¿Será que no podrá contarse en Colombia con candidatos que no tengan manto de duda en sus actuaciones y que conformen un equipo de colaboradores y aliados que tampoco lo tengan?. Es que la transparencia, la decencia y la confianza en la práctica política, debe ser una exigencia para todo aquel y todos aquellos que aspiren a ocupar cargos públicos, sean de elección popular o no, y sean de derecha, de centro o de izquierda o de sus combinaciones.
No cabe duda que hay candidatos y candidatas al Congreso de la República (Cámara o Senado), que llaman la atención con sus propuestas de corte igualitario, defensa de La Paz, mejoramiento de la educación, lucha contra la corrupción, defensa de los derechos humanos, entre ellos, los derechos de libertad, dignificación de campesinos, indígenas, entre otros grupos en situación de vulnerabilidad, sin embargo, al evaluar estas propuestas y su posibilidad de éxito a partir de aquellos con los cuales se encuentran aliados los candidatos y candidatas y con los cuales han construido y promovido su estrategia de campaña, que por su trayectoria han demostrado no ser de fiar, puede, inicialmente, concluirse, que las propuestas "programáticas" serán de difícil logro, dado que por frutos del propio candidato o candidata, o del equipo o aliados que lo o la acompañan, se evidencia que lo planteado en las propuestas, no es o sería lo que realmente les anima.
Tal vez unos criterios para valorar cuál ha de ser la mejor opción paral confiar el Voto, será a partir de meditar y razonar sobre las siguientes preguntas:
- ¿Cuáles son los frutos o las obras del candidato o candidata? Es que no olvidemos "que por sus frutos los conoceréis", que "no puede pedírsele peras al olmo", que "nadie puede dar de lo que no tiene" y que quien habla de derechos humanos luego de haber abusado o estar abusando de ellos, no es de fiar.
- ¿Con quién está aliado o está rodeado el candidato o candidata?. Esto porque también hay que recordar aquel dicho de la sabiduría popular "dime con quien andas y te diré quien eres o qué harás?.
Con lo anterior busco que políticos y electores mediten en la necesidad de procurar transparencia, decencia y confianza en la práctica política para garantizar un Estado Justo y en Paz regido por criterios de igualdad, pluralidad y respetuoso de los derechos de libertad, más allá de la ideología que cada uno quiera defender.