Esta fecha y como todo lo que tiene que ver con la naturaleza en Colombia, pasó como si nada, al fin y al cabo no se trataba de una celebración comercial que inspire a las personas a hacer fiestas, reservar mesas en elegantes restaurantes u organizar agasajos e intercambiar obsequios por tal acontecimiento, como se hace, por ejemplo, en días como San Valentín (EEUU) o el de Amor y Amistad en Colombia. Es más, si a alguien se le ocurriera siquiera decirle a su familia, amigos o “compañías sentimentales” ¡que tengas un feliz día de los humedales! lo más seguro será, o bien que le consideren que tiene algún desajuste mental o que de pronto alguien con un humor más desarrollado y una mente más creativa se centre en otra clase de humedad, como la que Pablo Milanés refiere en su famosa canción "el breve espacio en que no estás", en fin… pero nunca en los humedales.
Pero, ¿qué son los humedales? Ésta es la pregunta válida y de necesaria respuesta para entender por qué son tan importantes, por qué hay que cuidarlos y por qué deberían ser motivo serio de celebración por tenerlos, aún, y de lamentación en caso de que ellos se pierdan, sobre todo si se pierden por la acción, la omisión o la extralimitación humana.
Los humedales, tal y como lo Indica la ONU, son “frágiles ecosistemas que contribuyen de forma crucial a la biodiversidad, la mitigación del clima, la disponibilidad de agua dulce y la resiliencia económica.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente lo explica claramente al indicar que los humedales constituyen uno de los ecosistemas más importantes del planeta. Son un refugio para la fauna, filtran la contaminación y son importantes depósitos de carbono.
Una definición amplia de los humedales incluye a ecosistemas como lagos y ríos, acuíferos subterráneos, pantanos, arrecifes de coral y muchos otros; pero también, sitios artificiales creados por el hombre como estanques de peces o embalses.
Aunque sólo cubren alrededor del 6% de la superficie terrestre, el 40% de todas las especies vegetales y animales viven o se reproducen en ellos.
Los humedales también son vitales para el bienestar y la seguridad de los seres humanos. Más de mil millones de personas en todo el mundo dependen de ellos para su subsistencia, aproximadamente una de cada ocho personas en la Tierra.
Sin embargo, también son uno de los hábitats más amenazados de la Tierra. Alrededor del 85% de los humedales presentes en 1700 se habían perdido en el año 2000, muchos de ellos drenados para convertirlos en zonas urbanizadas, agrícolas o para otros usos "productivos".”[2]
Colombia hace parte de la Convención Ramsar y de los humedales que afortunadamente posee “seis están incluidos en la Lista de Humedales de Importancia Internacional de la Convención”[3] mencionada y que se traduce en “un tratado intergubernamental que protege esos ecosistemas. Al estar en la lista, estos humedales no solo son valiosos para Colombia, sino para la humanidad en su conjunto.” Esos seis humedales colombianos de importancia internacional son:
1. Ciénaga Grande de Santa Marta, Sistema Delta Estuarino del Río Magdalena. ...
2. Sistema Lacustre de Chingaza. ...
3. Complejo de Humedales de la Laguna del Otún. ...
4. Delta del río Baudó. ...
5. Complejo de Humedales de la Estrella Fluvial del Inírida. ...
6. Laguna de la Cocha.[4]
Colombia también cuenta con muchos más humedales, unos reconocidos como tal y otros no, pero que no dejan de serlo aunque no se les haya atribuido tal calidad. En Bogotá por ejemplo hay 17 reconocidos[5] y 23 que no. En Medellín pueden resaltarse 2 humedales artificiales: el lago del Parque Norte y el lago del Jardín Botánico. Pero para saber con más precisión y detalle, cuántos humedales hay en Colombia, bien vale la pena visitar el sitio en el que se encuentra el mapa interactivo que creó el Instituto Humbolt que da cuenta de la ubicación, inventario y transformación de los humedales y tendencia de la biodiversidad continental de Colombia: http://reporte.humboldt.org.co/biodiversidad/. Este importante Instituto al presentar el mapa hace varios años (2 de febrero de 2018), indicó en un comunicado público que: “Comúnmente se conocen a los humedales como ríos, quebradas, caños, laguna y esteros, entre otros nombres. A través del mapa interactivo Humedales continentales de Colombia, los usuarios pueden seleccionar cualquiera de las opciones de su preferencia para conocer su ubicación por departamentos, también identificar los que son permanentes (cubiertos o no por vegetación boscosa), los que se inundan por temporadas o aquellos que están compuestos de vegetación y suelos húmedos”[6]
En ese orden de ideas, los humedales, esas zonas húmedas, zonas inundadas, esto es, zonas llenas de agua, bien por la acción de la naturaleza o la creación humana, son zonas llenas de vida y en tanto sistemas ecológicos están interconectadas para la supervivencia de otras formas de vida y la humana se cuenta entre ellas. De allí que para entender qué son y su importancia no se requiere de un doctorado o de la persona más versada en temas ambientales para que explique su valor e importancia, basta simplemente sentido común y el ejercicio de asociar el agua con la vida para comprender que, sin lo uno no es posible lo otro y que, por lo tanto, cuidar de los humedales es y debe ser siempre responsabilidad de todos, todas o “todes” o como mejor se quieran llamar para sentirse incluidos, incluidas o “incluides” no solamente en los derechos, sino también en los deberes, obligaciones y prohibiciones de cara al cuidado de la naturaleza.
El 02 de febrero de 2022 fue entonces, otra oportunidad para refrescar la memoria sobre la importancia de los humedales, su celebración se acompañó con la presentación de la campaña mundial para trabajar en pro de su rescate, restauración, rehumidificación y conservación, para lo cual se afirmó: “actuar por los humedales es actuar por la humanidad y la naturaleza”[7] y esto lo que implica es actuar por la vida, cualquiera sea su expresión, de allí que constituye una amenaza al derecho a la vida toda acción, omisión o extralimitación (grande o pequeña) en la que incurra un servidor público o particular que ponga en riesgo la conservación de los humedales, ello en armonía con lo dispuesto en el Artículo 6 de la Constitución que establece claramente que los particulares son responsables por infringir la Constitución y la Ley y los servidores públicos lo son por la misma causa y por omisión o extralimitación en el ejercicio de sus funciones, sin embargo, en tratándose de asuntos relacionados con la naturaleza y los derechos de ella, los particulares también deben ser responsables por las omisiones en las cuales incurran por y para no defenderla.
Referencias:
[1] THE RAMSAR CONVENTION AND ITS MISSION. https://web.archive.org/web/20160409053942/http://ramweb-uat.neox24.ch/about/the-ramsar-convention-and-its-mission
[2] ONU. https://news.un.org/es/story/2022/02/1503462
[3] AIDA. https://aida-americas.org/es/blog/seis-humedales-colombianos-de-importancia-mundial
[4] Ibidem.
[5] Humedales Reconocidos: https://humedalesbogota.com/mapa-humedales-bogota/
- Humedal Torca – Guaymaral
- Humedal La Conejera
- Humedal Córdoba
- Humedal Tibabuyes o Juan Amarillo
- Humedal Jaboque.
- Humedal Santa María del Lago
- Humedal El Burro
- Humedal Techovita o La Vaca
- Humedal de Techo
- Humedal Capellanía
- Humedal Meandro del Say
- Humedal Tibanica
- Humedal El Salitre
- Humedal El Tunjo
- Humedal La Isla
- Humedal La Tingua Azul
- Humedal El Escritorio – Hyntiba.
[6] EL ESPECTADOR. https://www.elespectador.com/ambiente/lanzan-el-primer-mapa-interactivo-de-los-humedales-de-colombia-article-736845/
[7] RAMSAR. https://www.worldwetlandsday.org/es/