuyo pomposo ARTÍCULO OCTAVO dice: “DEL CERTIFICADO DE LOS ESTADOS CONTABLES. La Sala Plena del Consejo Nacional Electoral en ejercicio de sus facultades constitucionales y legales, previa revisión de los estados contables, el informe presentado por el Fondo Nacional de Financiación Política y demás documentos que considere pertinentes, expedirá la certificación que corresponda respecto al cumplimiento o no de las normas contables y electorales que le sean aplicables y de los requisitos establecidos en el presente acto administrativo para la presentación de informes de ingresos y gastos de la campaña de recolección de apoyos de cualquier propuesta sobre mecanismos de participación”. Es claro que la ley 1757 en ninguno de sus artículos establece que deba certificarse por parte del CNE, el cumplimiento de normas contables y electorales, y por cuanto la Corte Constitucional ha definido expresamente que el CNE es incompetente para efectos de dichas certificaciones.

Hasta el final seguiremos creyendo que “Hay jueces en Berlín”.

ÑAPA. Si algún argumento entregamos a los conciudadanos en el afán de compartir formación y de servir a mejores proposiciones ajenas, lo único que rogamos es su cita entre comillas. El parto de alguna proposición con sentido y valor, cuesta y duele para ser despojados de ellas de la misma manera que lo está haciendo la organización electoral, eso se llama reconocer, respetar y responder como conciudadanos coherentes.

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¡PETROtríada peligrosa! Columna del Abogado Nelson Hurtado Obando. Twitter: @abogadohurtado

4/17/2022

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Con el paso del tiempo hasta el final puliendo las aristas de nuestras vidas, quizás tarde o en su justo momento llega ese concluir metódico que las almas que se abrazan no necesitan de estrechar sus cuerpos y que los ojos y sus miradas son como presidiarios norteamericanos “soplones, delatores…”, esencialmente agujeros, necesarios facilitadores, cómplices de las fugas de todos nuestros más íntimos y caros secretos.
 
Podríamos morir en un abrazo y ningún abrazo cargará las conciencias de haber matado. Aunque abrasa, el amor más abraza y aunque los brazos se entrecrucen apenas forman refugio, puerta de cierre, pacto sagrado y silencio que solo deja audible el latir de los corazones y el jadear de una pieza fundida de cuerpos indistinguibles. Es ahí, donde nos hacemos un solo y mismo fluido, que nos penetra y que corre por nuestras venas como ríos por cauces subterráneos todos al mar, al mar, al mar…al eterno proceso.
 
Mucho me ha inquietado el facilismo extremo al que hemos llegado o al que nos han traído y en parte con nuestra culpa y complicidad y desde alguna lectura de Kant, me aferré a cuestionar y buscar las aristas cortantes para la crítica del facilismo con el que se recurre a la “sobre demanda” de tolerancia, como si el postulado Kantiano de que ella solo es posible “entre pares” fuera uno de esos “fallos que el mercado mismo corrige”; la virtud “customizada”.
 
Facilismo que por insuficiencia de la virtud debió recurrir y no de ahora, sino desde hace muchos años [Fundación Rockefeller] a la resiliencia orgánica y física de seres vivos e inertes, esencialmente hechos con la potencia de adaptarse, de recuperar sus estados y sus formas como la lombriz a la que vuelve a crecer la parte amputada o la pelota que se achata con la pared con la que choca y “reacciona” y vuelve a su esfericidad. 
 
Ya hemos andado un buen trecho del sinuoso camino; de la virtud: aguantar, soportar, resistir con paciencia avanzamos a la resiliencia como estado impostor de “desmemoria” en su empaque “verde natural de ecoperdón y ecoolvido”.
 
Y había que completar la “santísima trinidad social” ante la concienciación de la insuficiencia de la alianza virtud tolerancia-resiliencia para aguantar, soportar adaptar y recuperar estados y formas de individuos y comunidades y como pegante o aglutinante de la débil alianza ha debido recurrirse a la “customización” del perdón extraído con fórceps como residuo de humanidad que queda en algunos animales humanos y extrapolarlo como “perdón social”.
 
Primero nos expropiaron el lenguaje y La Palabra y la música y la poesía y los diccionarios de la Real Academia de la Lengua y los diccionarios de los enamorados y los alfabetos para ciegos y el lenguaje de señas y de las miradas furtivas aunque todo el mundo las esté viendo y destruyeron los ritos del inefable “amor ciego” y ya nada es lo que la palabra dice, ni la palabra es lo que dice, ya no sabemos siquiera si la palabra es, ni si es lo que se dice y de tal modo que ya no tenemos memoria, por el irrefrenable deseo de olvido apenas sintiendo dolor por los árboles talados que se consumieron Kant, Kierkegaard, Austin, Wittgenstein, Bertalanffy, etc., en el papel usado en sus escritos…del pasado y borraron la “creencia por ser creencia” que: “no puede cortarse una rosa sin que se perturbe una estrella” y ya el “domesticar nuestra propia rosa” legado en El Principito tiene la lectura de los “intelectuales seriales” en palabrejas de dominación, esclavitud, alienación, lucha, ferocidad, odio…porque para ellos sí son las palabras y sí son lo que dicen y el resto de mortales mientras tanto no vamos siquiera equivocados, sino en eterna huida.
 
Tolerancia-resiliencia a las que ya sabemos se “acoplan algunos cerebros” en los que aún no se puede leer su “totalidad eléctrica”, pero a los que se les puede incorporar todo lo que “deben y han de tener por leído” desde la cajita de “diccionario universal” que contiene, por supuesto y enjaulados a Mizaru, Kikazaru, Iwazaru, los “tres monitos sabios”, como para que no sea muy visible la nueva condición propia de monos sabios.
 
Así, la tolerancia-resiliencia nos cubrirá los ojos, las orejas y las bocas. No veremos el mal, no escucharemos el mal, no diremos el mal y la demanda de “tolerancia” será cada día más creciente, mientras crecen en progresión geométrica los monos sabios resilientes.
 
Perdida por saturación la utilidad de la tolerancia-resiliencia haciéndose inocuas en el “cuerpo social de los monosabios” y aunque en “fase de experimentación” se trajo a cuento la “tercera dosis” salida de los laboratorios de la “izquierdocidad global” en presentación de “cuentas de camándula” de Santo Rosario cristiano, en “pequeñas dosis” de “Perdón Social”. 
 
Bien conoce el "intelectual serial", estratega, táctico, sinuoso, manipulador, que someter al hombre no consiste tanto en atar su cuerpo, como en sofocar su espíritu.
 
¿Qué individuo de la especie animal humano por vacío de humanismo que se hallare no vería plausible el “perdón social”?
 
Mas, no contaron los “laboratorios de la izquierdocidad global” con los “efectos colaterales” que produciría esta “tercera dosis” entre la heterogénea comunidad de monos sabios, oscilantes, en ir y venir de péndulo entre Bukele y Roa Duterte.
 
Tampoco faltaron los empresarios de la [in]formación democrática que vieron “entrampado” al singular filósofo “intelectual serial” de viejo cuño, pero sin ojos y sin cámaras para mirar que los monos sabios aún conservaban algo de su “piloto automático” en buen funcionamiento y que al contrario no fueron entrampados en las redes tendidas del “perdón social”.
 
Y es que el purgante magistral “perdón social” como salido de botica antigua, no solo estaba indicado para “personas adultas”, sino para aquellas que trae un relato de mi pueblo que cuenta que “un día un campesino llegó a la botica de don Efraín y le preguntó que si tenía un jarabe bien bueno para una mujer adúltera”, a lo cual el boticario y dirigiéndose al campesino le responde: “Tengo varios jarabes muy buenos, pero, decime primero: ¿qué tan puta es la vieja?”
 
Inviable la sociedad sin derechos fundamentales, pero perversa cualquier sociedad en la que su garantía de plena vigencia y eficacia quede librada no a la interpretación plausible como sí a su útil acomodo económico-político-ideológico.
 
Es inocultable que el "fundamentalismo de los derechos fundamentales" ha sido  combustible y matriz de odio de las actuales convulsiones.
 
El discurso del empoderamiento, en orden de civilidad, más ha consistido en la devaluación de los derechos fundamentales, la pauperización del derecho y del orden jurídico-legal y el campear de unas y otras consignas, como la del “perdón social”.
 
Las “dictaduras presidenciales democráticas”, las del “izquierdocismo global” no tienen hoy necesidad de cerrar las Cortes; les basta designar en ellas a sus corifeos y esto ha sido un proceso copado en las tres últimas décadas en Latinoamérica.
 
Si la democracia la reducimos a "elegir y ser elegido" diremos que Chile vivió su proceso democrático, pero, si vemos el "proceso democrático" de Chile, como estrategia exitosa de "todas las formas de lucha", sabremos que, Chile perdió su democracia. 
 
Ergo, en Colombia, no es de ahora, ni de dos décadas atrás que estemos concurriendo a las urnas a elegir en nombre de la democracia “al menos malo” y forzados por el miedo y el terrorismo en todas sus especies, aquí en alguna medida nos hemos adaptado al mundo actual, mundo cuyos signos distintivos son el miedo, el temor, el riesgo, el terrorismo, la incertidumbre como lo plantea U. Beck, mundo frente al cual podemos predicar que también nos ha proveído de otras violencias que se suman a las nuestras y para las cuales también nos ha proveído de las mismas armas, no así siendo eficaces las distintas recetas para la paz.
 
En las últimas recetas para la paz, la del “perdón social” si tocara escoger entre dos filósofos marxistas: J. Derrida y A. Gramsci, indudablemente me quedaría con Derrida, quien en alguna medida ha sido honesto desde la crítica al trabajo del obispo Tutu.
 
Necesario es recordar que el concepto de “Tercera Vía”, fue mencionado por el presidente Santos en la versión de su amigo Tony Blair, una tercera vía política abierta en tapete rojo en Colombia para la “izquierdocidad global” y que en algo coincide con la propuesta por Tutu en cuanto a como perdón social, encarna verdad y responsabilidad, lo que en el sentir de los colombianos no se ha logrado a través de la justicia transicional vigente.
 
De ahí que los efectos colaterales de la propuesta de “perdón social” hecha por el candidato presidencial Petro, le ha pasado cuenta de cobro express, porque en Tutu como en Petro “perdón social” es el ampuloso término que político-jurídico-legalmente abraza amnistía y/o indulto general de lo cual el primer beneficiado sería el mismo Petro, quien apenas sí ostenta el status de “desmovilizado”¿? del M-19. 
 
En algún escrito decía Derrida de la inescindible relación del olvido-perdón, en alguna medida similar a Kant sobre la imposibilidad de la tolerancia entre quienes no son pares, entre quienes por plausible que sea no pueden ser pares, sin abandonar su humanidad de la que algo queda por monos sabios que vayamos.
 
La proposición del “perdón social”, en boca del señor Petro no puede aislarse de la “izquierdocidad global” y menos de la cubana con su expansión dominante por Latinoamérica desde el Pacto de Sao Paulo y el Grupo de Puebla que sigue por mucho que se pretenda camuflar de “izquierda progresista” de “izquierda democrática”, como una religión política del odio, de la venganza, de la destrucción a lo cual resuena como mandamiento y como dogma lo dicho por el Ché Guevara: “El odio como factor de lucha, el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones naturales del ser humano y lo convierte en una eficaz, violenta, selectiva y fría máquina de matar. Nuestros soldados tienen que ser así, un pueblo sin odio no puede triunfar”.
 
El “perdón social” del candidato Petro, no es entonces aquel en que podríamos morir fundidos en un abrazo y que ningún abrazo cargará las conciencias de haber matado. Que aunque abrase, el amor más abraza y aunque los brazos se entrecrucen apenas formen refugio, puerta de cierre, pacto sagrado y silencio que solo deje audible el latir de los corazones y el jadear de una pieza fundida de cuerpos indistinguibles. Es ahí, donde nos hacemos un solo y mismo fluido, que nos penetra y que corre por nuestras venas como ríos por cauces subterráneos todos al mar, al mar, al mar…al eterno proceso. No es este el ofrecido “perdón social”.
 
Desde el cálculo en medio de la rapiña, desde el interés personal, político, económico e ideológico, desde la utilidad, ninguna convicción-acción política puede tener valor y sentido humano-humanista como para que tal sea el “perdón social” que debe ser con sus fuertes raíces religiosas en todos los credos y en todas las culturas, a lo que como buen cristiano finalmente diría que el señor Petro le ofrece a Colombia un “perdón social” maniqueo recordando que “Cristo condenó la venganza, pero no dijo nada del desquite”.
Qué diría Francia, ¿Cristo o el Ché Guevara? 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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REVOCATORIA: “largos pantalones cortos”. Columna del Abogado Nelson Hurtado Obando. Twitter: @abogadohurtado

4/10/2022

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Vais equivocados. Llevamos en la piel vuestras cicatrices y las heridas aún sangrantes desde la prehistoria de cada uno de vosotros y de toda la humanidad. Los abogados tenemos un alma hecha de sauce y de acero; del sauce, la humildad para inclinarnos ante la tormenta para que no nos rompa, ni nos descuaje y del acero, la fortaleza y la rigidez para rompernos en añicos, cuando corresponda antes que doblarnos genuflexos.
 
Establece el artículo 314 de la “Sustitución política” [Constitución de 1991] de Colombia, que: 

ARTICULO 314. En cada municipio habrá un alcalde, jefe de la administración local y representante legal del municipio, que será elegido popularmente para períodos institucionales de cuatro (4) años, y no podrá ser reelegido para el período siguiente.
Siempre que se presente falta absoluta a más de dieciocho (18) meses de la terminación del período, se elegirá alcalde para el tiempo que reste. En caso de que faltare menos de dieciocho (18) meses, el gobernador designará un alcalde para lo que reste del período, respetando el partido, grupo político o coalición por el cual fue inscrito el alcalde elegido”.
 
Ni la abogada Gloria Yanet Vélez P, ni quien escribe hemos sido tentados a posar en ningún momento de nada distinto a ciudadanos-abogados-juiciosos-estudiantes sobre el tema de la revocatoria y de manera especial por razón de la conflictividad que en torno a ella se ha generado desde el mismo Estado y sin interés en ascender como “influencers jurídicos”, ni coleccionistas de “likes” y mucho menos de contratos o canonjías o de graduación mediática, espuria y por “ventanilla” como “juristas cum laude”.
 
Lo hemos dicho y reiterado y muy a pesar de que nuestras visiones sobre el entramado jurídico-legal supere el contexto de las frías normas nacionales, para situarlo en el discurso del paradigma de la “Seguridad Humana” y las vertientes del neoconstitucionalismo-izquierdocista global, el relativismo en todos los órdenes, el pragmatismo en un mundo de vértigo, la minusvalía de los Estados nacionales y la supremacía de sistemas jurídico-legales globales y con inocultable pretensión de validez general y universal, ajenos a los distintos pueblos y culturas en un avance de revaluación y destrucción, sin consideración al peso axiológico en la civilización humana y en la dignidad humana, que es como si se hubiese confundido el “silencio de los fusiles” con el estado real de postguerra: la paz en “UCI” durante más de siete décadas.
 
Algún exmiembro del Consejo Nacional Electoral ha dicho que solo hasta antes del 31 de mayo de 2022, se podría hacer la votación revocatoria para que a más tardar el 30 de junio de 2022, se pueda realizar la elección de quien deba reemplazar a Quintero si le es revocado el mandato y faltando más de 18 meses para terminar su período.
 
Dentro de los requisitos constitucionales y legales para la procedencia de la revocatoria, está que se solicite y se realice entre el segundo y tercer año del mandato o cuando hayan transcurrido mínimo doce meses del inicio del mandato y no falte menos de un año para su terminación.
 
En la original Constitución de 1991, antes de la “Sustitución” vigente, el texto del artículo 314 decía: 

“ARTÍCULO 314. En cada municipio habrá un alcalde, jefe de la administración local y representante legal del municipio, que será elegido popularmente para períodos de tres años, no reelegible para el período siguiente.

El Presidente y los Gobernadores, en los casos taxativamente señalados por la ley, suspenderán o destituirán a los alcaldes.
​

La ley establecerá las sanciones a que hubiere lugar por el ejercicio indebido de esa atribución. 
 
La ley 134 de 1994 en el artículo 75 preveía que revocado el alcalde, la facultad de designar el alcalde de reemplazo hasta la terminación del período correspondía al presidente o gobernador, disposición que fue declarada inexequible por la Corte Constitucional en sentencia C-180-94 y con la precisión que la designación del reemplazante era en interinidad o encargo hasta que se produjera la elección, dando prevalencia a la Constitución que establece que los alcaldes han de ser elegidos popularmente.
 
Con fundamento en el discurrir histórico, hemos sostenido que entre los mandatos constitucionales y legales de excelso “gatopardismo” en Colombia, se halla el de la revocatoria del mandato.
 
Es así como los congresistas, antes que propiciar la participación democrática y su progresividad impusieron como principio constitucional el de “que todo cambie para que nada cambie”.
 
En efecto, el “mico-condición” establecido en la ley 134, artículo 75, sobre la facultad del presidente o gobernador de designar reemplazo definitivo para el alcalde revocado en consideración al tiempo faltante para terminar el período, la hizo saltar el Congreso, de la ley al cuerpo normativo mismo de la “Sustitución vigente”en el actual artículo 314, desde donde el “animalito” se devora en “combos”, ciudadanía, canonjías, burocracia, presupuesto, contratos, legitimidad, gobernabilidad, juridicidad, legalidad, buena fe, confianza legítima, debido proceso, seguridad jurídica, igualdad, justicia, dignidad humana, soberanía popular y democracia. 
 
En efecto, a la revocatoria del mandato son aplicables las normas de remisión a la ley estatutaria electoral (1475) en lo que no sean incompatibles y así de la ley 134 son aplicables disposiciones de los artículos 91 a 98 para los fines de la VOTACIÓN de la revocatoria y el artículo 106 para los fines de la ELECCIÓN del alcalde de reemplazo, en tanto la revocatoria no es un acto electoral, como sí lo es la elección.
 
Trasegando por las numerosas sentencias de constitucionalidad C-011/94, C-180/94, C-448/97, C-150/15, SU-077/18, no encontramos una sola línea que en relación con los mecanismos de participación democrática -revocatoria del mandato-, de manera expresa, clara, diáfana, atribuya al Consejo Nacional Electoral la facultad y la competencia para certificar y expedir certificación sobre los estados contables de la revocatoria y mucho menos que la competencia para investigar “excesos en los topes de financiación” en la revocatoria que le otorga el inciso final del artículo 35 de la ley estatutaria 1757 y en los términos de la sentencia SU-077/18 tan siquiera le habilite para usar de la repudiable analogía para aplicar el procedimiento sancionatorio previsto en la ley estatutaria electoral 1475 en su artículo 26 y concordantes con el artículo 183 de la Constitución y la Resolución 1437 de 2003 y menos aplicar la Resolución 150/21y mucho menos el procedimiento sancionatorio del CPACA.
 
No hay una sola norma con entidad de ley estatutaria que entregue competencia al Consejo Nacional Electoral para “suspender” el trámite de la revocatoria, como en efecto está probado que fue suspendida, con la expedición en sentido contrario del auto del 5 de abril de 2022, por medio del cual: “se levanta la suspensión decretada mediante Auto de 13 de enero de 2022 y se exhortará al Fondo Nacional de Financiación Política y Campañas Electorales para que presente ante la Sala Plena de la Corporación lo de su competencia” y suscrito por el miembro de dicho consejo señor César Abreo.
 
Que los demás miembros de dicho consejo ahora se despeluquen y “se despachen” en contra del señor Abreo, en necesaria y “cómplice solidaridad de cuerpo” como propiciadores en buena medida por omisión y silencio de las tropelías propiciadas por Abreo, no los libera de las responsabilidades que les caben por el daño irresarcible, irreparable ya hecho al Estado Social de derecho, democrático y participativo, al ordenamiento jurídico nacional y bloque de constitucionalidad, a la débil noción de patria, a la frágil vivencia de la democracia, al atributo de la soberanía popular y a un sinnúmero de derechos fundamentales y colectivos por la abrogación y consecuente imposición no normada, sino armada, de decisiones producto no del error sino de la arbitrariedad de un sujeto que imaginamos que al tomar posesión del cargo y acceder mensualmente al cobro del sueldo juró cumplir con la Constitución y las leyes y garantizar mínimamente las proposiciones constitucionales del preámbulo y los artículos 1° a 5° del actual pacto político la  “Sustitución de 1991” y que decidió “motu proprio¿?” romperlo para poner un petardo o una mina más al fortalecimiento de la avanzada discurso-acción de la antidemocracia en Colombia.
 
Hay quienes se soslayan con la “solución mediatista” que pudiera destrabar el proceso de la revocatoria y es respetable y no obstante, en nuestras convicciones de vida como personas-ciudadanos-abogados-docentesno podemos renunciar, por ser como sauces, a rompernos en añicos como el acero.
 
Y saliéndonos conscientemente de las formas cultas de la juridicidad, del buen decir, de la etiqueta, del buen sentarse a la mesa, solo podemos decir para cerrar que: cortos son los pantalones largos de algunos “masculinos”, ante los largos y bien puestos pantalones-cortos de excelsas damas, como la inmolada y esa sí, Magistrada, Fanny González Franco que subida al patíbulo, al mismo al que hoy los mismos de entonces quieren subir a todos los colombianos y que en sus últimos instantes de vida y como premonitoriamente, dictó, para ante la boca de fuego de un fusil convertida en micrófono y para los actuales señores servidores públicos miembros del consejo nacional electoral y registradoras especiales delegadas en Medellín y para “todo el país y todo el mundo” y para todos “los juristas” y para todos los conciudadanos colombianos el que debería ser el juramento que constitucionalmente se exija en Colombia al tomar posesión de cualquier cargo público o privado y que espera uno, que, por lo menos, si los señores del CNE y de la RNEC, no lo conocían o lo olvidaron, no sea demasiado tarde cuando camino al patíbulo sus conciencias se los recuerde:
 
“Por voluntad de Dios y autoridad de la Ley, vine a la Corte a administrar justicia en nombre de la República de Colombia... no a llorar ni a pedir clemencia. Dios está conmigo y me ayudará a conservar mi dignidad de magistrada. Si es designio de Dios que yo muera para que se conserven inmaculadas las instituciones jurídicas y vuelva la paz a Colombia, entonces que Dios, el Presidente y las Fuerzas Armadas salven la Patria. Muero, pero no me doblego”.
 
Sea este nuevo juramento la mejor expresión de toda felicitación a la colega Gloria Yanet Vélez P., en su cumpleaños, para quien ni en relación con su edad es practicante de ningún “secretismo”. Dios le bendiga con más “envejecer” con salud, paz y sabiduría, viviendo lo que es, VIVIR.
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Colombia “Compraventa de cosa ajena, falsa tradición y lesión enorme”. Columna del Abogado Nelson Hurtado Obando. Twitter: @abogadohurtado

4/3/2022

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De la lógica elemental aprendimos de Aristóteles los tres principios capitales: de identidad, de no-contradicción y tercero excluido y el cuarto agregado posteriormente y en discusión llamado principio de razón suficiente.
 
A pesar del título que enuncia dos institutos socialmente legítimos y lícitos bajo específicas condiciones jurídico-legales, me atrevo a relacionarlos en un contexto ampliado con los tres principios de la lógica formal y en vínculo con la llamada seguridad jurídica, para apenas mencionar que solo puede ocurrir en Colombia que una autoridad certificadora, respecto de un mismo objeto y para finalidades distintas en un período de un mes pueda extender dos certificaciones completamente diferentes y con efectos jurídicos en ambos casos lesivos de los derechos de un ciudadano, contrarios a los principios, valores y fines constitucionales, al derecho económico fundamental de propiedad privada, de tal modo que según las dos certificaciones, el mismo objeto y bajo la lógica jurídica: es y no es al mismo tiempo permitido y prohibido, o que dos conceptos jurídicamente contradictorios entre sí, son ambos válidos o que entre dos conceptos jurídicos opuestos solo uno puede ser válido.
 
No sé cuándo, ni cómo, ni dónde empezó el “bazar Colombia”, ni cuándo la luz rompió los cristales que atraviesa, ni cuándo en las “ferias de la transparencia” perdimos las pupilas. Cómo recuerdo al cura de mi pueblo procurándome su regaño -que agradezco- por haber dicho y escrito en un “papel de la calle” y en medio de la efervescencia política de la juventud que: << “Dios dijo: hágase la luz” y la luz nos rompió las pupilas, creando en el mismo instante a los tuertos para que fueran reyes de los pueblos de ciegos>>.
 
“Compraventa de cosa ajena y falsa tradición y lesión enorme” y otros institutos, tal parece que rompieron “las redes del poema” del Código Civil y desaforados saltaron a reproducirse en serie bajo toda suerte de “tecnicaturas jurídico-económicas”, por “vías sin semáforos” y al ojo de miles de “cámaras” que no vigilan, lo que no las hace inútiles [como llegamos a suponer] sino que las convierte en “pajillas crioconservadas” de “imágenes para inseminación y reproducción masiva gratuita” no desde “las redes de un poema”, sino desde “Meta, Whatsapp, Twitter, Instagram…”,  medios por los que la “humanidad marcha convencida que propinó la final derrota a todos los imposibles y a todas las incertidumbres”, por la virtuosa magia de millones de “aparatos interconectados a cada instante y en tiempo real”, libres de “poemas, libres de normas, de autoridades” desde las cuales hasta “se protesta por la paga” contra “todo autoritarismo”.
 
“Compra y venta de cosa ajena y falsa tradición y lesión enorme” que no se sufren y no se padecen en tanto la seguridad [humana] ha sido confiada a un buen “software antivirus” a un “certificado SSL…” o en casos extremos a la “marihuana medicinal o recreativa”. 
 
“Compra y venta de cosa ajena y falsa tradición y lesión enorme”, por las que a los colombianos <<nos venden todo lo ajeno que no queremos, ni necesitamos comprar y  “nos compran” incluso lo poco propio que “juramos nunca ni siquiera pensar vender” y a sabiendas que jamás nos quieren pagar>>, excepto con un “efectivo like” y bajo la “inducida inocencia” de creer que “entregar contiene a dar” y de tal “modo” que hasta olvidamos que: “Por la sangrante herida de nuestro inmenso amor…”
 
Que sobre un mismo hecho y punto de derecho y por finalidad de la plena garantía del derecho fundamental a la propiedad privada y a la vivienda digna, un servidor público “certifique” respecto de un mismo bien inmueble que: “A es A” y “A no es A” y que ambas certificaciones son “válidas” a la “imagen que ven sus ojos que no miran” va más allá de todo “exceso ritual manifiesto”. Colombia en “Compra y venta de cosa ajena y falsa tradición y lesiones enormes”, pero democráticas.
 
Y que el 13 de marzo en ejercicio del derecho fundamental a elegir y ser elegido y renunciando a “la elegancia” que se tuvo en las “elecciones de 1970” se hubiera por lo menos “contaminado el proceso electoral”, no deja duda a proclamar: ¡Colombia en “Compra y venta de cosa ajena y falsa tradición y lesiones enormes”, pero democráticas!
 
Igual, que el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Registrador del Estado Civil (RNEC) “se inventen” un procedimiento no establecido en la ley de revocatoria o que quieran aplicar el procedimiento sancionatorio de la ley electoral, no autorizado legalmente o que quieran aplicar el procedimiento sancionatorio del CPACA excluido expresamente para este asunto o que el CNE “quiera certificar” lo que la Constitución y la ley no le mandan o que un juez [colegiado) “le ordene certificar” lo que no está en el ámbito de sus competencias constitucionales y legales y que mientras “tintos y tintas van y vienen” el RNEC se haga el “de la vista gorda” para no notificar al presidente no deja duda a proclamar: Colombia en “Compra y venta de cosa ajena y falsa tradición y lesiones enormes”, pero democráticas!
 
Del mismo modo, que en Colombia se “ejerza el derecho a la protesta por la paga”, mientras los ciudadanos, -digamos, medio buenos ciudadanos- nos dedicamos a “disparar trinos” que no apagan los “incendios pagados” de vehículos y otros bienes públicos y privados en las “PPPP” [protestas populistas pacíficas pagadas] o a “obtener los microperforados” pa´l vidrio de atrás, pa´rrastrar la democracia no deja duda a proclamar: ¡Colombia en “Compra y venta de cosa ajena y falsa tradición y lesiones enormes”, pero democráticas!
 
Que Colombia, en la mira de la desestabilización democrática, no de ahora, sino por lo menos desde las cuatro últimas décadas con patrocinios internacionales [dudosos premios Nobel] y alguna connivencia de “sectores nacionales tradicionales” [cúpula capitalista-socialistoide-comunistoide] forjadas al “fuego de la paga” de los mercados, de los presupuestos públicos, de la contratación pública, del “secuestro del Estado” y del servilismo e infidelidad de no pocos servidores públicos, deba enfrentar de nuevo a las camufladas modernas “todas las formas de lucha” de las que no queda duda alguna que se montan desde Medellín bajo la marquilla general de “…siglo XXI” como marca “enchavetada” en Venezuela, pero “registrada para América Latina” desde el Foro de Sao Paulo, no deja duda a proclamar: ¡Colombia en “Compra y venta de cosa ajena y falsa tradición y lesiones enormes, pero democráticas”!
 
Colombia, [y no es que se merezca], sino que precisa de un discurso nuevo, no contemporizador y distinto a la “seguridad democrática, la confianza inversionista, etc.] porque es una verdad de a puño, que el ciudadano “medianamente educado” tiene cansancio del doctor “Uribe presidente” y de “Uribe presidente” como referente malo y peor para todos sus contradictores respecto del acontecer nacional, pero también como que sea el único punto de fuga o única estrella luminosa en el firmamento democrático colombiano.
 
No es de ahora la inequidad, la pobreza, la desigualdad, la exclusión, la corrupción que cual putrefacto estercolero anega la débil ficción democrática del “alma y la voluntad nacional y popular”; no es mal endémico, sino pandémico y menos mal que tampoco es bicho que llevemos los colombianos en nuestro ADN.
 
¡Colombia en “Compra y venta de cosa ajena y falsa tradición y lesiones enormes, pero democráticas”! Abierto está el “mercado del miedo”, que no es tampoco de ahora [Gramsci] y de cuyo discurso sobre la educación, no distan, en contexto, las prédicas de los actuales candidatos presidenciales, en especial el monodiscurso del señor Fajardo. Habíamos escrito en alguna ocasión: los extremos ya no se repelen. Extraña uno en “el educado” que sus “conectores ideológicos” estén como “monjas en clausura”.
 
¡Colombia en “Compra y venta de cosa ajena y falsa tradición y lesiones enormes, pero democráticas”! Abierto está el “mercado del miedo” y por la formación socio-cultural como colombianos, el miedo también se vende desde los templos cuando los ojos perciben un Petro arrodillado ante el Crucifijo y no porque dudemos de la probabilidad de su “autocrítica y reconducción”, sino por la apelación en un debate electoral al “trinitrotolueno religioso” como explosivo de alto poder, al que también “tibiamente” se ha acercado don Fajardo diciendo que: “todos los días al levantarse, ora”.
 
¡Colombia en “Compra y venta de cosa ajena y falsa tradición y lesiones enormes, pero democráticas”! Abierto está el “mercado del miedo”, miedo que no es una ficción, que no es una “predicción de horóscopo”, pues como la energía, el modelo socialismo-comunismo “no se destruye, se transforma” para no escapar a los beneficios de la economía capitalista de mercado, ni a las ventajas de “ser insertados y reinsertados” a la democracia, cuando es visible que sus nuevos constructos ideológicos no apuntan tanto al control político de los países  a través “de fieles agentes nacionales”, como a la consolidación del saqueo económico como si se tratara de una tara del antiguo “laissez faire, laissez passer", sin que se haya estudiado a fondo la expresión de Deng Xiaoping que dijo: “enriquecerse es glorioso”, celebrando la incursión capitalista en el régimen comunista chino y sin que para ir muy lejos, solo baste mirar como la Rusia de Putin acaparó y bajo su absoluto control cerca del 90 % de las reservas de oro de Venezuela.
 
¡Colombia en “Compra y venta de cosa ajena y falsa tradición y lesiones enormes, pero democráticas”!Abierto está el “mercado del miedo”: tres hinchas MÁS de equipos de fútbol pierden la vida “por su equipo” enfrentados en una carretera, lejos de su ciudad, lejos de su familia, de sus amigos, de sus conciudadanos, porque somos “extraños extranjeros en el propio suelo”, pero, como la economía indica que crece el “PIB”, entonces “educación, educación, educación” y más “escuelas de fútbol”.
 
¡Colombia en “Compra y venta de cosa ajena y falsa tradición y lesiones enormes, pero democráticas”! Abierto está el “mercado del miedo”, el que da “rating” por TV, radio y prensa, el que baja la “nitidez y la duración de las imágenes”, cuando los miembros de la policía o del ejército son acosados y vejados por fuego y plomo y secuestrados por “cívicos ciudadanos” en acciones ya no de “reivindicaciones históricas”, sino de “venganzas históricas”, como venganza de los buenos “Abel”, contra todos los malos “Caín” o contra todos por ser parientes próximos o lejanos de ladrones, maricas y putas venidas de España o de África o de los nativos del suelo Latinoamericano y contra todas las generaciones presentes que en “esos pasados de conquista, colonialistas, neocolonialistas, ancestrales, etc.”, ni siquiera éramos contenidos de ninguna vesícula seminal. 
 
¡Colombia en “Compra y venta de cosa ajena y falsa tradición y lesiones enormes, pero democráticas”! Abierto está el “mercado del miedo”, desde la [IN]seguridad solo asociada a bandidos, delincuentes, criminales, de esos que nos sacan sangre o nos arrebatan la vida y la casa y la finca y el sueño tranquilo de la noche y los proyectos de vida o los planes de negocios o a los que no toleran que el auto propio sobrepase en la calle o en carretera al de ellos, o a los que ven en una direccional trasera una orden de “no le ceda el paso a ese hijueputa” o a los que en la asamblea de la propiedad horizontal van a buscar se les reconozca el “derecho al ruido” sobre la almohada del vecino del piso de abajo o a que se les reconozca el “derecho a la hijueputez” de apropiarse de un parqueadero de visitante para otro auto propio, sin que le cueste predial ni expensas comunes mayores o el que asiste a que se le reconozca el “derecho a ser obedecido” por el vigilante-rondero para que le saque el perro a “miar”, le lleve la leche, la prensa y los huevos…
 
¡Colombia en “Compra y venta de cosa ajena y falsa tradición y lesiones enormes, pero democráticas”!Abierto está el “mercado del miedo”, que no es de ahora que al “agua le revuelvan leche” en Colombia, ni que miles de niños se levanten sin desayuno y se acuesten sin comer, ni que a otros tantos se les convierta en los objetivos del Programa de Aniquilamiento Escolar [PAE]…talvez sean estos y otros los precios que debemos pagar por el acostumbramiento indiferente a que <<nos vendan todo lo ajeno que no queremos, ni necesitamos comprar y a que “nos compren” incluso lo poco propio que “juramos nunca ni siquiera pensamos vender” y a sabiendas que jamás nos quieren pagar>>. 
 
Asunto de dignidad, de vigencia y mejoramiento democrático de la calidad de vida de todos los colombianos es la elección del próximo presidente de la República y el voto del ciudadano de carne y hueso, debe ser esa certificación fundada en los principios de identidad, no-contradicción y tercero excluido que nos legó Aristóteles, lo que en buen decir paisa no es más ni menos que repetirle a Colombia, “bueno, ya lo sabe, blanco es, gallina lo pone y frito se come”. Después, no bastarán “los huevos”. 
 
Preferimos un sancochito de “gallina Knorr” pa´tres o cuatro, que un “vale pa´un mercado virtual”.

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Medellín, “En un camino recto nadie se ha perdido” Columna del Abogado Nelson Hurtado Obando. Twitter: @abogadohurtado

3/24/2022

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Celebro la tutela que por lo menos destraba el avance del proceso de revocatoria en la ciudad de Medellín y lo celebro como ciudadano que no creía en ella en su inicio y que me sumé cuando sus promotores habían hecho la parte del trabajo duro en la calle.
 
Y me sumé como ciudadano-abogado porque pude percibir que estaban pesando mucho más “otras consideraciones” que el peso de la Constitución y la ley.
 
La organización electoral en Colombia tiene su origen en la Constitución en dos entes: el Consejo Nacional Electoral (CNE) y la Registraduría Nacional del Estado Civil (RNEC). Ambas entidades son independientes, autónomas entre ellas no hay relación jerárquica de superior-inferior, pero en razón de sus funciones hay interdependencia funcional y debe existir colaboración armónica en aras de los fines superiores del Estado Social de derecho democrático y participativo y de manera especial a mantener incólume el derecho fundamental a elegir y ser elegido y a la participación democrática de los ciudadanos en el ejercicio del control político sobre sus autoridades.
 
Dos cuerpos de leyes gobiernan los asuntos a cargo del CNE y de la RNCE. Uno, el de la ley estatutaria 1475 y otro, el de la ley estatutaria 1757.
 
La ley 1475 regula todo atinente a la formación y reconocimiento de partidos políticos, candidatos y elecciones, los topes a la financiación de las campañas, inhabilidades e incompatibilidades, prohibiciones y la facultad del CNE para investigar y promover la pérdida de investidura de congresistas, diputados, concejales, gobernadores y alcaldes, expresamente por exceder los topes de financiación de campañas electorales.
 
La ley estatutaria 1757 regula todo lo concerniente a la participación democrática, como lo es la revocatoria del mandato y desde los artículos 40, numeral 4°, 259 y 103 de la Constitución por el derecho fundamental a elegir y ser elegido y desde el voto programático que marca el cambio del Estado de democracia representativa a democracia participativa en armonía con el artículo 3° constitucional que establece que: “La soberanía reside exclusivamente en el pueblo”.
 
El hecho que la Constitución establezca que los miembros del CNE deben reunir las mismas calidades de Magistrados, no los convierte en magistrados del CNE apreciación con fundamento en los artículos 232 y siguientes de la Constitución: magistrados solo son los de las Altas Cortes y los Tribunales de la Rama Judicial, de la administración de justicia.
 
Quizás, el que los miembros del CNE gusten de autodenominarse “magistrados” sea una “piedrita en el camino” en la vieja versión de llegar a constituir, no en el CNE, sino la CNE (corte nacional electoral) y ¡Dios nos libre y nos favorezca!
 
Así, rebosada la copa de la revocatoria en Medellín, con el “caos planeado” de las elecciones del 13 de marzo, hasta se piensa que ser “magistrado” del CNE, sin serlo, más es un “alias” que una dignidad.
 
Pretendieron el CNE - RNEC - DANIEL QUINTERO, castigar a la ciudadanía de Medellín con la “pérdida de la investidura” de la soberanía popular.
 
La participación democrática -revocatoria del mandato- decimos, que, es un instituto de naturaleza dual: derecho fundamental y soberanía popular en ejercicio del control político sobre los servidores públicos de elección popular y que pensamos que podría hasta extenderse por la causal de “insatisfacción ciudadana” a otros servidores públicos vinculados por elección de cuerpos colegiados (CNE-RNEC) y hasta de servidores públicos por relación legal y reglamentaria. Llegará el día.
 
La revocatoria del mandato, no es un acto electoral y por tanto no está regido por la ley estatutaria electoral 1475 y sí en su totalidad por la ley estatutaria 1757, que solo hace una remisión a la ley electoral en su artículo 39 que establece: “Remisión. Las reglas sobre publicidad, encuestas, escrutinios y reclamaciones vigentes en la normatividad electoral aplicarán a los mecanismos de participación ciudadana que requieren de votación popular” y en concordancia con el artículo 35 que preceptúa: “Límites en la financiación de las campañas. El Consejo Nacional Electoral fijará anualmente la suma máxima de dinero que se podrá destinar al desarrollo de una campaña a favor, en contra o por la abstención de mecanismos de participación ciudadana y la suma máxima de los aportes de cada ciudadano u organización, de acuerdo con las reglas establecidas en el Artículo 12 de esta ley. Asimismo podrá investigar las denuncias que sobre incumplimiento de dichas normas se presenten”.
 
En la ley 1757 de revocatoria del mandato, el legislador no estableció unas reglas de procedimiento para la investigación, para el caso de denuncias por exceso en los topes de financiación de la campaña revocatoria, ni estableció ninguna sanción, ni determinó quien sería el responsable por violar la ley por exceso en los topes de financiación.
 
Tampoco el legislador de la ley 1757 le otorgó al CNE ninguna otra facultad reglamentaria que la concedida en el artículo 14 que dice: “Plazo para la verificación de apoyos ciudadanos a una propuesta de mecanismos de participación ciudadana. La Registraduría del Estado Civil deberá realizar la verificación de la que trata el artículo anterior en un plazo máximo de cuarenta y cinco (45) días calendario. El Consejo Nacional Electoral, dentro del término de seis meses contados a partir de la vigencia de la presente ley, deberá expedir el acto administrativo que señale el procedimiento que deba seguirse para la verificación de la autenticidad de los apoyos”, facultad que ejerció y agotó el CNE con la expedición de la Resolución 6245 de 2015.
 
Ergo, ni en la ley electoral, ni en la ley 1757, se encuentra una norma que establezca en favor del CNE el ejercicio delegado permanente de la facultad de reglamentar la ley estatutaria de mecanismos de participación democrática, como es la revocatoria del mandato, ni tampoco lo hizo el legislador estatutario en la ley electoral 1475, ni en las leyes 131 y 134 de 1994.
 
Sobre la incompetencia del CNE para “certificar” sobre cumplimiento de los “requisitos constitucionales y legales” de la revocatoria que define la ley 1757, basta mirar que tales facultades son exclusivas y excluyentes de la RNEC, porque así lo dispuso el legislador en el artículo 15 y parágrafo, como: “Certificación. Vencido el término de verificación del que trata el Artículo anterior y hechas las verificaciones de ley, el respectivo Registrador del Estado Civil certificará el número total de respaldos consignados, el número de apoyos válidos y nulos y, finalmente, si se ha cumplido o no con los requisitos constitucionales y legales exigidos para el apoyo de la propuesta de mecanismo de participación democrática”. “PARÁGRAFO . El Registrador del Estado Civil correspondiente no podrá certificar el cumplimiento de los requisitos constitucionales y legales cuando el promotor no haya entregado los estados contables dentro del plazo contemplado en esta ley o cuando los estados contables reflejen que la campaña excedió los topes individuales y generales de financiamiento permitidos por el Consejo Nacional Electoral”.
 
Y sobre lo anterior, la Corte Constitucional en su sentencia SU-077 de 2018 y con fuerza de cosa juzgada, sentenció que: “El Consejo Nacional Electoral no tiene competencia para regular el procedimiento para llevar a cabo la verificación de los topes de financiación. Se evidenció que la competencia de las autoridades electorales se concentra exclusivamente en la definición de dichos topes y en la facultad para iniciar investigaciones sobre su posible desconocimiento, mas no en la definición del procedimiento aplicable para el efecto” (Negrillas y subrayas fuera de texto)
 
Es claro entonces que el CNE, con la Resolución 150 de 2021, expedida de espaldas a la Constitución y a la ley 1757, pretendió “someter jerárquicamente” a la RNEC, señalándole “obligaciones y términos” para enviar documentos al CNE, para que este los enviara al “contador” del grupo financiero electoral y que este contador después en “sala plena del CNE” presentara su dictamen sobre el cual posteriormente con alguna “ponencia magistral de malicia indígena” el CNE “certifique sobre el cumplimiento de las normas contables y electorales”. Es con este acto inconstitucional, ilegal e ilegítimo que la “ecuación de dos incógnitas CNE-RNCE” atrancaron por buen tiempo el poder llegar pronto a las votaciones de revocatoria en la ciudad de Medellín.
 
Y hablamos de la “ecuación de dos incógnitas CNE-RNEC”, por cuanto a la luz de la Constitución, la ley y la sentencia de la Corte Constitucional, “el primer término, como el segundo” de esta ecuación, no es que sean “desconocidos”, sino que son desconocedores de la Constitución, la ley y el precedente constitucional que los obliga y máxime como servidores públicos, que tal parece que su juramento fue en los términos de “no cumplirlas, no obedecerlas, no defenderlas”.
 
Nada nos tiembla para sostener que el CNE, sus “magistrados”, pobrecitos, no procedieron por “ignorancia de la ley”, sino y al contrario, por “excesivo conocimiento de la ley” y que el RNEC de (Bogotá-Medellín) quisieron “pasar de agache, de aguante” y que de este modo el CNE ha incurrido en presunta responsabilidad bajo otras normas por “ACCIÓN y EXTRALIMITACIÓN y ABUSO DE FUNCIÓN PÚBLICA”  y el RNEC en mínimamente por “OMISIÓN” materializados o en acto administrativo, resolución, providencia o concepto manifiestamente contrarios a la ley.
 
No hay de parte nuestra ninguna oposición al cumplimiento de la sentencia de tutela proferida por el Tribunal Superior de Medellín y en el término allí concedido, lo que celebro como ciudadano al igual que todos los ciudadanos que cargaron el pesado bulto de promover y traer hasta esa instancia el proceso de la revocatoria.
 
Pero, mi contento ciudadano, es descontento como abogado porque: la tutela no puede convertirse en la “lavadora” de todas las acciones inconstitucionales, ilegales e ilegítimas propiciadas por el CNE-RNEC y menos en la “lavadora de todas sus conductas contra el orden jurídico, contra la democracia, contra la soberanía popular, contra el control político y contra la dignidad humana de cada ciudadano” de Medellín. 
 
En una sola vez que me reuní con Andrés Rodriguez “el promotor de la revocatoria” y por tanto el responsable legal de la misma, le dije: no soy penalista, pero le digo que usted ni siquiera presuntamente se halla incurso en violación a ninguno de los tipos penales electorales”.
 
Y, es que como abogado comprendo que la ciudadanía esté feliz con este destrabe de la revocatoria por vía de tutela y en esa misma medida espero que me comprendan mis conciudadanos, que como ciudadano-abogado el fallo de tutela, es en mi vida profesional “el bombón que se le embute en la boca al niño pa´que deje de berriar”.
 
Lo escribimos antes y a tiempo, lo que estaba ocurriendo en Medellín obedecía a un “libreto”, lo sostuvimos en los medios @nocturnarcn, etc, y que no era un acto de comedia parroquial, sino como la “premiere” del socialismo-comunismo-izquierdismo-populismo-progresismo o como se quiera llamar esta mierda que recorría a Latinoamérica y con financiación mundial y que para eso habían “minado la Constitución” a base de las nuevas “Sustituciones vigentes” y que de ser una constitución rígida, pasó a ser un “pañito desechable” a lo que es bien importante tener en cuenta lo escrito por un señor Gustavo Bolívar (de Petro) en twitter, así: “Piden reconteo porque nunca habían perdido. Nuestras 50 Curules decidirán el próximo Contralor, los próximos magistrados del CNE, los nuevos magistrados de la C. Constitucional. Por eso están nerviosos. En el fondo quieren sabotear las elecciones presidenciales q tienen perdidas”.(Subrayas y negrillas fuera de texto)
 
Por todo lo anterior, es que no nos dejamos “embutir el bombón” para no quedarnos “berriando pa´dentro” y por eso la ACCIÓN de CUMPLIMIENTO debe prosperar por una razón superior de orden jurídico: a una autoridad incompetente, sin facultad constitucional, ni legal, no hay como ordenarle que cumpla, haga, expida o ejecute una acción o un acto, cuando la Constitución y la ley al contrario precaven que su conducta regular y lícita es una abstensión.
 
Insistimos que es la RNEC quien debe hacer caso omiso del CNE y a esta hora ya debría haber notificado al señor presidente Iván Duque conforme a los artículos 15 y 43 de la ley 1757, única acción que daría fin a esta acción de cumplimiento, pero no a las consecuencias derivadas de la violación del ordenamiento jurídico. 
 
Pueden leer los fundamentos de la acción de cumplimiento en este vínculo: drive.google.com/file/d/1--CgrAq3y87IoGKGBrUDvSKm8M4tn29L/view?usp=sharingy…

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