La inconstitucional presunción de vandalismo
Por: Abogado Víctor David Aucenon Liberato
Colombia la democracia más antigua y menos real de América Latina que tiene a cuestas un exterminio político, guerra civil, violaciones a derecho humanos, candidatos presidenciales asesinados, es también uno de los países que menos garantiza el derecho a la protesta y la libertad de expresión, lo que precariza aún más nuestra maltrecha democracia, y no solo el Estado no garantiza el derecho, lo ataca sistemáticamente con las siguientes estrategias.
Asesinatos y lesiones; Durante el gobierno de Iván Duque han sido asesinados durante protestas por accionar de fuerzas del Estado, aproximadamente 35 civiles, más que en muchos otros gobiernos, sin contar lo ocurrido en la cárcel modelo, miles de civiles heridos, muchos de ellos de gravedad con pérdida de ojos, dientes, desfiguraciones y demás pérdidas anatómicas y estéticas permanentes importantes.
Detenciones arbitrarias: De los cientos de detenidos arbitrariamente, pocos han sido judicializados y la mayoría de estos y los casos más notorios han sido dejados en libertad por probarse su inocencia ante juez (falsos positivos judiciales).
Infiltración de policía: Lo que antes se tenía como un mito o una excepción propia de regímenes autoritarios de épocas pasadas ahora es la regla general, cada marcha es más notorio la participación de policía camuflada en las protestas, lastimosamente sobre esta práctica tenemos muy poca información oficial sobre su pertinencia, modus operandi y demás implicaciones legales(es legal?), lo que si está claro es que es un ataque al derecho fundamental de protesta y siembra una desconfianza entendible en la sociedad sobre si los vándalos son estos infiltrados de la policía.
Impunidad: La fuerza represiva excesiva ha sido innegable pero defendida por los estamentos gubernamentales, en el caso de Dylan ha pasado un buen tiempo en la justicia penal militar sin ningún avance, a diferencia del caso de George Floyd en EU que ocurrió más recientemente y ya fue resuelto con condena al policía, la impunidad en este tipo de abusos en Colombia es amplia, la justicia llega muy tarde, hace poco días fue condenado el agente del esmad que asesinó al joven Nicolás Neira hace más de 16 años…..
Pérdida de mando aparente: varios alcaldes han manifestado de manera tímida que la policía ha desobedecido sus órdenes, aunque jurídicamente es claro que los alcaldes son la primera autoridad, la ambigüedad de estas autoridades para denunciar los casos con firmeza nos deja en un limbo jurídico que no puede más que afectar la protesta, pues la policía estaría sin control civil, o simplemente los alcaldes no quieren cargar el costo político, no lo sabemos…
Respaldo absoluto sin autocrítica: el presidente y otras autoridades han demostrado un respaldo irrestricto a las acciones de la fuerza pública ante la protesta, sin distinguir entre excesos y uso legítimo, incluso el día después de la masacre que cometió la policía en Bogotá el 9 de sep. de 2020, el presidente se vistió de policía sin pedir excusas o pedir cuentas.
Vincular protesta a criminales sin pruebas: aunque la Corte Suprema llamó la atención, sigue el libreto institucional de vincular toda protesta antes con las Farc, ahora con eln y disidencias, y hasta Rusia… La prueba no es más que pronunciamientos y titulares que dañan a todos los que protestan.
Todos los protestantes responden por uno: la mayor parte de los protestantes lo hacen en paz, lastimosamente siempre hay alguno de los millones que comete excesos (inevitable), y todo el andamiaje estatal y privado se enfoca en ese 0.01% para generalizar al 99.9%, igualmente cualquier delito que se cometa por delincuentes comunes como un hurto en inmediaciones es enlazado y endilgado a los protestantes.
El cubrimiento de los medios: especialistas en cuantificación de daños materiales producidos por manifestantes(no por daños de esmad, ni indemnizaciones que debe pagar el estado por abusos, capturas ilegales, muertes) cubrimiento a protestas por parte de medios privados es casi tan malintencionado como las estrategias de los gobiernos, el caso de ayer donde RCN manifestó que en Cali estaban era celebrando por las medidas tomadas por el presidente Duque es solo un ejemplo, otro ejemplo es la costumbre de admitir la versión oficial sobre disturbios como una verdad que no amerita investigación o contradicción, el desequilibrio y el sesgo en los cubrimientos es innegable.
Todas estas estrategias hacen parte de la vulneración sistemática y continuada a ese derecho, al ser la protesta social parte esencial de una democracia real, atacarla es menoscabar nuestra democracia, es un derecho fundamental según el artículo 37 de la Constitución, amparado también por tratados internacionales, hoy día al referirse a ella incluso por protestantes o quienes estén a favor, siempre se le agrega la palabra “pacifica”, lo que no es necesario, pues se sobreentiende, pero dicha aclaración surge por la misma estigmatización de todas las herramientas que mencioné anteriormente, y que han logrado su objetivo, que la gente preparada para protestar se sienta sin garantías y hasta culpable por ejercer sus derechos y duden de hacerlo por miedo, todo termina en un quiero protestar pero….. tengo miedo.
Asesinatos y lesiones; Durante el gobierno de Iván Duque han sido asesinados durante protestas por accionar de fuerzas del Estado, aproximadamente 35 civiles, más que en muchos otros gobiernos, sin contar lo ocurrido en la cárcel modelo, miles de civiles heridos, muchos de ellos de gravedad con pérdida de ojos, dientes, desfiguraciones y demás pérdidas anatómicas y estéticas permanentes importantes.
Detenciones arbitrarias: De los cientos de detenidos arbitrariamente, pocos han sido judicializados y la mayoría de estos y los casos más notorios han sido dejados en libertad por probarse su inocencia ante juez (falsos positivos judiciales).
Infiltración de policía: Lo que antes se tenía como un mito o una excepción propia de regímenes autoritarios de épocas pasadas ahora es la regla general, cada marcha es más notorio la participación de policía camuflada en las protestas, lastimosamente sobre esta práctica tenemos muy poca información oficial sobre su pertinencia, modus operandi y demás implicaciones legales(es legal?), lo que si está claro es que es un ataque al derecho fundamental de protesta y siembra una desconfianza entendible en la sociedad sobre si los vándalos son estos infiltrados de la policía.
Impunidad: La fuerza represiva excesiva ha sido innegable pero defendida por los estamentos gubernamentales, en el caso de Dylan ha pasado un buen tiempo en la justicia penal militar sin ningún avance, a diferencia del caso de George Floyd en EU que ocurrió más recientemente y ya fue resuelto con condena al policía, la impunidad en este tipo de abusos en Colombia es amplia, la justicia llega muy tarde, hace poco días fue condenado el agente del esmad que asesinó al joven Nicolás Neira hace más de 16 años…..
Pérdida de mando aparente: varios alcaldes han manifestado de manera tímida que la policía ha desobedecido sus órdenes, aunque jurídicamente es claro que los alcaldes son la primera autoridad, la ambigüedad de estas autoridades para denunciar los casos con firmeza nos deja en un limbo jurídico que no puede más que afectar la protesta, pues la policía estaría sin control civil, o simplemente los alcaldes no quieren cargar el costo político, no lo sabemos…
Respaldo absoluto sin autocrítica: el presidente y otras autoridades han demostrado un respaldo irrestricto a las acciones de la fuerza pública ante la protesta, sin distinguir entre excesos y uso legítimo, incluso el día después de la masacre que cometió la policía en Bogotá el 9 de sep. de 2020, el presidente se vistió de policía sin pedir excusas o pedir cuentas.
Vincular protesta a criminales sin pruebas: aunque la Corte Suprema llamó la atención, sigue el libreto institucional de vincular toda protesta antes con las Farc, ahora con eln y disidencias, y hasta Rusia… La prueba no es más que pronunciamientos y titulares que dañan a todos los que protestan.
Todos los protestantes responden por uno: la mayor parte de los protestantes lo hacen en paz, lastimosamente siempre hay alguno de los millones que comete excesos (inevitable), y todo el andamiaje estatal y privado se enfoca en ese 0.01% para generalizar al 99.9%, igualmente cualquier delito que se cometa por delincuentes comunes como un hurto en inmediaciones es enlazado y endilgado a los protestantes.
El cubrimiento de los medios: especialistas en cuantificación de daños materiales producidos por manifestantes(no por daños de esmad, ni indemnizaciones que debe pagar el estado por abusos, capturas ilegales, muertes) cubrimiento a protestas por parte de medios privados es casi tan malintencionado como las estrategias de los gobiernos, el caso de ayer donde RCN manifestó que en Cali estaban era celebrando por las medidas tomadas por el presidente Duque es solo un ejemplo, otro ejemplo es la costumbre de admitir la versión oficial sobre disturbios como una verdad que no amerita investigación o contradicción, el desequilibrio y el sesgo en los cubrimientos es innegable.
Todas estas estrategias hacen parte de la vulneración sistemática y continuada a ese derecho, al ser la protesta social parte esencial de una democracia real, atacarla es menoscabar nuestra democracia, es un derecho fundamental según el artículo 37 de la Constitución, amparado también por tratados internacionales, hoy día al referirse a ella incluso por protestantes o quienes estén a favor, siempre se le agrega la palabra “pacifica”, lo que no es necesario, pues se sobreentiende, pero dicha aclaración surge por la misma estigmatización de todas las herramientas que mencioné anteriormente, y que han logrado su objetivo, que la gente preparada para protestar se sienta sin garantías y hasta culpable por ejercer sus derechos y duden de hacerlo por miedo, todo termina en un quiero protestar pero….. tengo miedo.