El ataque al empresariado por parte del Alcalde de Medellín es un ataque a la educación superior y a las oportunidades de empleo y desarrollo
En varios medios de comunicación se ha leído y escuchado como el actual Alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, ha lanzado toda suerte de señalamientos insultantes en contra del GEA (Grupo Empresarial Antioqueño) que, sin duda alguna, los desprestigia y hace que tanto empresas, como los empresarios, se vean afectados en su buen nombre y que se afecte la confianza inversionista y de expansión a nuevos mercados, lo cual es lamentable para un país que se esfuerza diariamente para estabilizar la economía, muy a pesar de toda la carga bélica que por más de cincuenta años ha tenido que enfrentar.
La responsabilidad jurídica que le cabe al Alcalde por todo lo que ha dicho en los medios de comunicación será un asunto que resuelvan a futuro las autoridades judiciales, disciplinarias y fiscales, porque varios representantes de empresas ya anunciaron que analizarán las acciones legales para proteger su integridad como empresa. El Estado (Medellín Distrito Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación) también debe responder porque quién ha salido a crear contienda es el Alcalde (Servidor Público).
Ahora bien, ¿Quiénes, qué y cuántos más son los perjudicados con las declaraciones del Alcalde de Medellín en contra del Empresariado Antioqueño?
Inicialmente quiero acercar una primera respuesta porque encuentro afectado también al sector educativo y al respecto infiero, basada en la normativa vigente, que el ataque deliberado que ha venido realizando el actual Alcalde de Medellín al Gremio - Grupo Empresarial Antioqueño con términos que rayan con el desprestigio, es un ataque también a la educación superior del Departamento y del País (pregrado y posgrado) porque con la suma de toda clase de improperios lanzados cual perdigones y haciéndolo desde el rol que ostenta y la institucionalidad que representa, está creando condiciones de riesgo para que incremente el desempleo y por efecto rebote la deserción en las instituciones de educación superior, se acaben becas y subsidios de estudio, y para que los nuevos Profesionales, Especialistas, Magísteres y Doctores, no encuentren un escenario laboral en el que puedan agregar valor.
También están siendo puestas en jaque las funciones sustantivas de investigación y de extensión que han sido concebidas para transformar con la innovación y para acercar a la Universidad, la Empresa y el Estado. ¿Qué sentido tiene haber transformado a Medellín en un Distrito Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación, si el sector empresarial que tiene obra e historia en esas variables es "dilapidado" con la palabra por el Alcalde de la Ciudad? ¿Qué sentido tienen las normas de calidad de la educación superior (registros calificados y acreditación) si se afectan las posibilidades de interrelación con el sector productivo y empresarial?
Además de lo anterior, importante es indicar también que emprender y secundar una línea de ataques en contra del sector privado vulnera el Estado social de derecho, la prosperidad como fin, el desarrollo y la libertad de empresa consagrada en el Artículo 333 de la Constitución.
Seguramente muchos quieren volverse empresarios, pero no hay que quemar a los que ya lo son para edificar sobre sus cenizas, por eso hoy lo que Colombia necesita son más emprendedores de progreso y no de odio, más emprendedores de unión y no de división y necesita más motivadores y hacedores (gobernantes) para construir una mejor sociedad, pero que estén convencidos de que “hoy se puede ver más lejos porque estamos parados en hombros de gigantes”
No hay que formar parte de ninguna de las empresas atacadas para salir en su defensa por todo lo que han hecho por Medellín, el Departamento de Antioquia y por el País, lo único que debemos ser es objetivos, coherentes y gratos.
La responsabilidad jurídica que le cabe al Alcalde por todo lo que ha dicho en los medios de comunicación será un asunto que resuelvan a futuro las autoridades judiciales, disciplinarias y fiscales, porque varios representantes de empresas ya anunciaron que analizarán las acciones legales para proteger su integridad como empresa. El Estado (Medellín Distrito Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación) también debe responder porque quién ha salido a crear contienda es el Alcalde (Servidor Público).
Ahora bien, ¿Quiénes, qué y cuántos más son los perjudicados con las declaraciones del Alcalde de Medellín en contra del Empresariado Antioqueño?
Inicialmente quiero acercar una primera respuesta porque encuentro afectado también al sector educativo y al respecto infiero, basada en la normativa vigente, que el ataque deliberado que ha venido realizando el actual Alcalde de Medellín al Gremio - Grupo Empresarial Antioqueño con términos que rayan con el desprestigio, es un ataque también a la educación superior del Departamento y del País (pregrado y posgrado) porque con la suma de toda clase de improperios lanzados cual perdigones y haciéndolo desde el rol que ostenta y la institucionalidad que representa, está creando condiciones de riesgo para que incremente el desempleo y por efecto rebote la deserción en las instituciones de educación superior, se acaben becas y subsidios de estudio, y para que los nuevos Profesionales, Especialistas, Magísteres y Doctores, no encuentren un escenario laboral en el que puedan agregar valor.
También están siendo puestas en jaque las funciones sustantivas de investigación y de extensión que han sido concebidas para transformar con la innovación y para acercar a la Universidad, la Empresa y el Estado. ¿Qué sentido tiene haber transformado a Medellín en un Distrito Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación, si el sector empresarial que tiene obra e historia en esas variables es "dilapidado" con la palabra por el Alcalde de la Ciudad? ¿Qué sentido tienen las normas de calidad de la educación superior (registros calificados y acreditación) si se afectan las posibilidades de interrelación con el sector productivo y empresarial?
Además de lo anterior, importante es indicar también que emprender y secundar una línea de ataques en contra del sector privado vulnera el Estado social de derecho, la prosperidad como fin, el desarrollo y la libertad de empresa consagrada en el Artículo 333 de la Constitución.
Seguramente muchos quieren volverse empresarios, pero no hay que quemar a los que ya lo son para edificar sobre sus cenizas, por eso hoy lo que Colombia necesita son más emprendedores de progreso y no de odio, más emprendedores de unión y no de división y necesita más motivadores y hacedores (gobernantes) para construir una mejor sociedad, pero que estén convencidos de que “hoy se puede ver más lejos porque estamos parados en hombros de gigantes”
No hay que formar parte de ninguna de las empresas atacadas para salir en su defensa por todo lo que han hecho por Medellín, el Departamento de Antioquia y por el País, lo único que debemos ser es objetivos, coherentes y gratos.