¡Cayos al Petróleo!
Por: Abogado Nelson Hurtado Obando
El fallo en EQUIDAD, proferido por la CIJ, en el diferendo limítrofe planteado por Nicaragua contra Colombia, no es para despacharse entre las fiebres tropicales que calientan el alma nacional, ni para agitar las banderas de todas las extremas, -que a la postre solo son una-, ni para amplificar el “yoismo”, del yo lo dije, yo lo advertí, yo…
El fallo, en mi sentir, tiene unas más finas características, no es casual, ni mucho menos en equidad; al punto, es preciso fijar algunos mojones que han de tenerse en cuenta, siendo el primero el conformado por los EE.UU. que según la Agencia Internacional de Energía (AIE), será hacia el año 2020, el mayor productor mundial de petróleo, con lo cual supera su dependencia, de importación de crudo, de países políticamente inestables, Arabia Saudita, Irak, Irán, etc.
El que EE.UU. logre tal propósito, quizás ayude a enmendar la crisis de la democracia americana, agudizada en la administración Bush y sobre todo cumpla el efecto de repotenciación de la nación americana, en el contexto mundial, seriamente debilitada por las llamadas “mentiras de Estado” del presidente Bush, en los incidentes vinculados con la ejecución de Sadam Hussein, la guerra contra Irak, el 11S y Al Qaeda y los levantamientos civiles en otros países, contra sus dictadores, política exterior americana de la que ya se sabe, solo tenía como causa y fin el aseguramiento de los intereses de la élite petrolera americana, de la cual Bush era el fiel escudero.
Obviamente, los mayores productores de crudo en la actualidad, tienen el sartén por el mango, de alguna manera limitan o son contrapesos a toda la política exterior americana, en una línea múltiple que empieza a caracterizarse, no solo por ser la misma línea del petróleo, sino por incluir la de la energía nuclear. Y es una línea que no solo está trazada, sino que está en plena producción y que desde Irán especialmente, se extiende allende todos los mares, a Latinoamérica con socios y aliados en Venezuela, Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y con alta probabilidad política, Colombia.
No es casual, que Nicaragua hubiera promovido el pleito limítrofe contra Colombia, hacia el año 2001, cuando era presidente el periodista Andrés Pastrana Arango, quien inauguró los “diálogos de paz” con la guerrilla comunista colombiana, afectivamente unida a Hugo Chávez Frías, presidente de la recién inaugurada República Bolivariana de Venezuela, satélite de los hermanos Castro, de Cuba, quien desde entonces, no ha ocultado su ánimo de liderar el llamado “socialismo siglo XXI” y de definir la política exterior venezolana, como opositora a los EE.UU., incluyendo la expulsión del embajador americano del territorio venezolano y hasta amenazando a los EE.UU., con el corte de suministro de crudo.
En la región y para el caso del diferendo limítrofe, no fueron pocos los graves incidentes protagonizados por Chávez, contra Colombia, en los precisos momentos en que el señor Juan Manuel Santos, (actual Presidente), era el Ministro de Defensa, del Señor Presidente Alvaro Uribe Vélez: incidentes en la frontera colombo-venezolana, sobre vuelos venezolanos en espacio aéreo colombiano y tránsito de guerrillas colombianas hacia el vecino país venezolano, armas venezolanas en Colombia, incluyendo la amenaza de dirigir misiles sukhoi contra la Patria colombiana y la pública y reiterada descalificación de Juan Manuel Santos, como Ministro de Defensa colombiano.
El Dr. Alvaro Uribe Vélez, en las postrimerías de su último período presidencial, hizo el “guiño”, para que Juan Manuel Santos fuera su candidato presidencial a sucederlo y dicho y hecho: Juan Manuel Santos, fue elegido presidente de Colombia, quien prontamente reivindicó a Chávez, llamándolo, “mi nuevo mejor amigo.” El rompimiento con el Dr. Uribe era inminente y evidente y esto ha marcado la dañina división o polarización de la opinión política nacional, básicamente y lo más grave, entre Uribistas y No Uribistas, sin importar que muchos colombianos, pueden o no reconocerse, por así decirlo, como Santistas.
Pero, hubo un giro inesperado en el Presidente Juan Manuel Santos, al aceptar la iniciación de diálogos con la guerrilla colombiana, en busca de la “anhelada paz” para Colombia, diálogos que se inician en Oslo y continuarán en Cuba, donde actúan como “garantes” o intervinientes internacionales, Cuba y Venezuela. Diálogos, que se inician con la notificación a toda la población civil colombiana, que se adelantarán sin cese de hostilidades, ni alto al fuego.
Nunca antes del 19 de noviembre de 2012, - no que yo recuerde-, se destacó en los medios nacionales, algún informe o declaración de los correspondientes cancilleres, que dieran alguna información sobre el estado de la demanda de Nicaragua que cursaba desde 2001 en La Haya; la Comisión de Relaciones Exteriores, tampoco tuvo mucho protagonismo y a mi memoria tampoco acude el recuerdo de que el Congreso de Colombia, hubiera hecho control político a tan delicado asunto, ni siquiera cuando la actual Canciller Holguin, sugirió o indujo la petición de “fallo salomónico” para el diferendo, que quiere eludir ahora, entendiendo por “fallo salomónico”, como justo, como si hubiera sido muy justo el Rey Salomón, al dividir con su espada a un niño, para entregar cada mitad a las madres que lo disputaban entero.
Pero, el 19 de noviembre de 2012, ocurren tres hechos que marcarán la historia de Colombia: 1°- Se reinician las “negociaciones de paz, entre el GOBIERNO de Colombia y las guerrillas de las FARC, en Cuba. 2°- Contra todo el convenio protocolario, el vocero de las FARC, emite un comunicado anunciando CESE de HOSTILIDADES en Colombia, entre el 19 de noviembre de 2012 y el 20 de enero de 2013, “atendiendo el clamor del pueblo colombiano”. 3°- El mismo 19 de noviembre de 2012, la CIJ, desde La Haya, emite el fallo, en el diferendo limítrofe promovido por Nicaragua contra Colombia.
La CIJ, en el fallo en EQUIDAD, le arrebata a Colombia, aproximadamente 80.000 Kms2 de territorio y mar; RECONOCE la SOBERANÍA COLOMBIANA sobre los Cayos Serrana y Quitasueño, pero los ENCLAVA en el “nuevo mar Nicaragüense”, dejando alrededor de ellos, solo 12 millas de mar colombiano y le concede a Nicaragua 200 millas. El acceso a los Cayos enclavados, no es realmente el problema, que puede ser regulado entre gobiernos y que tiene soluciones en el D.I. Pero, además de lo anterior, la CIJ, DESCONOCE y ALTERA los límites definidos a través de TRATADOS, entre Colombia y otros países vecinos, arrebatándole mar a Colombia y entregándolo a Nicaragua, dentro de las 200 millas.
De este oscuro e inequitativo o –(In) salomónico- fallo, el punto toral, lo constituye el enclavamiento de los cayos Serrana y Quitasueño, con solo doce millas náuticas colombianas a su alrededor, pero circundadas por las 200 millas del mar asignado a Nicaragua. Y es que la importancia de los Cayos Serrana y Quitasueño, está más allá de las 12 millas colombianas, su importancia quedó en las 200 millas de mar asignadas a Nicaragua, pues es en ellas donde se encuentra la mayor riqueza ictiológica, que de manera fundamental, es la fuente primaria de alimentación de la población de la Isla de San Andrés y su primera fuente de ingresos económicos; pero además, en el suelo y subsuelo marino de esas 200 millas, se encuentran importantísimas reservas de petróleo. Recordemos que hacia 1920, el Presidente Norteamericano W. Gamaliel Harding, dijo: “se presume que llegara el día en que la hegemonía mundial pertenezca a la nación que posea petróleo y sus derivados.’, lo que con lo ocurrido a Colombia el 19 de noviembre de 2012, por lo menos obligaría a Jorge Villegas, autor colombiano, a cambiar el título de su libro: “Petróleo colombiano ganancia gringa”, por el que corresponde al nuevo acomodamiento geopolítico, respecto de Colombia, de la región y de toda américa y que quizás y siendo suspicaz, no es del todo casual, que haya ocurrido justamente en el mismo día en que el Gobierno colombiano reinicia los diálogos de paz, con las FARC en Cuba y que estas anuncian, su unilateral cese de algunas actividades hostiles en el territorio continental de la Patria y cuando se rumora que Nicaragua y con anterioridad al fallo de la CIJ, ha celebrado acuerdos o convenios para la exploración y explotación del petróleo que hay en el fondo marino de las 200 millas, exteriores a los cayos serrana y quitasueño. ¿Garrote y zanahoria?
Estudiosos del Derecho Internacional, como el Dr. Gaviria y otros, son coincidentes en el mal manejo de este litigio, desde el 2001 y hasta la fecha del fallo, por parte del gobierno colombiano y su diplomacia de “cosmetólogos, diseñadores y publicistas”; por la ausencia de control político por parte del Congreso; por una canciller mal hablada, que olvidó que en la diplomacia prima el dicho que dice que: “todo lo que diga podrá ser usado en su contra” y además y según los chismes que circulan en las redes, muy cercana al Canciller venezolano, Nicolás Maduro y por creer que en el litigio, solo había compromiso jurídico, como si se tratara de arreglar un problema doméstico de cercos, entre dos paisas de machete, poncho y carriel!
Si a Chávez, el presidente W. BUSH, le olió a azufre, -el mismo diablo-, a mi personalmente, toda la Corte Internacional de Justicia de La Haya, el 19 de noviembre de 2012, fue pasada por muchos barriles de petróleo.
Si el fallo fue en equidad, ejemplos han aflorado en el concierto mundial, incluso uno mismo entre Nicaragua y EE.UU., que no fue acatado.
Desde la ONU, debe alertarse y promoverse acciones, porque este fallo compromete la SEGURIDAD HUMANA de amplia población de la nación colombiana, desde la seguridad alimentaria, la salud, la seguridad personal y política, medioambiental, la seguridad jurídica, la pobreza, la exclusión y el desplazamiento, etc. Queda además así demostrado lo que vale la SOBERANÍA, ante la voracidad de una economía global, neoliberal o de mercado.
Si el fallo fue en equidad, como así lo sostienen más valiosos y profundos estudiosos, COLOMBIA EN PIE, no debe acatar el fallo.
Al punto, si el fallo fue en equidad, los límites del territorio del Estado Colombiano, son los que consagran la actual Constitución, las leyes y los Tratados y no debe procederse a ninguna reforma constitucional.
De cuenta mía y desde MONDONGO´S de Medellín, a cada uno de los “jueces” de la CIJ, en La Haya, de a plato de ¡CAYOS AL PETRÓLEO!