A esta edad y después de los fogosos años juveniles en la lid política, cuando tampoco era nada fácil, por eso de tener que “echar quimba” seis o diez horas o llevar “culo de repuesto” para aguantar esas jornadas montado en una “cargaleña que no aprendió de silla, ni de riendas” para llegar por canalones en eterno invierno que fueron y que aún quedan como caminos reales o de herradura para llegar a veredas como “El Agrio”, “Aquitania” y por famosos caminos como el “camino del Tigre”y en varios municipios de Antioquia no solo a llevar el mensaje del partido, sino en pos de la que era en aquellas épocas mucho más, la esquiva democracia.
Y es que no era nada fácil; a la vera de los caminos toda la naturaleza era perfecto camuflaje para una escopeta de dos cañones o de “regadera” en el corazón, la mente y en las manos de un hombre hinchado de sectarismo partidista; un pájaro que volaba bastaba para asustar la bestia y con igual intensidad soportamos el azote del invierno, como de los soles caniculares.
Y no era nada fácil y ni para que hablar de la inmensa alegría y emoción del recibimiento lleno de afecto y esperanza y las sonrisas tímidas de las mujeres campesinas puestas en un charol de “Cerveza Pilsen” en que nos ofrendaban un “juguito de Moresco”.
En esos recónditos parajes de la patria muchos conocimos los “pupitres ergonómicos” en las escuelas, con sus diseños especiales a impedir las “deviaciones de las columnas de la democracia” donde aprendimos que si no había bestia de cabalgadura, daba lo mismo ensillar un toro que un ternero y que dos ollas grandes de “Imusa” y una vara eran suficientes para tener “acueducto en casa” así la fuente estuviera a dos cuadras o a un kilómetro y que el baño estaba hecho en “persianas” de latas de Guadua con espacios para que penetrara la imaginación y nunca la mirada y en el que la más bella doncella, si consentida por la fortuna, tomaba el baño a chorro de manguera porque a las demás les tocaba a “totuma voliada” y con el único jabón que “borraba todas las desigualdades”, el famoso “jabón de tierra, tan bueno para el cabello como para el cutis pues allí residía el secreto de la piel lozana.
Y así muchos no pudiésemos haber sido, presidentes de la República, ni congresistas, ni cónsules, ni embajadores y cuando los cargos públicos daban “como paga” honra, prez y gloria personal, familiar y comunitaria cumplimos a nuestro leal saber y entender nuestros deberes con los prójimos-conciudadanos, con la patria y con la democracia.
Nunca supimos de “milicias o malicias, de células, de colectivos…” nunca supimos de anonimatos, de camuflajes ni camuflados, nunca supimos del fuego para incendiar la vetusta y desvencijada escuela y el mayor premio era la “afoto” que registraba la “inauguración” de la escuela nueva, el puesto de salud, la electrificación, el acueducto, la carretera al lado de gobernador y alcalde y por supuesto con el “señor de la tula” el gerente de la otrora Federación de Cafeteros.
Y aprendimos los “pipiolos del pueblo” a tomar el “agualate” del desayuno en la misma totuma en que más tarde servirían el almuerzo, pues a esos parajes todavía no llegaban las vajillas de Locería Colombia fabricadas en Caldas.
Ahora, en la cima de la parábola vital, ya quizás la mirada no apunta a los horizontes lejanos, que como tales, nunca parecieron en la lejana juventud, sino que ve y aterrada mira y pregunta quién y cuándo formó este lodo que a todos nos cubre y que “algunos revuelcan sin esperar que les chilguetee”.
Ahora, en la escena electoral de Colombia ve uno a los diversos candidatos y empieza a “filosofar” y a sacar conclusiones, no pseudocientíficas, sino de esa “ciencia de la malicia indígena”, en las que “yo le dice a yo”, por ejemplo: “sí descendemos del mono, fíjese, ese candidato lleva treinta años repitiendo lo mismo, su mono-tema”, el otro, “ese no tiene cabeza sino pal´pelo mijo, no usa camuflado sino mono-cuco como otros más y esto no es el carnaval de Barranquilla” y todos por igual <<ya conocen de sobra el país, porque lo han aprendido y aprehendido a lo largo y a lo ancho en sus mono-megacaminatas en las calles y “entre la misma gente con los mismos abrazos” y aunque sean de diferentes marcas todos en coche en sus mono-tenis”, de ahí que en lo esencial todos tienen la misma “mono-oferta: oportunidades” y pare de contar.
En materia de “oportunidades”, “el más sensato y cercano a la realidad” según el “robusto saber de la opinión colombiana” formada en universidades de “alto turmequé capitalino” emula con Gabriel Goyeneche que fue eterno candidato presidencial entre 1960-1974 y que según dicen “egresó de la Nacional” y al que no le pararon bolas por “andar demasiado cuerdo” y que “proyectó” “pavimentar el río Magdalena desde el sur donde nace, hasta Barranquilla”, y que hoy se moderniza, no solo para solucionar los problemas del transporte que no permiten la internacionalización de la economía colombiana, sino para combatir el ”cambio climático que soporta el país”, porque permite “reemplazar el petróleo por aguacate Hass” que será llevado “desde Buenaventura hasta el puerto de Barranquilla en un tren de transporte mixto, elevado y eléctrico”proyecto que tiene “enorme respaldo de la intelectualidad colombiana educada en las mejores universidades del país no solo públicas, sino privadas” y de escribidores aspirando al “olor de santidad” en la “academia chueca-chueca” según se escucha en autorizadas voces rusas, de tal manera que eso de “la educación” sería como “echarle cebo al candil”; ¿qué haría el país con “mucha más gente educada en las mejores universidades? Ahí sí, el país sería invivible con tanto iguala´o titulado; piense qué nos pondríamos a hacer vos y yo y eso sería de todos modos un regreso a un estado de ilustrada ignorancia y en vacancia” y que con esta mala suerte que acompaña a Colombia que ha estado esperando el “carro de bomberos” y justo “se lo mandan pa´l 13, pa´l 13 o sea que fuera del “martes también cagao el domingo” y además se lo mandan como con seis capitanes, patria que no aprende de los viejos que sabemos que: “dos capitanes hunden el barco”.
Y es que viéndolo bien, no se explica uno como con “tanta gente educada” al lado del señor del “tren de Buenaventura a Barranquilla” que ha sido contundente en “los debates” y que ha demostrado, como así ha sido en verdad, que, él es el único que puede dinamizar a “ratas de mayor crecimiento el PIB nacional”, los demás siguen ofertando “oportunidades de educación”.
Ahí tiene pues otra; este señor de tajo arreglaría, quién lo creyera, otro problema de la educación: <<esa maricadita del paseo de los estudiantes y la “inseguridad con el voleteo” todo el año pa´poder pagar los pasajes en bus de Rápido Ochoa a la costa; en ese tren eso sería pero ya y más barato y sin duda que Dany celebraría algún convenio interadministrativo para conexión con el Metro>>.
Ahí sí mijo, la “República Paisa o el País Paisa” y eso sería un hito histórico, la verdadera “industria de la [cuarta] revolución” y la Madre Patria pariría “otra hija” para cuyo apadrinamiento se han ofrecido los Gilinsky y hasta más, le han ofrecido “nana” como:<<Dama, dama/”de baja cuna, de alta gama”/Señora de su señor…>>, de paso sería un homenaje póstumo al gran amigo Sergio de la Torre, que tanto también soñó con “Antioquia Federal”.
Tres y media de la mañana: entredormido hago el esfuerzo de voltearme a seguir durmiendo sobre mi “costado derecho y recto”; una suave brisa entra por el balcón del apartamento y recuerdo algún pasaje de La Ilíada en el que Hermes mata a “Argos” y la diosa Hera extrae sus ojos y los pone en la cola del pavo real y a pesar de que es marzo siento como si fuera 31 de diciembre celebrando con pavo en vez de sancocho, me acomodo otro poco y siento que un frío me toca pierna arriba…mi señora ronca en la otra orilla de la cama como a dos metros de distancia, el frío sigue subiendo y llega como hasta la espalda y me acuerdo de mi abuelo que decía: “el que con niños se acuesta, m… y c…, amanece” y si es domingo y 13…que Dios nos coja “confesaos”.
No a los impostores en nombre de la democracia.