Los seres sintientes requieren seres conscientes. Columna de la Abogada Gloria Yaneth Vélez Pérez. Twitter: @JuridicaAsesora
En Colombia se acogió la categoría de seres sintientes en julio de 2017 en la sentencia T-6.480.517 cuando la sala civil de la Corte Suprema de Justicia ordenó poner en libertad a un oso de anteojos llamado Chucho. En esa decisión sin precedentes en Colombia, se adujo que: "Los animales deben estar libres de incomodidad, sin hambre y sed, libres para desplegar los comportamientos naturales. Como los animales son capaces de sentir y sufrir, la ley los protege, debiendo ser sujetos de derechos, por ende, son titulares de la prerrogativa a la libertad, así sea, a vivir una vida natural y a tener un desarrollo, con menor sufrimiento" "Los animales deben estar libres de miedos y angustias, porque su cautiverio les genera temor, estímulos negativos y estrés".
En esa decisión, como se lee en el fragmento citado, la Corte Suprema de Justicia también indicó que los animales eran no solo seres sintientes, sino sujetos de derechos y si bien esa decisión no se mantuvo porque la Corte Constitucional en sentencia SU 016 de 2020 aclaró que los animales no son sujetos de derechos, dicha Corporación sí los mantuvo como seres sintientes y objetos de protección constitucional, todo lo cual obliga a las personas a protegerlos y, entre otros, a abstenerse de afectar el medio ambiente, traficar ilegalmente con especies y propinarles tratos crueles.
Pero no solo hay jurisprudencia sobre la protección de los animales, sino que se cuenta con varias leyes que se constituyen en un avance en la regulación para garantizar su protección, ellas son:
- Ley 5 1972, Por la cual se provee a la fundación y funcionamiento de Juntas Defensoras de animales
- Ley 9 1979, Por la cual se dictan Medidas Sanitarias
- Ley 84 1989, Por la cual se adopta el Estatuto Nacional de Protección de los Animales y se crean unas contravenciones y se regula lo referente a su procedimiento y competencia
Ley 576 2000, Por la cual se expide el Código de Ética para el ejercicio profesional de la medicina veterinaria, la medicina veterinaria y zootecnia y zootecnia
- Ley 599 2000, Por la cual se expide el Código Penal TÍTULO XI-A: De los Delitos Contra los Animales CAPÍTULO ÚNICO: Delitos contra la vida, la integridad física y emocional de los animales
- Ley 611 2000, Por la cual se dictan normas para el manejo sostenible de especies de Fauna Silvestre y Acuática
- Ley 1774 2016, por medio de la cual se modifican el Código Civil, la Ley 84 de 1989, el Código Penal, el Código de Procedimiento Penal y se dictan otras disposiciones. *Sobre maltrato a los animales
- Ley 1801 2016, por la cual se expide el Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana. TÍTULO XIII: De la Relación con los Animales
- Ley 1955 2019, por el cual se expide el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022. “Pacto por Colombia, Pacto por la Equidad”. (Art 324. Política de Protección y Bienestar de animales Domésticos y silvestres)
- Ley 2054 2020, por la cual se modifica la Ley 1801 de 2016 y se dictan otras disposiciones. *sobre tenencia de animales domésticos
- Ley 2138, 2021 por medio de la cual se establecen medidas para la sustitución de vehículos de tracción animal en el territorio nacional y se dictan otras disposiciones.
La anterior normativa cuenta con varias reglamentaciones pero, aun así, su sumatoria se torna insuficiente para lograr eficacia y efectividad en la protección animal y por eso hay que valorar los nuevos proyectos de ley que se lideran en el Congreso de la República, entre ellos el que tiene como líder a la Senadora Andrea Padilla Villarraga con usuario en Twitter @andreanimalidad y que en su causa fundamental como congresista están los derechos de los animales, todo lo cual le permitió lograr que el Senado aprobara el Proyecto de ley 085 de 2022 que busca prohibir progresivamente las corridas de toros y aunque más de 30 senadores se ausentaron, la propuesta obtuvo 50 votos a favor y solamente 4 votos en contra.
No cabe duda de que los senadores que se retiraron hacen parte del grupo de seres inconscientes sobre lo que significan los animales en los ecosistemas para garantizar la vida y la calidad de vida y hacen parte de los que no comprenden que los animales no son un objeto para complacer y satisfacer las perversiones y desviaciones humanas, ni su maltrato una fuente de ingresos digna aunque la cultura haya abrazado prácticas en ese sentido. Así las cosas, se espera que el proyecto de ley 085 logre en la Cámara de Representantes toda la acogida por seres conscientes, que legislen para velar responsablemente por los seres sintientes (toros en ese caso).
Cierro resaltando que la protección animal no es un asunto de ideología política, sino de seres conscientes de que es imperativo cuidar y proteger a los seres sintientes como parte del mayor ecosistema natural que es el planeta tierra en los que ellos también habitan y sin los cuales no podríamos habitar nosotros.
PD: Esta columna la preparé para publicarla el 25 de diciembre de 2022, sin embargo, la adelanto con la finalidad de ablandar un poco los corazones o sensibilizarlos por el reciente vídeo que circuló en redes que muestra a un insensible conductor o insensible conductora que en la Autopista Medellín - Bogotá, vía Marinilla el Santuario, atropelló a un canino y no se detuvo, sino que continuó su marcha arrastrándolo adherido en una de las llantas traseras haciendo caso omiso a otro conductor que le alertaba con el sonido de su bocina. Por fortuna la Fiscalía ya informó que asumió la investigación, pero esperemos que no se quede en un simple anunció para aplacar la indignación de todos.
PD: Al parecer el conductor del vehículo se presentó ante las autoridades y manifestó que el canino era de su propiedad y lo llevaba en la parte trasera de la camioneta y no se percató de que se había caído, todo lo cual si fuese eso verdad (la investigación lo aclarará), es una falta de responsabilidad al conducir de esa forma ya que si se hubiese tratado de un menor tampoco se hubiese detenido, porque detenerse parece que no hacía parte de su opciones a pesar de estar practicando una actividad peligrosa.