Colombia traicionada y saqueada. Columna del Abogado Nelson Hurtado Obando. Twitter: @abogadohurtado
Dice el maestro García Amado: “Cuando no quede títere con cabeza ni piedra sobre piedra en nuestros regímenes constitucionales, será tarde para acordarse de lo que significaba la letra de la Constitución o para leer en misa el libro “Esencia y valor de la democracia”.
Colombia ya implica una situación extrema en la que puede que no todo esté todavía en ruinas pero en la que hay caos virulento, lo que sugiere que es en estos momentos de crisis cuando se toma conciencia del verdadero significado y valor de la Constitución, las leyes y la democracia y que no se debe esperar la llegada a puntos críticos o de no retorno para reconocer la importancia de los principios democráticos y constitucionales y el orden normativo legal.
Es un llamado a la reflexión sobre la necesidad de mantener y promover activamente la defensa de los principios democráticos y constitucionales en la sociedad.
El mensaje detrás de las palabras de García Amado es un recordatorio de que los valores y principios consagrados en la Constitución y en la democracia no deben ser tomados a la ligera. En momentos de estabilidad y calma, es fácil pasar por alto su importancia y dar por sentado los derechos y garantías que nos brindan. Sin embargo, en situaciones de crisis, cuando los sistemas políticos y sociales se encuentran en peligro o están en ruinas, es cuando se hace evidente lo valiosos que son. Diría que es en la democracia donde aún se puede resguardar lo que queda de humanidad y humanismo.
Debemos educarnos y familiarizarnos con los principios y valores que sustentan la democracia y la constitucionalidad, y promover su respeto y protección en nuestra sociedad.
En el contexto actual de Colombia, el mensaje de García Amado cobra especial relevancia. El país ha enfrentado desafíos significativos en términos de violencia, desigualdad social, corrupción y problemas políticos, entre otros. La crisis sociopolítica y económica que ha enfrentado Colombia en los últimos años ha llevado a que muchos colombianos cuestionen y se preocupen por el estado de la democracia y la constitucionalidad en el país.
La situación de violencia y conflicto armado, así como la corrupción en distintos niveles del gobierno y la falta de respuesta efectiva a las necesidades de la población, han erosionado la confianza en las instituciones y han llevado a un aumento en la desafección y descontento de la ciudadanía.
Es importante reconocer que la Constitución de Colombia, como en muchos otros países, es la carta magna que establece los fundamentos y los derechos de los ciudadanos, y la democracia es el sistema político que garantiza la participación ciudadana, la justicia y el respeto a los derechos fundamentales.
Es crucial la participación ciudadana activa, en la defensa de los principios, valores y fines y los derechos fundamentales, la lucha contra la corrupción y la promoción de la justicia como elementos claves para fortalecer la democracia.
El respeto y defensa de la Constitución y la defensa de la democracia no solo recae en los ciudadanos, sino también en las autoridades y líderes políticos. Es responsabilidad de los gobernantes y servidores públicos velar por el cumplimiento de la Constitución y la ley y asegurar que las políticas y acciones del gobierno estén en consonancia con los principios democráticos y constitucionales, promoviendo la transparencia, la justicia y el respeto a los derechos de todos los ciudadanos.
La crisis en Colombia se ha agravado en el gobierno de Petro, que ha generado numerosos desafíos políticos, económicos y sociales. El gobierno de Petro, como representante del progresismo en Colombia, ha buscado implementar políticas y reformas progresistas, desatando críticas y desafíos en su intento de abordar los problemas del país bajo el modelo caduco y fracasado de distintas versiones del socialismo, favoreciendo no sólo controversia, polarización y corrupción en la administración pública que alcanza incluso a su propia familia, sino también más violencia en escasos ocho meses de gobierno.
La crisis en Colombia, agravada durante el gobierno de Petro y en el contexto del progresismo mundial, requiere de un enfoque integral y colaborativo que promueva la defensa de los principios constitucionales, la participación ciudadana activa y la búsqueda de soluciones para abordar los desafíos políticos, económicos y sociales del país. Es fundamental trabajar en conjunto para construir un futuro mejor para Colombia, basado en la justicia, la equidad y el respeto a los derechos
El juego progresista, como se ha planteado en el gobierno de Petro en Colombia, ha generado controversias con relación a cómo se interpreta y aplica la Constitución y las leyes en el país señalando que Petro ha buscado vulnerar la Constitución y la ley bajo un supuesto enfoque de "respeto a la Constitución", pero con un modus operandi que puede ser considerado maquiavélico.
El gobierno de Petro ha buscado utilizar una interpretación particular de la Constitución y las leyes para avanzar en su agenda política, sin tener en cuenta los límites establecidos por la misma. Algunos consideran que Petro ha actuado de forma oportunista, utilizando su posición política para avanzar en su visión progresista, incluso si ello implica vulnerar principios constitucionales y legales.
Un ejemplo de ello es la propuesta [tácita pero perceptible] de convocar a una nueva Constituyente en Colombia, lo cual ha generado debates y críticas. Algunos consideran que esta propuesta busca alterar el orden constitucional establecido y abrir la posibilidad de cambios radicales en la estructura y funcionamiento del Estado colombiano, lo cual podría tener implicaciones para la estabilidad institucional y democrática del país por cuanto ha sido explícita su intención de cambiar el modelo económico y no alejado de ello ha sido expresa su malquerencia por el sector productivo privado nacional.
En este sentido, la discusión sobre el "juego progresista" de Petro en Colombia es compleja y polarizada, con posiciones encontradas con relación a si Petro ha vulnerado o no la Constitución y las leyes en su enfoque político. Es importante tener en cuenta que el respeto a la Constitución y las leyes es fundamental en un Estado democrático de derecho, y cualquier actuación que implique su vulneración debe ser evaluada y debatida con rigor, buscando siempre mantener la legalidad y la legitimidad de las acciones gubernamentales.
La elección de Petro como líder político en Colombia, mediante el voto popular, ha generado expectativas y desafíos con relación a las reformas que él ha propuesto en diversas áreas, como salud, política petrolera y la castración en las funciones legítimas y constitucionales de las fuerzas armadas, hoy víctimas de “cercos humanitarios”. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la aprobación de estas reformas debe seguir los procesos establecidos por la Constitución y las leyes del país, lo cual implica la participación del Congreso, como órgano legislativo encargado de la toma de decisiones en estas materias.
Petro ha utilizado un enfoque de confrontación y amenazas hacia los partidos políticos que se oponen a sus reformas, lo cual ha generado preocupaciones con relación a la democracia y el respeto a la institucionalidad. La expulsión de viceministros afiliados a partidos políticos que no apoyan las reformas propuestas por Petro ha generado temor y debates sobre los límites del ejercicio del poder y la protección de los derechos políticos de los funcionarios públicos y de los ciudadanos.
Es importante recordar que en un Estado democrático de derecho, la toma de decisiones y la aprobación de reformas deben seguir los procesos establecidos por la Constitución y las leyes, garantizando el respeto a los derechos políticos de todos los actores involucrados.
Es fundamental que cualquier propuesta de reforma sea debatida y analizada de manera rigurosa en el marco del sistema democrático y respetando los principios del Estado de derecho. La participación constructiva de todos los actores políticos, así como el respeto a las reglas y procedimientos establecidos por la Constitución y las leyes, son fundamentales para garantizar la gobernabilidad y la legitimidad de las decisiones tomadas en el marco de la democracia colombiana.
Es importante recordar que, si bien Petro fue elegido por el pueblo colombiano mediante el voto popular, ello no implica una aprobación automática de sus reformas. Estas deben seguir los procesos establecidos por la Constitución y las leyes, lo cual implica la participación del Congreso como órgano legislativo encargado de la toma de decisiones en estas materias.
Es fundamental que cualquier propuesta de reforma sea debatida y analizada de manera rigurosa en el marco del sistema democrático y respetando los principios del Estado de derecho.
Además, es importante mencionar que algunos congresistas en Colombia han demostrado más interés en hacer oposición a las reformas propuestas, no tanto en aras de proteger los principios democráticos y la institucionalidad, sino en busca de ventajas, utilidades y provechos personales corruptos. Esta actitud ha generado un sentimiento de traición y desconfianza por parte de la ciudadanía, que se siente desatendida y no representada por aquellos que deberían velar por el bienestar de la patria y la democracia.
La priorización de intereses particulares sobre el interés general y el bienestar de la sociedad ha debilitado la confianza en el sistema político y ha generado una percepción de falta de representatividad por parte de algunos congresistas. Esta situación ha llevado a que muchos ciudadanos se sientan frustrados y desencantados con la política, viendo cómo sus líderes políticos anteponen sus intereses personales y corruptos sobre los valores democráticos y la protección de las instituciones.
Se ha perdido la esperanza crucial que los congresistas y líderes políticos actúen con responsabilidad y ética en la defensa de la democracia y la institucionalidad, velando por el interés general y no por intereses personales o partidistas. La transparencia, la rendición de cuentas y la promoción de un ejercicio político ético y comprometido con el bienestar de la sociedad son fundamentales para recuperar la confianza de los ciudadanos en el sistema político y asegurar la protección de la patria y la democracia en Colombia.
La crisis en Colombia, especialmente en el contexto del gobierno de Petro y el progresismo mundial, exige fundamentalmente que se promueva una cultura política basada en la defensa de la democracia, la institucionalidad y el interés general de la sociedad, evitando que la falta de ética y responsabilidad socave la confianza en las instituciones y en la representatividad de los líderes políticos.
Hay concienciación de que ni por lo firmado en La Habana con las Farc, ni por la llamada “Paz total” de Petro, abierta a todo tipo de delincuencia nacional y trasnacional, ni por el debilitamiento sistemático y estratégico de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional se contiene el avance violento de los “violentos socios” del leonino triunfo electoral de Petro a decir de las dudas sobre fraude electoral que generó el RNEC
La “Paz total” en Colombia hoy tiene más olor a pólvora, polvorín, polvareda y “polvazo” y lo más seguro es que el presidente dirá: “yo no los crié”.
ÑAPA -1- REVOCATORIA MEDELLÍN. Las palabras del maestro García Amado “Cuando no quede títere con cabeza ni piedra sobre piedra en nuestros regímenes constitucionales…” ojalá no sea “…tarde para acordarse de lo que significaba la letra de la Constitución…”; nos queda a nosotros: abogados Gloria Yaneth Vélez P., y a mí, la satisfacción de los deberes cumplidos frente a la humanidad, los conciudadanos, los colegas, la sociedad toda que en la vía recta y en la dirección correcta del derecho demostramos ante los Tribunales que la revocatoria del mandato si era posible hasta el 31 de diciembre de 2023. Lo que ha sucedido de ahí en adelante y cuando ojalá no sea “…tarde para acordarse de lo que significaba la letra de la Constitución…” no alcance a quienes nos perfilaron y…
Hoy nuestros conciudadanos tienen certeza que lo actuado como abogados fue ejercicio vocacional independiente, sin figuración, sin aspiraciones por poder, sin hipotecas políticas, solo por humanidad, humanismo, civismo, civilidad.
ÑAPA -2- CANDIDATOS. Tres (3) candidatos en #Medellín "no forman tríada" porque dicen ser "independientes", pero, los tres (3) son: TRILOGÍA "obras trágicas de un mismo autor, presentadas a concurso en los festivales..." electorales como una nueva LOGIA, la del Piso 12 de la alcaldía de Medellín. Uno no tiene aliento, el otro perdió el aliento de “tanto correr” y el otro va con su “nadadito de perro”. Para mí eso de “Antioquia Federal” en boca de Mauricio Tobón candidato a gobernador, no es más que el anuncio oficial de la “Constituyente petrista”.