El 19 de junio del año 2022 el pueblo colombiano, considerado el soberano según el artículo 3 de la Constitución Política de 1991, decidió en las urnas, de forma válida y legítima, a quién quería como presidente y vicepresidenta por los próximos cuatro años y esa decisión, producto de la expresión democrática de la mayoría, es vinculante y como tal debe aceptarse.
Tal vez no todos estén conformes con los elegidos, pero en lo que sí se debe tener complacencia y acuerdo es en el proceso democrático, porque la posibilidad de elegir es un derecho de todos y fue ejercido por quienes así lo consideraron.
Dado lo anterior, importante es reconocer a Gustavo Petro Urrego, Presidente electo, como nuevo jefe de Estado, jefe de gobierno y suprema autoridad administrativa, pero también sumar como colectivo a que se cierren y superen las brechas de pobreza, inequidad social y daños al medio ambiente, en la que coincidimos quienes defendemos el Estado social de derecho adoptado en 1991 como producto del clamor por una sociedad justa y en paz y que es el que debe ser objeto de todo gobierno, sea cual fuere la ideología del gobernante.
Previo a las elecciones todos, todas y todes, tuvimos la oportunidad de disentir, controvertir, debatir, opinar y desaprobar, así como de indignarnos con lo que no nos pareció íntegro en las reglas del juego y en el cómo las jugaron, no obstante, el proceso electoral ya pasó y la mayoría decidió, para lo cual, es importante sumar, colaborar, contribuir, apoyar y hacerse parte de las propuestas de reedificación social que Gustavo Petro y Francia Márquez han puesto sobre la agenda nacional. Particularmente, sumaría que es importante reedificar el sistema de valores, porque el de los títulos valores ha tenido suficiente protagonismo desplazando a los otros.
El Estado social y democrático de derecho debe ser la brújula y carta de navegación de los gobernantes y Colombia somos todas, todos y todes o cuanta categoría o forma quiera adquirir una persona o grupo de ellas para sentirse simplemente ser humano, es decir que, somos un país pluralista y no hay que estar al frente o en el liderazgo para lograr como equipo lo que necesitamos para reedificar lo social, el sistema de valores y la naturaleza. Si hoy la oportunidad y la confianza de dirigir el país no está en el candidato de la preferencia, eso no quiere decir que no sigamos siendo Colombia y que no nos necesitemos para lograr bienestar y prosperidad general. Siempre se edificará mejor desde la diferencia y no con indiferencia, odio o venganza. La grandeza de un ser humano está en poder esforzarse por hacer siempre el bien.
No debemos olvidar que aquel que no está en nuestra contra para hacer el bien, en favor nuestro está.
Abogada Gloria Yaneth Vélez Pérez
Directora Revista Jurídica
WWW.VOZJURIDICA.COM
Tal vez no todos estén conformes con los elegidos, pero en lo que sí se debe tener complacencia y acuerdo es en el proceso democrático, porque la posibilidad de elegir es un derecho de todos y fue ejercido por quienes así lo consideraron.
Dado lo anterior, importante es reconocer a Gustavo Petro Urrego, Presidente electo, como nuevo jefe de Estado, jefe de gobierno y suprema autoridad administrativa, pero también sumar como colectivo a que se cierren y superen las brechas de pobreza, inequidad social y daños al medio ambiente, en la que coincidimos quienes defendemos el Estado social de derecho adoptado en 1991 como producto del clamor por una sociedad justa y en paz y que es el que debe ser objeto de todo gobierno, sea cual fuere la ideología del gobernante.
Previo a las elecciones todos, todas y todes, tuvimos la oportunidad de disentir, controvertir, debatir, opinar y desaprobar, así como de indignarnos con lo que no nos pareció íntegro en las reglas del juego y en el cómo las jugaron, no obstante, el proceso electoral ya pasó y la mayoría decidió, para lo cual, es importante sumar, colaborar, contribuir, apoyar y hacerse parte de las propuestas de reedificación social que Gustavo Petro y Francia Márquez han puesto sobre la agenda nacional. Particularmente, sumaría que es importante reedificar el sistema de valores, porque el de los títulos valores ha tenido suficiente protagonismo desplazando a los otros.
El Estado social y democrático de derecho debe ser la brújula y carta de navegación de los gobernantes y Colombia somos todas, todos y todes o cuanta categoría o forma quiera adquirir una persona o grupo de ellas para sentirse simplemente ser humano, es decir que, somos un país pluralista y no hay que estar al frente o en el liderazgo para lograr como equipo lo que necesitamos para reedificar lo social, el sistema de valores y la naturaleza. Si hoy la oportunidad y la confianza de dirigir el país no está en el candidato de la preferencia, eso no quiere decir que no sigamos siendo Colombia y que no nos necesitemos para lograr bienestar y prosperidad general. Siempre se edificará mejor desde la diferencia y no con indiferencia, odio o venganza. La grandeza de un ser humano está en poder esforzarse por hacer siempre el bien.
No debemos olvidar que aquel que no está en nuestra contra para hacer el bien, en favor nuestro está.
Abogada Gloria Yaneth Vélez Pérez
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