Humo blanco para atacar al Estado Laico
Por: Abogado Victor David Aucenon Liberato
En Colombia en 1991 se introdujo un cambio fundamental para la modernización del país, el Estado Laico o neutro en materia religiosa, que permitió a muchos cultos (mayoritariamente cristianos protestantes), alcanzar la igualdad de oportunidades que tenía el culto imperante hasta el momento, en aras de evitar una dictadura religiosa, o un ingrediente más a la alta lista de conflictos colombianos, la Constitución en el papel tuvo un gran acierto, esos grupos cristianos han tenido desde entonces un crecimiento inusitado llegando a contar con gran poder económico y político, extrañamente esos grupos que se vieron tan beneficiados, hoy son enemigos declarados del Estado Laico que les dio oxigeno y vida.
lastimosamente, 30 años después la aplicación de la Constitución nos hemos quedado cortos. La aplicación del Estado laico ha sido muy lenta contando con pocos avances, muchas instituciones y personas en el poder siguen en 1886, los funcionarios públicos ven como normal participar de cultos e imponer imágenes desde las instituciones, incluso con dineros públicos, la pedagogía es nula y el ejemplo de los líderes (de todos los espectros políticos ) es el peor, el Congreso no sacará jamás una norma en contra de la hegemonía católica, por simples cálculos electoreros, y el poder judicial que en la primero época de la Constitución fue brillante en la delimitación y regulación del poder absoluto de un culto, ahora parecen ser simples espectadores pasivos, en el mejor de los casos salomónicos de la caída del Estado laico.
No se tiene conocimiento reciente de una andanada tan fuerte, sistemática y organizada contra el concepto de Estado laico y por lo mismo contra la Constitución de Colombia, como la que hemos sufrido en los últimos meses, todo comenzó con varios trinos desde la cuenta oficial de vicepresidencia el pasado mayo 13 del 2020, encomendando nuestro país a la Virgen de Fátima, que luego de recibir críticas fueron retirados. Posteriormente por “coincidencia” el Presidente hablando en nombre de todos encomienda el país a la Virgen de Chiquinquirá recibiendo el apoyo de varios Obispos del país, luego de que la justicia le ordenara ser en extremo cuidadoso y le ordenara usar su cuenta privada para cosas privadas y la cuenta estatal para asuntos de Estado para no confundir, el Presidente hace caso omiso, arremete y sube videos haciendo oraciones católicas en misa en la cuenta de YouTube oficial de la presidencia de todos los colombianos y, posteriormente, continúa desafiando las ordenes judiciales explayándose en mas conmemoraciones a la Virgen, sin escatimar en oraciones y peticiones diarias desde el trono público a los Santos y los Ángeles, para que solucione el muy encumbrado problema de las masacres y la pandemia (evadiendo responsabilidad o por lo menos cubriéndose de un manto divino para no ser declarado responsable mas adelante por lo que suceda, pues es el presidente ungido por la divinidad), y su fervorosa fe, será que por algún motivo no explicado no se puede aplicar en privado es recompensada claro está en las encuestas, en desmedro de nuestra Constitución y el principio de estricta separación Estado Religión.
Luego no es casualidad el bochornoso acto de discriminación que protagoniza el juez de Cartagena donde argumenta que prefiere agradar a la ley de Dios que la ley humana, olvidando qué ley paga su salario terrenal, la segunda sería si contaría con defensa divina en un eventual juicio disciplinario o hasta penal por el delito de discriminación y la tercera es si en alguna manera su cruzada ilegal tiene alguna conexidad o inspiración con los anteriores ataques al Estado laico protagonizados desde los más altos cargos del poder ejecutivo. Lo más triste de toda esta situación no es que estos ataques vulneren la norma y continúen impunes, lo triste es que generan una confusión y desinformación en el grueso de la población que creen que el Estado colombiano es por costumbre católico, que no tienen ni idea de lo que significa el Estado laico y quieren imponer a modo de dictadura sus creencias sobre las de los demás, peor cuando las autoridades encargadas de proteger y hacer cumplir la Constitución son quienes más la vulneran (el juez, el presidente)
Toda esta andada contra el Estado laico desde el poder político y judicial, además de desatar unas pasiones muy fuertes en quienes quieren imponer un culto en particular sobre los demás, al encaminar el rumbo administrativo a los designios divinos, termina generando también discriminaciones en otras áreas de la sociedad que parecieran estar alejadas de las discusiones religiosas como los derechos reproductivos, la eutanasia, la educación o el matrimonio entre parejas del mismo sexo, en la parte política parece que es un salvavidas para subir de popularidad en momentos donde gobernar terrenalmente resulta mas difícil, aunque sería lo pertinente.
lastimosamente, 30 años después la aplicación de la Constitución nos hemos quedado cortos. La aplicación del Estado laico ha sido muy lenta contando con pocos avances, muchas instituciones y personas en el poder siguen en 1886, los funcionarios públicos ven como normal participar de cultos e imponer imágenes desde las instituciones, incluso con dineros públicos, la pedagogía es nula y el ejemplo de los líderes (de todos los espectros políticos ) es el peor, el Congreso no sacará jamás una norma en contra de la hegemonía católica, por simples cálculos electoreros, y el poder judicial que en la primero época de la Constitución fue brillante en la delimitación y regulación del poder absoluto de un culto, ahora parecen ser simples espectadores pasivos, en el mejor de los casos salomónicos de la caída del Estado laico.
No se tiene conocimiento reciente de una andanada tan fuerte, sistemática y organizada contra el concepto de Estado laico y por lo mismo contra la Constitución de Colombia, como la que hemos sufrido en los últimos meses, todo comenzó con varios trinos desde la cuenta oficial de vicepresidencia el pasado mayo 13 del 2020, encomendando nuestro país a la Virgen de Fátima, que luego de recibir críticas fueron retirados. Posteriormente por “coincidencia” el Presidente hablando en nombre de todos encomienda el país a la Virgen de Chiquinquirá recibiendo el apoyo de varios Obispos del país, luego de que la justicia le ordenara ser en extremo cuidadoso y le ordenara usar su cuenta privada para cosas privadas y la cuenta estatal para asuntos de Estado para no confundir, el Presidente hace caso omiso, arremete y sube videos haciendo oraciones católicas en misa en la cuenta de YouTube oficial de la presidencia de todos los colombianos y, posteriormente, continúa desafiando las ordenes judiciales explayándose en mas conmemoraciones a la Virgen, sin escatimar en oraciones y peticiones diarias desde el trono público a los Santos y los Ángeles, para que solucione el muy encumbrado problema de las masacres y la pandemia (evadiendo responsabilidad o por lo menos cubriéndose de un manto divino para no ser declarado responsable mas adelante por lo que suceda, pues es el presidente ungido por la divinidad), y su fervorosa fe, será que por algún motivo no explicado no se puede aplicar en privado es recompensada claro está en las encuestas, en desmedro de nuestra Constitución y el principio de estricta separación Estado Religión.
Luego no es casualidad el bochornoso acto de discriminación que protagoniza el juez de Cartagena donde argumenta que prefiere agradar a la ley de Dios que la ley humana, olvidando qué ley paga su salario terrenal, la segunda sería si contaría con defensa divina en un eventual juicio disciplinario o hasta penal por el delito de discriminación y la tercera es si en alguna manera su cruzada ilegal tiene alguna conexidad o inspiración con los anteriores ataques al Estado laico protagonizados desde los más altos cargos del poder ejecutivo. Lo más triste de toda esta situación no es que estos ataques vulneren la norma y continúen impunes, lo triste es que generan una confusión y desinformación en el grueso de la población que creen que el Estado colombiano es por costumbre católico, que no tienen ni idea de lo que significa el Estado laico y quieren imponer a modo de dictadura sus creencias sobre las de los demás, peor cuando las autoridades encargadas de proteger y hacer cumplir la Constitución son quienes más la vulneran (el juez, el presidente)
Toda esta andada contra el Estado laico desde el poder político y judicial, además de desatar unas pasiones muy fuertes en quienes quieren imponer un culto en particular sobre los demás, al encaminar el rumbo administrativo a los designios divinos, termina generando también discriminaciones en otras áreas de la sociedad que parecieran estar alejadas de las discusiones religiosas como los derechos reproductivos, la eutanasia, la educación o el matrimonio entre parejas del mismo sexo, en la parte política parece que es un salvavidas para subir de popularidad en momentos donde gobernar terrenalmente resulta mas difícil, aunque sería lo pertinente.