Necesidad del Agua y los que se lavan las manos durante la pandemia
Por: Abogada Gloria Yaneth Vélez Pérez
Particularmente, estimo que la consideración del agua como derecho humano debe ser así hasta sin tanta profundización teórica o disertación jurídica, lo afirmo porque el agua es a la vida lo que le es también el oxígeno, no en vano su fórmula química es H2O, con la diferencia de que por el oxígeno no teníamos que pagar siempre que mantuviéramos unas condiciones de salud aceptables que no requirieran una conexión a un respirador, esos que ahora por más que aumenten en cantidad, al parecer no serán suficientes para evitar perder lo que con el agua no se evite.
Hago este preámbulo con el propósito de darle contexto a la reflexión que quiero plantear en relación con el agua, con su necesidad y su importancia y no solamente para la vida humana en la forma que la conocemos, sino para el planeta. En relación con el agua, es muy clara la crisis tal y como se describe en el Informe de las Naciones Unidas sobre el desarrollo de los recursos hídricos en el mundo: Agua para todos, Agua para la Vida, en el cual este organismo indicó que:
“La Tierra, con sus diversas y abundantes formas de vida, que incluyen a más de 6.000 millones de seres humanos, se enfrenta en este comienzo del siglo veintiuno con una grave crisis del agua. Todas las señales parecen indicar que la crisis se está empeorando y que continuará haciéndolo, a no ser que se emprenda una acción correctiva. Se trata de una crisis de gestión de los recursos hídricos, esencialmente causada por la utilización de métodos inadecuados. La verdadera tragedia de esta crisis, sin embargo, es su efecto sobre la vida cotidiana de las poblaciones pobres, que sufren el peso de las enfermedades relacionadas con el agua, viviendo en entornos degradados y a menudo peligrosos, luchando por conseguir una educación para sus hijos, por ganarse la vida y por solventar a sus necesidades básicas de alimentación. La crisis pesa asimismo sobre el entorno natural, que cruje bajo la montaña de desechos que se vierten a diario y por el exceso de uso o uso indebido que de él se hace, con aparente desinterés por las consecuencias y por las generaciones venideras. En realidad, se trata fundamentalmente de un problema de actitud y de comportamiento, problemas en su mayoría identificables (aunque no todos) y localizables. Actualmente poseemos los conocimientos y la pericia necesarios para abordarlos y hemos elaborado excelentes herramientas conceptuales, tales como la equidad y la noción de sustentabilidad. Sin embargo, la inercia de los líderes y la ausencia de una conciencia clara sobre la magnitud problema por parte de la población mundial (en muchos casos no suficientemente autónoma para reaccionar), resultan en un vacío de medidas correctivas oportunas y necesarias y en una incapacidad para infundir a los conceptos de trabajo una resonancia más concreta.”[1]
Y se agrega a tan revelador informe de la ONU, que el agua a la que muchos no tienen acceso, ni tienen derecho, ni tienen provecho, es en la actualidad un recurso de primera necesidad e imprescindible y lo es no solo por su acostumbrado y necesario uso para la cocción de alimentos y rutinas de limpieza, sino porque ella es el primer remedio para combatir el COVID-19, aunque nos sigan haciendo creer que es solamente el tapabocas que nos venden ya de todas las marcas, formas y colores y a unos precios con los que se podría pagar el servicio del agua por un año entero.
El agua está dentro de los objetivos de desarrollo sostenible ODS, es el objetivo 6, el cual está concebido para que se garantice su cobertura para el año 2030, es decir, hay un propósito de cobertura universal, pero no de cualquier manera, sino que tiene las características de "potabilidad, continuidad, accesibilidad y asequibilidad". Este objetivo está a escasos 10 años de tenerse por cumplido, o tal vez no, cantidad que suena poca y esperanzadora para proveerle a los que no tienen agua, tan valioso recurso al tiempo de que se le reconocerá y garantizará ese derecho humano. Ahora bien, la raza humana de la que una gran porción carece de agua, enfrenta una pandemia con precedentes, pero también sin ellos, la cual requiere como parte de los medios para combatirla el recurso esencial del agua y siendo esto así tan evidente y diariamente reforzado por la comunidad científica del sector salud y por la clase política que gobierna ¿no es ilógico que a la fecha, no se haya realizado un replanteamiento por vía extraordinaria sobre la importancia de acelerar el cumplimiento de este objetivo 6 de los objetivos de desarrollo sostenible? ¿especialmente y con prioridad para América Latina en donde las personas no gozan de tan importante y necesario privilegio?
¿Qué están haciendo los gobiernos, pero también las empresas que ofrecen el servicio de agua y saneamiento para ampliar la cobertura y llegarle a esas personas que como indica la ONU no tienen aún acceso ni siquiera a una mínima cantidad? ¿qué planes inmediatos estructuraron y están implementando? O ¿solamente han hallado como forma de solución la financiación, alguna deducción y la reconexión de los morosos? ¿sin considerar todavía aquellas personas y familias enteras que subsisten del agua lluvia y otro tanto de las aguas residuales, no negras, pero no tratadas, pero que se usan y lo hemos visto cuando hallamos habitantes de calle tomando baños del agua que con apariencia de limpia desemboca en los ríos, caños y quebradas?
¿Qué desafíos se han planteado los gobiernos locales y las empresas prestadoras de los servicios de agua y saneamiento para contribuir con la disminución de los riesgos de contagio del COVID-19? O ¿están en la cómoda posición según la cual el único sector que debe implementar medidas es el de la salud, cuando no hay salud sin agua y especialmente sin agua potable?
Hoy que todos debemos lavarnos las manos con frecuencia, encontramos palpable y sin solución definitiva y cercana para muchos, la satisfacción de la necesidad del agua, pero también hallamos unos gobiernos locales y empresas prestadoras de servicios de agua y saneamiento que se están lavando las manos mejor que todos nosotros y que les está dando mejor resultado.
[1] https://www.un.org/esa/sustdev/sdissues/water/WWDR-spanish-129556s.pdf