La Estrategia del Caracol Jurídico
Por: Abogado Víctor David Aucenon Liberato
En Europa es ampliamente conocido un movimiento social llamado Okupa, que, como su nombre lo indica, consiste en incentivar la ocupación de edificaciones, terrenos o viviendas abandonadas por sus dueños legales para privilegiar el derecho a la vivienda de los necesitados, para gente que no tiene techo, ni tiene la posibilidad real de tenerlo, ocupación que, a primera vista haría en desmedro de la propiedad privada.
Mientras tanto, en Colombia habiendo tanta necesidad de tierra y vivienda, tanta tierra improductiva, tantos bienes inmuebles abandonados, no ha existido un movimiento de tal magnitud que incentive de frente la utilización de bienes ajenos en ciertas circunstancias determinadas, los movimientos sociales del país están en deuda y no han incurrido en estas iniciativas, por lo menos de manera masiva y organizada, una deuda que deben suplir inmediatamente.
En Colombia como casi en todo el mundo, tenemos la figura jurídica de la prescripción adquisitiva del dominio, en la cual a una persona mediante proceso judicial (dispendioso y tedioso) se le otorga la propiedad legal de un bien inmueble a la persona que lleve más de 10 años ejerciendo ánimo de señor y dueño (sin importar la necesidad del poseedor y tampoco de su buena fe), es decir, no reconociendo otros dueños ni pagando arrendo, esta figura existe para brindar seguridad jurídica, que los bienes inmuebles no queden abandonados de por vida y que se tenga una certeza sobre la situación de esos bienes, también es un castigo para las personas que utilizan, no se benefician de sus bienes, pero principalmente la motivación de esa figura es otorgarle a la gente la posibilidad de adquirir una propiedad a una persona que se le ha ganado manteniéndola en pie y protegiéndola.
Esta figura tiene un potencial inmenso para disminuir las brechas de la rampante y creciente desigualdad social que agobia nuestro país, en Colombia la tierra tiene una función social, lo que quiere decir que la propiedad como todos los derechos no es un derecho absoluto, tiene como condición que dicha propiedad sea usufructuada de alguna manera que produzca algún beneficio para la sociedad, lastimosamente esa figura no se usa lo suficiente ni la gente conoce de su existencia, los pocos que la conocen, lo hacen a través de mitos.
Dicha situación podría mejorar si nace un movimiento okupa en Colombia, un movimiento de grandes proporciones y bien coordinado que, por lo menos haga la pedagogía sobre la figura jurídica de la prescripción, se cuenta con la herramienta pero nadie sabe de su existencia, es una herramienta compleja de usar, costosa, demorada en tiempo, pero está ahí, un movimiento okupa que resuelva la mitología sobre el tema y que le explique a la gente que la función social de la tierra no es una figura propia del comunismo, sino todo lo contrario, se trata de que toda la tenencia sea capitalizada y se perciba algún beneficio social privado en ella.
Pd: Recomiendo la premiada película colombiana la estrategia del caracol, que habla sobre unos okupas en Bogotá desde un punto de vista jurídico, y también de las dinámicas y motivaciones sociales del mismo.
Mientras tanto, en Colombia habiendo tanta necesidad de tierra y vivienda, tanta tierra improductiva, tantos bienes inmuebles abandonados, no ha existido un movimiento de tal magnitud que incentive de frente la utilización de bienes ajenos en ciertas circunstancias determinadas, los movimientos sociales del país están en deuda y no han incurrido en estas iniciativas, por lo menos de manera masiva y organizada, una deuda que deben suplir inmediatamente.
En Colombia como casi en todo el mundo, tenemos la figura jurídica de la prescripción adquisitiva del dominio, en la cual a una persona mediante proceso judicial (dispendioso y tedioso) se le otorga la propiedad legal de un bien inmueble a la persona que lleve más de 10 años ejerciendo ánimo de señor y dueño (sin importar la necesidad del poseedor y tampoco de su buena fe), es decir, no reconociendo otros dueños ni pagando arrendo, esta figura existe para brindar seguridad jurídica, que los bienes inmuebles no queden abandonados de por vida y que se tenga una certeza sobre la situación de esos bienes, también es un castigo para las personas que utilizan, no se benefician de sus bienes, pero principalmente la motivación de esa figura es otorgarle a la gente la posibilidad de adquirir una propiedad a una persona que se le ha ganado manteniéndola en pie y protegiéndola.
Esta figura tiene un potencial inmenso para disminuir las brechas de la rampante y creciente desigualdad social que agobia nuestro país, en Colombia la tierra tiene una función social, lo que quiere decir que la propiedad como todos los derechos no es un derecho absoluto, tiene como condición que dicha propiedad sea usufructuada de alguna manera que produzca algún beneficio para la sociedad, lastimosamente esa figura no se usa lo suficiente ni la gente conoce de su existencia, los pocos que la conocen, lo hacen a través de mitos.
Dicha situación podría mejorar si nace un movimiento okupa en Colombia, un movimiento de grandes proporciones y bien coordinado que, por lo menos haga la pedagogía sobre la figura jurídica de la prescripción, se cuenta con la herramienta pero nadie sabe de su existencia, es una herramienta compleja de usar, costosa, demorada en tiempo, pero está ahí, un movimiento okupa que resuelva la mitología sobre el tema y que le explique a la gente que la función social de la tierra no es una figura propia del comunismo, sino todo lo contrario, se trata de que toda la tenencia sea capitalizada y se perciba algún beneficio social privado en ella.
Pd: Recomiendo la premiada película colombiana la estrategia del caracol, que habla sobre unos okupas en Bogotá desde un punto de vista jurídico, y también de las dinámicas y motivaciones sociales del mismo.