En la vejez “más valés si tenés” y si "podés" votar mejor
Por: Abogada Gloria Yaneth Vélez Pérez
Twitter: @JuridicaAsesora
Hoy la normativa vigente es la Ley 1850 de 2017, por medio de la cual se establecen medidas de protección al adulto mayor en Colombia, se modifican las leyes 1251 de 2008, 1315 de 2009, 599 de 2000 y 1276 de 2009, se penaliza el maltrato intrafamiliar por abandono y se dictan otras disposiciones.
La nueva ley, entre otros, establece que “El Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Salud y Protección Social, implementará una ruta de atención inmediata y determinará los medios de comunicación correspondientes frente a maltratos contra el adulto mayor, tanto en ambientes familiares como en los centros de protección especial.” Sin embargo, a las autoridades no se les ve, ni se les siente el “pique” para reaccionar en la protección de un adulto mayor aunque se les suplique, se les explique y se les indique el qué, el por qué, el cuándo, el cómo y el dónde. Hablarles de un adulto mayor en riesgo no les activa la actuación administrativa estatal, ni la de policía, ni la judicial, aunque los hechos estén claros y estén sucediendo en tiempo real. Parece que en Colombia gusta más quedar mal por tolerar la vulneración de los derechos humanos, entre ellos los de los ancianos.
Es que envejecer parece una meta de aquellas a las que no se les quisiera apostar porque luego de haber transitado por un mundo hostil, como víctima de las circunstancias, los malos gobiernos y la violencia, o como sobreviviente, o de haber sido lo más productivo posible, maestro ejemplar y ciudadano y hasta empresario sin tacha alguna, llegar a la vejez te convierte en el objeto de explotación de algunos, objetivo económico para otros y de desprotección estatal en lo nacional y territorial y no en el sujeto de derechos y de especial protección que realmente se debería ser.
La utilidad es diferente estando joven y vigoroso, porque cuando estás en edad productiva, es decir, en esa edad de merecer, trabajar, servir y obedecer, tu valor se mide por el voto, lo servil y no lo servicial y lo mucho que puedas regalar tu trabajo sin protestar y si es el trabajo intelectual para que brille y sobresalga el que ningún mérito tiene, mucho mejor.
Pero las cosas cambian cuando envejeces, te enfermas o entras en una situación de discapacidad. En este estado tu valor cambia, unas veces te devalúas de tal forma que lo que te espera es un Centro de Atención de Ancianos que vive de la caridad, pero si tienes pensión o alguna herencia en el horizonte te cotizas como en la bolsa de valores, porque el apetito de muchos se enfoca en lo que le puedes dar, proveer, HEREDAR, aun por la fuerza, la sumisión, el sometimiento, el adoctrinamiento, la influencia, en fin… con cuanta maña usen para que logres firmar lo que sea, como sea, cuando sea y a quien sea, aunque eso implique vulnerar la fe pública.
Esto que describo no es un falacia, ni un mito y menos una leyenda, sino que es lo que viven muchos de los adultos mayores y aquellos que se encuentran en situación de discapacidad y que en su persona pareciera que pierden ante el Estado la dignidad y el derecho a ser protegidos de forma real y en tiempo real.
Hoy muchos adultos mayores son víctimas de la influencia de personas sigilosas que se aprovechan de la condición de vulnerabilidad de ellos y logran con su magia cambiarles la mentalidad, tal es el caso de lo que está sucediendo en la Ceja del Tambo, en dónde hay un grupo de personas que tienen como líder a una Mujer que dice que ella es la portadora de la voz de Dios, de Jesucristo y de la Virgen María, que dice que le salen espinas y que derramó 150 baldes de sangre. Estos actos que no pudo confirmar la Iglesia Católica y que procedió a prohibirlos mediante un Decreto Diocesano (09 de marzo 18 de 2015) porque consideraron las autoridades eclesiásticas de Sonsón Rionegro que atentan contra la fe, quedan, como es natural, en el plano de esos falsos pastores que lo único que pretenden es mantener a las personas afectas a una alienación, adoctrinadas, para, tal vez, lograr los intereses de sus líderes, que nada de espiritual deben tener, sino un discurso encantador de serpientes. Lo más grave es que estas personas se han tomado una casa desde el 10 de diciembre de 2021, con ancianos dentro, herederos, y están privando a la familia de atenderlos y cuidarlos y lo hicieron porque la familia les indicó que no permitiría celebraciones (lo llaman apostolado) hasta tanto la Diócesis confirmara si la prohibición persistía o si tanta revelación y milagros ya estaban confirmados.
Las autoridades Administrativas y de Policía del Municipio de la Ceja ya han sido informadas de esta situación y también cursa una denuncia penal y se continúa a la espera de la reacción inmediata de la que habla la Ley 1850 de 2017.
Todos debemos amparar a los adultos mayores y no permitir que en un Estado Social de Derecho como es Colombia, impere el dicho según el cual: en la vejez “más valés si tenés” y si “podés” “votar” mucho mejor.