El populismo punitivo nos ganó
Por: Abogado Víctor David Aucenon Liberato
En Colombia desde hace mucho tiempo, se ha instaurado en los legisladores y presidentes de turno un fetiche por crear leyes innecesarias y sin sentido, pero populares y serviles a sus intereses electorales particulares, con ningún beneficio para el país, lo único que han logrado es enredar el sistema jurídico menoscabando, la seguridad jurídica y la practicidad técnica en la aplicación de las leyes, desconocen los conceptos de los expertos, que deberían primar(abogados, criminólogos, médicos, psicólogos, sociólogos), pero imponen la opinión de los congresistas irresponsables sin ningún criterio técnico o debate serio, pretenden solo mostrar un resultado engañoso a las masas, el principal problema es que tales adefesios convertidos en leyes, terminan siendo una distracción para la verdadera solución de los problemas, un efecto placebo que da entender a la ciudadanía que se está haciendo algo, cuando en realidad no es así.
Recuerdo hace años a la denominada senadora de los niños Gilma Jiménez, intentar en numerosas ocasiones aprobar una ley inconstitucional y sin fundamento diferente a la indignación, ley de cadena perpetua en Colombia, en esa época me dije que un absurdo así nunca llegaría a ser ley de la república por más pésimo que fuera nuestro congreso y clase política, hoy debo admitir que me equivoqué, este nefasto congreso lo logró, y junto con el gobierno lo pregonan como todo un logro, aunque saben que es inconstitucional, incongruente, sin fundamento y que la Corte la tumbará, mientras tanto las víctimas de dichos delitos siguen aumentando y sus victimarios siguen y seguirán en la impunidad.
Paradójicamente el Congreso y el Ejecutivo que tiene en su poder aumentar la planta de fiscales e investigadores, mejorar la formación de tales funcionarios y adquirir un buen equipo técnico para contrarrestar los verdaderos delitos, duplicar la pedología y facilitar la denuncia, no lo hacen, por el contrario, prefieren gastar sus recursos de decenas de millones de dólares en helicópteros y aviones para el fiscal y el presidente, millones de dólares que caerían muy bien en apoyo a esas verdaderas soluciones que nunca se exploran por estar aumentando penas de delitos en las que nadie piensa según estudios en relación con cuándo se va acometer el ilícito.
La fijación insana por el populismo punitivo ha llegado al punto de crear nuevos delitos absurdos, como castigar con cárcel piropos en la calle, de querer configurar delitos de opinión por la protesta social, argumentan la imposición de delitos absurdos con argumentos religiosos como el aborto, en todo caso, la dosis mínima que comenzaron sancionando con multa y quieren penalizar nuevamente, y la eutanasia, estamos en un punto inimaginable de la irresponsabilidad legislativa y presidencial en detrimento del interés general. Hoy tenemos decenas de congresistas y el presidente con el talante populista e hipócrita de la senadora Gilma Jiménez, que cínicamente son los mismos que se quejan del hacinamiento carcelario.
Recuerdo hace años a la denominada senadora de los niños Gilma Jiménez, intentar en numerosas ocasiones aprobar una ley inconstitucional y sin fundamento diferente a la indignación, ley de cadena perpetua en Colombia, en esa época me dije que un absurdo así nunca llegaría a ser ley de la república por más pésimo que fuera nuestro congreso y clase política, hoy debo admitir que me equivoqué, este nefasto congreso lo logró, y junto con el gobierno lo pregonan como todo un logro, aunque saben que es inconstitucional, incongruente, sin fundamento y que la Corte la tumbará, mientras tanto las víctimas de dichos delitos siguen aumentando y sus victimarios siguen y seguirán en la impunidad.
Paradójicamente el Congreso y el Ejecutivo que tiene en su poder aumentar la planta de fiscales e investigadores, mejorar la formación de tales funcionarios y adquirir un buen equipo técnico para contrarrestar los verdaderos delitos, duplicar la pedología y facilitar la denuncia, no lo hacen, por el contrario, prefieren gastar sus recursos de decenas de millones de dólares en helicópteros y aviones para el fiscal y el presidente, millones de dólares que caerían muy bien en apoyo a esas verdaderas soluciones que nunca se exploran por estar aumentando penas de delitos en las que nadie piensa según estudios en relación con cuándo se va acometer el ilícito.
La fijación insana por el populismo punitivo ha llegado al punto de crear nuevos delitos absurdos, como castigar con cárcel piropos en la calle, de querer configurar delitos de opinión por la protesta social, argumentan la imposición de delitos absurdos con argumentos religiosos como el aborto, en todo caso, la dosis mínima que comenzaron sancionando con multa y quieren penalizar nuevamente, y la eutanasia, estamos en un punto inimaginable de la irresponsabilidad legislativa y presidencial en detrimento del interés general. Hoy tenemos decenas de congresistas y el presidente con el talante populista e hipócrita de la senadora Gilma Jiménez, que cínicamente son los mismos que se quejan del hacinamiento carcelario.