La Revocatoria del Mandato a los Alcaldes es la expresión del principio democrático y la confirmación de que la soberanía reside exclusivamente en el Pueblo, del cual emana el poder público
Por: Abogada Gloria Yaneth Vélez Pérez
Twitter: @JuridicaAsesora
Estas preguntas para las que cada lector puede adelantar respuestas, servirán, metafóricamente, para reflexionar en torno a la importancia de la revocatoria del mandato a un Alcalde o Gobernador, sea el que fuere, dado que si bien lo que se entiende por casa son “las 4 paredes” en las cuales se vive o que se le facilitan a otro para que lo haga, bien puede entenderse por casa también el territorio local (municipio o departamento) en el cual se habita y se lleva a cabo la vida social, familiar, escolar, laboral, profesional y simplemente ciudadana. Así que bien caben las preguntas formuladas para pensar el qué y el por qué puede proceder la revocatoria de un mandato, pero también su utilidad, sobre todo en un Estado en el que las personas se quejan por no ser tenidas en cuenta.
La revocatoria tiene consagración constitucional en el numeral 4 del Artículo 40 y en el 259 y desarrollo legal en la Ley 134 de 1994 y “es un mecanismo de participación ciudadana con el que cuentan los colombianos para ejercer el control y garantizar la eficacia en los actos del Estado. La revocatoria del mandato es un derecho político, por medio del cual los ciudadanos pueden dar por terminado el mandato que le han conferido a un gobernador o a un alcalde.”[1]
Como derecho, la revocatoria es el poder del pueblo para afirmarse como soberano. Si bien elegir es un poder de gran importancia, la revocatoria es un poder de rango superior, porque es la facultad de decirle a otro que ha incumplido deberes con el pueblo y para el pueblo y que ese pueblo, por tales incumplimientos, ha decido removerlo de sus funciones mediante la revocatoria del mandato que le fue confiado.
La revocatoria de un mandato pone al pueblo por encima de los intereses partidistas y lo posiciona en un lugar dominante, por lo tanto, si el Pueblo quiere saber qué tan dueño es de la soberanía, qué tanto poder de mando tiene y cuán importante es, no solo debe votar para elegir mandatarios como Alcaldes y Gobernadores, sino que debe votar para revocar a esos Alcaldes o Gobernadores, cuando ellos no han cumplido las promesas hechas, acaben con las instituciones, con la credibilidad, aumenten la inseguridad, promuevan el odio, no prioricen el gasto social y no tengan en cuenta al mismo pueblo para la toma de decisiones en relación con su presente y su futuro.
Revocar un mandato no es un asunto de partidos políticos, sino de sensatez ciudadana que debe aunar esfuerzos para, a pesar de las diferencias ideológicas, llevar a cabo una revocatoria a mandatarios de derecha, de centro o de izquierda y a los desubicados también, con el propósito común de procurar que la casa (Municipio o Departamento) goce de la mejor administración y gobierno posible.
Revocar un mandato es una muestra de amor por lo propio, por lo bueno de la democracia y el Estado de Derecho y es dejar claro quién es el que cuenta realmente en un Estado Social, Constitucional y Democrático.
Revocar el mandato es la facultad de quitarle las llaves al que ha dado un mal uso a la casa o dilapidado sus recursos o la ha puesto en riesgo, pero es también la posibilidad de elegir mejor y de dejarle sentado al nuevo gobernante que el Pueblo es el soberano, el que manda y el que decide y que no obrar conforme a esos postulados de la democracia popular, trae como consecuencia la pérdida de la legitimidad y por lo tanto del mandato.
Referencias
[1] COLOMBIA. Registraduría Nacional del Estado Civil. https://www.registraduria.gov.co/Que-es-la-revocatoria-de-mandato,22249.html
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