Mujeres al Mando
Soy pro vida y pro libertad al mismo tiempo y no faltará quiénes piensen que cómo puede ser posible esto y al respecto yo tengo una respuesta consciente, no absoluta, porque los seres humanos vivimos en una constante construcción, pero, por ahora, soy pro vida y pro libertad al mismo tiempo.
Las personas pro vida lo somos por varias razones, entre ellas la biológica y la religiosa. En relación con la biológica “Se denomina provida (en inglés pro-life) a la posición moral y política que afirma el derecho a la vida principalmente con respecto al nacimiento en los seres humanos sean cuales sean las circunstancias, extendiéndose la oposición a prácticas como la eutanasia, las investigaciones con células madre embrionarias no adultas y, sobre todo, el aborto inducido.1 Sus partidarios argumentan que la vida humana es digna de respeto desde el momento de la fecundación hasta sus últimas etapas y la muerte no debe ser un proceso asistido, por lo tanto consideran el cigoto, el embrión y el feto como vidas humanas y que no es ético inducir la muerte de ningún ser humano mientras muestre signos vitales.”
En el debate sobre el aborto, la perspectiva provida se opone directamente a la perspectiva proelección, pudiendo considerarse recíprocamente como contramovimientos.2 La mayor divergencia entre ambas posturas radica en su postura sobre el momento de inicio de la vida humana. Desde esta perspectiva y en lo que se refiere a su oposición a los movimientos proaborto, el movimiento provida ha sido criticado como un «encuadre político», que emplea argumentos para validar la posición propia (contraria al aborto), al mismo tiempo que invalida la posición contraria (favorable al aborto). El movimiento provida sostiene que el aborto es un drama social debido a su convicción de estar interrumpiendo una vida humana.3“ En este sentido soy pro vida.
En relación con la posición religiosa, rijo mi vida ESPIRITUAL desde los principios cristianos católicos, lo digo sin pena, sin miedo y completamente orgullosa porque creo en Jesús de Nazaret y en sus mandamientos de amor, perdón, servicio, prosperidad, solidaridad y no solo con el más débil, no juzgar para no ser juzgado, no mirar primero la paja en el ojo ajeno, sino la viga en el propio y algo absolutamente maravilloso y es que creo en la misericordia que significa “corazón generoso con las miserias de los demás” algo que no es fácil, ni pedirla, ni recibirla, ni practicarla, porque somos más expertos en odio, resentimiento, venganza, orgullo, egoísmo, ambición y en la superioridad moral, todo lo cual nos supera y nos gobierna la mayoría de las veces. No obstante toda esta imperfección, rijo mi vida por principios cristianos católicos con la esperanza de que la vida me alcance para practicarlos aunque sea un poco, pero siempre orando como el publicano (los cristianos entenderán de qué hablo).
También dije que soy pro libertad y lo soy y serlo no riñe con ser pro vida, los cristianos católicos sabemos que la salvación es personal y que tenemos libre albedrío. Soy pro libertad porque solamente siendo libre puedo ser pro vida, aunque muchos y muchas por ser libres y pro libertad puedan no ser pro vida, y de eso es que se trata la libertad: poder ser libremente lo que queramos ser y esto incluye el pensar y el expresar y poder hacer libremente lo que queramos hacer y nos esté permitido sin que eso afecte los derechos de los demás. En fin… hay suficientes teorías que explican la libertad y no es mi tarea en esta editorial referirme a ellas, ni discutirlas, solamente me atañe, porque así lo quiero y siento necesario, fijar mi postura al respecto y así es como la comprendo y como todo en la vida, practicarla no es fácil, sobre todo cuando la superioridad moral me lleva a pensar que el mundo hay que vivirlo desde mis absolutos, pero sigo creciendo para que eso no sea así, ni para que otros me impongan sus absolutos porque soy pro libertad y por serlo no estoy obligada a ponerme o aceptar los estándares ajenos sobre lo que pienso como pro vida, pero tampoco a imponerlos.
Lo anterior, lo he puesto como contexto para referirme a la reciente decisión tomada por la Corte Constitucional colombiana, en relación con despenalizar el aborto hasta la semana 24 (6 meses), esto es, que no será delito que una Mujer interrumpa un embarazo hasta los 6 meses de gestación, todo lo cual quiere decir que se ha reconocido un nuevo derecho de libertad a las mujeres, un derecho a decidir sobre permitirle a un ser humano en gestación, si ve la luz del mundo o si no, es decir, LAS MUJERES HAN SIDO PUESTAS AL MANDO de semejante decisión y será tremenda responsabilidad ejercer ese derecho de libertad sobre la vida humana y no juzgaré, aunque sea pro vida, el reconocimiento de este derecho, porque le corresponderá a cada mujer ejercerlo según sus propias y particulares convicciones y circunstancias y hacerse responsable de cargar con las consecuencias internas y sociales de esa decisión que podrán ser buenas, regulares o malas, pero será su decisión, porque es libre al fin.
Con la decisión de la Corte Constitucional veo mujeres libres, sin cadenas, esto es, veo MUJERES AL MANDO. Ojalá con el tamaño de esa libertad en un país como Colombia, carente de educación en todo sentido, en donde abunda la superioridad moral de los que explotan, abusan, no ayudan y no sirven, pero sobre todo la doble moral, el egoísmo y la ambición y en dónde y como diría Jorge Oñate “la sociedad que te corrompe luego te margina”, cada mujer encuentre la razón correcta y el momento correcto si le toca llegar a tomar la decisión de abortar. Ojalá, ahora que se encuentra al mando para decidir cuándo permitir que un nuevo ser humano pise la faz de la tierra, el discernimiento la acompañen antes y después.
Cierro reiterando que soy Pro vida y Pro libertad, al mismo tiempo, y en ese sentido quiero citar a San Pablo:
I Corintios 10:23 «Todo está permitido», pero no todo es conveniente. «Todo está permitido», pero no todo es edificante.
I Corintios 10:29 Me refiero a la conciencia de ellos, no a la de ustedes: ¿acaso mi libertad va a ser juzgada por la conciencia de otro?
Mi deseo es porque cada Mujer crezca en sabiduría para saber decidir y aconsejar cuando le toque ejercer el mando, porque a veces tener el mando y ser libre para elegir no es suficiente y si no lo es hasta para hacer un viaje y sobre qué ropa usar para “una noche de copas, una noche loca”, no imagino cómo será cuándo se trate de elegir entre la vida y la muerte de un ser humano en gestación con 24 semanas.
Abogada Gloria Yaneth Vélez Pérez
PD: Esta editorial no compromete el pensamiento de ninguno de los columnistas y las columnistas que escriben en la Revista VOZ JURÍDICA.
Soy pro vida y pro libertad al mismo tiempo y no faltará quiénes piensen que cómo puede ser posible esto y al respecto yo tengo una respuesta consciente, no absoluta, porque los seres humanos vivimos en una constante construcción, pero, por ahora, soy pro vida y pro libertad al mismo tiempo.
Las personas pro vida lo somos por varias razones, entre ellas la biológica y la religiosa. En relación con la biológica “Se denomina provida (en inglés pro-life) a la posición moral y política que afirma el derecho a la vida principalmente con respecto al nacimiento en los seres humanos sean cuales sean las circunstancias, extendiéndose la oposición a prácticas como la eutanasia, las investigaciones con células madre embrionarias no adultas y, sobre todo, el aborto inducido.1 Sus partidarios argumentan que la vida humana es digna de respeto desde el momento de la fecundación hasta sus últimas etapas y la muerte no debe ser un proceso asistido, por lo tanto consideran el cigoto, el embrión y el feto como vidas humanas y que no es ético inducir la muerte de ningún ser humano mientras muestre signos vitales.”
En el debate sobre el aborto, la perspectiva provida se opone directamente a la perspectiva proelección, pudiendo considerarse recíprocamente como contramovimientos.2 La mayor divergencia entre ambas posturas radica en su postura sobre el momento de inicio de la vida humana. Desde esta perspectiva y en lo que se refiere a su oposición a los movimientos proaborto, el movimiento provida ha sido criticado como un «encuadre político», que emplea argumentos para validar la posición propia (contraria al aborto), al mismo tiempo que invalida la posición contraria (favorable al aborto). El movimiento provida sostiene que el aborto es un drama social debido a su convicción de estar interrumpiendo una vida humana.3“ En este sentido soy pro vida.
En relación con la posición religiosa, rijo mi vida ESPIRITUAL desde los principios cristianos católicos, lo digo sin pena, sin miedo y completamente orgullosa porque creo en Jesús de Nazaret y en sus mandamientos de amor, perdón, servicio, prosperidad, solidaridad y no solo con el más débil, no juzgar para no ser juzgado, no mirar primero la paja en el ojo ajeno, sino la viga en el propio y algo absolutamente maravilloso y es que creo en la misericordia que significa “corazón generoso con las miserias de los demás” algo que no es fácil, ni pedirla, ni recibirla, ni practicarla, porque somos más expertos en odio, resentimiento, venganza, orgullo, egoísmo, ambición y en la superioridad moral, todo lo cual nos supera y nos gobierna la mayoría de las veces. No obstante toda esta imperfección, rijo mi vida por principios cristianos católicos con la esperanza de que la vida me alcance para practicarlos aunque sea un poco, pero siempre orando como el publicano (los cristianos entenderán de qué hablo).
También dije que soy pro libertad y lo soy y serlo no riñe con ser pro vida, los cristianos católicos sabemos que la salvación es personal y que tenemos libre albedrío. Soy pro libertad porque solamente siendo libre puedo ser pro vida, aunque muchos y muchas por ser libres y pro libertad puedan no ser pro vida, y de eso es que se trata la libertad: poder ser libremente lo que queramos ser y esto incluye el pensar y el expresar y poder hacer libremente lo que queramos hacer y nos esté permitido sin que eso afecte los derechos de los demás. En fin… hay suficientes teorías que explican la libertad y no es mi tarea en esta editorial referirme a ellas, ni discutirlas, solamente me atañe, porque así lo quiero y siento necesario, fijar mi postura al respecto y así es como la comprendo y como todo en la vida, practicarla no es fácil, sobre todo cuando la superioridad moral me lleva a pensar que el mundo hay que vivirlo desde mis absolutos, pero sigo creciendo para que eso no sea así, ni para que otros me impongan sus absolutos porque soy pro libertad y por serlo no estoy obligada a ponerme o aceptar los estándares ajenos sobre lo que pienso como pro vida, pero tampoco a imponerlos.
Lo anterior, lo he puesto como contexto para referirme a la reciente decisión tomada por la Corte Constitucional colombiana, en relación con despenalizar el aborto hasta la semana 24 (6 meses), esto es, que no será delito que una Mujer interrumpa un embarazo hasta los 6 meses de gestación, todo lo cual quiere decir que se ha reconocido un nuevo derecho de libertad a las mujeres, un derecho a decidir sobre permitirle a un ser humano en gestación, si ve la luz del mundo o si no, es decir, LAS MUJERES HAN SIDO PUESTAS AL MANDO de semejante decisión y será tremenda responsabilidad ejercer ese derecho de libertad sobre la vida humana y no juzgaré, aunque sea pro vida, el reconocimiento de este derecho, porque le corresponderá a cada mujer ejercerlo según sus propias y particulares convicciones y circunstancias y hacerse responsable de cargar con las consecuencias internas y sociales de esa decisión que podrán ser buenas, regulares o malas, pero será su decisión, porque es libre al fin.
Con la decisión de la Corte Constitucional veo mujeres libres, sin cadenas, esto es, veo MUJERES AL MANDO. Ojalá con el tamaño de esa libertad en un país como Colombia, carente de educación en todo sentido, en donde abunda la superioridad moral de los que explotan, abusan, no ayudan y no sirven, pero sobre todo la doble moral, el egoísmo y la ambición y en dónde y como diría Jorge Oñate “la sociedad que te corrompe luego te margina”, cada mujer encuentre la razón correcta y el momento correcto si le toca llegar a tomar la decisión de abortar. Ojalá, ahora que se encuentra al mando para decidir cuándo permitir que un nuevo ser humano pise la faz de la tierra, el discernimiento la acompañen antes y después.
Cierro reiterando que soy Pro vida y Pro libertad, al mismo tiempo, y en ese sentido quiero citar a San Pablo:
I Corintios 10:23 «Todo está permitido», pero no todo es conveniente. «Todo está permitido», pero no todo es edificante.
I Corintios 10:29 Me refiero a la conciencia de ellos, no a la de ustedes: ¿acaso mi libertad va a ser juzgada por la conciencia de otro?
Mi deseo es porque cada Mujer crezca en sabiduría para saber decidir y aconsejar cuando le toque ejercer el mando, porque a veces tener el mando y ser libre para elegir no es suficiente y si no lo es hasta para hacer un viaje y sobre qué ropa usar para “una noche de copas, una noche loca”, no imagino cómo será cuándo se trate de elegir entre la vida y la muerte de un ser humano en gestación con 24 semanas.
Abogada Gloria Yaneth Vélez Pérez
PD: Esta editorial no compromete el pensamiento de ninguno de los columnistas y las columnistas que escriben en la Revista VOZ JURÍDICA.