¿Miseria anunciada?
En reciente entrevista el Señor Gustavo Petro anunció sus primeras decisiones económicas si llega a ser elegido Presidente de la República de Colombia y una de ellas es el cese de la contratación de exploración y exportación, todo lo cual es absolutamente preocupante, porque si bien inicia con el petróleo, esa es la antesala para acabar con la minería.
El cese de contratación de exploración anunciado por Gustavo Petro, constituye el inicio de una debacle económica para Colombia y todos los colombianos.
La minería es absolutamente necesaria y es una total muestra de incoherencia decir que se quieren tecnologías limpias y un desarrollo sostenible, sin los minerales, porque los anhelados vehículos eléctricos no se pueden fabricar sin níquel y litio, o ¿cómo creen que se fabrican las baterías? por ejemplo. Los celulares y computadoras requieren cobre y otro conjunto de minerales se requieren para fabricar los equipos hospitalarios y los marcapasos, pero también los requieren los electrodomésticos ecológicos como las neveras y las lavadoras. No hay forma de generar energía solar sin acudir a la minería porque los paneles solares no se fabrican con aire o ramas.
Sin actividad extractiva (minería) no hay desarrollo, ni transporte sostenible, ni hospitales, ni comunicaciones.
Los minerales no se cogen en los árboles, ni caen del cielo como la lluvia, para lo cual necesitamos una minería bien hecha, responsable con el medio ambiente sano, que proteja la biodiversidad (fauna y flora), pero no renunciar a ella, porque el país no debe pensar en destruir lo que tiene y si bien debe pensar en otras formas productivas, siempre deberá tenerse un plan de transición o, al menos, tenerlo como complementario.
Esa futura decisión es una miseria anunciada, que hará que los pobres no sólo se vuelvan más pobres, sino que nunca salgan de la pobreza, hará que los que tienen ingresos los pierdan y que quienes tienen empresa se quiebren y tengan que despedir a sus trabajadores. ¿Miseria anunciada?
El cese de contratación de exploración anunciado por Gustavo Petro, constituye el inicio de una debacle económica para Colombia y todos los colombianos.
La minería es absolutamente necesaria y es una total muestra de incoherencia decir que se quieren tecnologías limpias y un desarrollo sostenible, sin los minerales, porque los anhelados vehículos eléctricos no se pueden fabricar sin níquel y litio, o ¿cómo creen que se fabrican las baterías? por ejemplo. Los celulares y computadoras requieren cobre y otro conjunto de minerales se requieren para fabricar los equipos hospitalarios y los marcapasos, pero también los requieren los electrodomésticos ecológicos como las neveras y las lavadoras. No hay forma de generar energía solar sin acudir a la minería porque los paneles solares no se fabrican con aire o ramas.
Sin actividad extractiva (minería) no hay desarrollo, ni transporte sostenible, ni hospitales, ni comunicaciones.
Los minerales no se cogen en los árboles, ni caen del cielo como la lluvia, para lo cual necesitamos una minería bien hecha, responsable con el medio ambiente sano, que proteja la biodiversidad (fauna y flora), pero no renunciar a ella, porque el país no debe pensar en destruir lo que tiene y si bien debe pensar en otras formas productivas, siempre deberá tenerse un plan de transición o, al menos, tenerlo como complementario.
Esa futura decisión es una miseria anunciada, que hará que los pobres no sólo se vuelvan más pobres, sino que nunca salgan de la pobreza, hará que los que tienen ingresos los pierdan y que quienes tienen empresa se quiebren y tengan que despedir a sus trabajadores. ¿Miseria anunciada?