Un cuento para abogados litigantes, “una oferta de trabajo, demasiado buena para ser real”
Por: Abogada Beatriz Suárez
En la mañana de un día soleado, un abogado recibe a través de whatsapp de un número que no conoce, un mensaje de alguien que se identifica como la Asistente del Presidente Ejecutivo 4 del Grupo YYYZ (imaginen una cadena de hoteles famosísima), buscan un abogado urgente para recuperación de una cartera y pregunta si le interesa.
Palabra que genera confianza “Hoteles YYYZ”, he aquí la importancia de una marca reconocida, de inmediato se genera confianza y obviamente sería una excelente oportunidad para el abogado contar entre sus clientes a esta cadena, el abogado responde que le interesa e informa una cuenta de correo a la cual pueden enviarle los documentos para determinar de qué se trata y presentar una propuesta de contrato de prestación de servicios.
Recibe 4 fotos de algo que aparenta ser un contrato de mutuo entre “Hoteles YYYZ” y “Aseguradora Gatuna S.A” no es un documento escaneado pero a grandes rasgos aparecen allí unos nombres y unas firmas con un sello de una notaría, y una suma a cobrar cercana a los 2 millones de dólares en pesos colombianos, el documento incluye una cláusula de honorarios por el 10% del capital en caso de que sea necesario un cobro pre jurídico o jurídico para obtener el pago.
Es un capital inmenso pero no tanto si se piensa en las supuestas compañías involucradas y una excelente oportunidad para contar con un nuevo cliente excepcional, mal que vaya si no se logra el pago a nivel pre jurídico, lo cual es prácticamente imposible seguramente, se supone que existen activos suficientes para iniciar un proceso ejecutivo.
Insisten nuevamente por el chat, preguntan al abogado si leyó el documento y si le interesa, responde si y a continuación le informan que ese Presidente Ejecutivo 4 y accionista de hoteles yyz lo llamará para ultimar detalles. El abogado recibe a continuación una llamada de un número privado y un hombre que habla español pero con un acento no colombiano, más bien diría como alguien que usa el español como segundo idioma, se presenta como aquel Presidente ejecutivo, un actor fenomenal, muy convincente, con una seguridad arrolladora gracias a la pedantería con la que se dirige al abogado para responderle sus preguntas.
Aún incrédulo, el abogado decide proseguir, y se le informa que se requiere enviar el documento de cobro pre jurídico en papelería del bufete y con su firma antes de las 4 p.m al correo electrónico que supuestamente pertenece al deudor, recibe una tarjeta de presentación de este Presidente ejecutivo, su cédula escaneada, un registro Delaware (documento público de los Estados Unidos) que, supuestamente, lo acredita como Presidente y accionista y un certificado de un banco en los Estado Unidos con dos números de cuentas a su nombre. Al abogado se le remite además un escrito pre impreso en el que se le informa que una vez firmado el contrato, al día siguiente se le pagará como anticipo el 5% del adeudado, es decir aproximadamente el equivalente a 90.000 dólares. ¡Increíble! ¿no? Hay abogados con suerte indudablemente.
El abogado por diversos problemas técnicos solo logra enviar el cobro por correo electrónico sin documento firmado, minutos más tarde recibe respuesta del correo del deudor en el que se le informa que la compañía ha recibido su recobro y lo está estudiando, cerca de una hora después, boom!! Recibe una orden de pago desde el correo anterior, con documentos que incluyen los logos de la Aseguradora gatuna s.a, unos formatos adicionales a llenar con los datos correspondientes a las cuentas bancarias de hoteles YYZ y del abogado para el pago de sus honorarios, la orden de pago señala la obligación para el abogado de presentarse al día siguiente en cierta dirección en una zona lujosa de su ciudad con el contrato original, paz y salvos firmados y los formatos de cuentas para pago.
Se le informa al abogado, siempre a través de chat de whatsapp otra dirección a la cual debe presentarse antes para recibir los documentos originales y demás autenticados y se le remiten los datos de otra persona que debe agregar porque es la única que puede “ayudar” a autenticar los documentos y dejar ingresar al abogado a dicha dirección. Aprovechando la efervescencia de las buenas nuevas, a saber la orden de pago por el equivalente a 2 millones de dólares colombianos y los honorarios cercanos a un equivalente en pesos colombianos de 120.000 dólares, el cliente pregunta al abogado su cuenta para autorizar la transferencia de hoteles YYZ a su nombre por el otro 5% adicional propuesto.
Vaya, este ha sido el mejor día de trabajo de este abogado, ahora le remiten por correo, un documento de un banco en los Estados Unidos que contiene, supuestamente, la transferencia de ese 5% y luego otro correo de hoteles YYZ confirmando igual información.
El abogado se llena de dudas, ¿Cómo es posible que una persona jurídica le pague un anticipo de honorarios si ni siquiera alcanzaron a firmar y autenticar poder? ¿Cómo es posible que sin cuenta de cobro previa y sin documentos tributarios este pago? ¿Cómo es posible que no le pregunten coordenadas internacionales de su banco?
Ahora el interlocutor de whatsapp deja de ser amable y le informa al abogado que cancela todo y le debe restituir todo su dinero, ahora el abogado se pregunta qué han hecho con su cuenta bancaria? El abogado bloquea dichos números y ahora si con la cabeza fría que le faltó durante todo el día, comienza a indagar quienes son estas personas, y a descartar si le han utilizado para un lavado de dinero? llama a uno de los hoteles YYZ son cerca de las 7 p.m y comenta lo sucedido, el recepcionista del hotel informa que se trata de un fraude que vienen cometiendo de tiempo atrás y que muchos abogados han llamado a informar lo mismo, todo es falso! Esos correos electrónicos usan los nombres de las compañías pero agregan otras palabras, son cuentas falsas, el abogado confirma con su banco y efectivamente no se ha hecho ninguna transferencia, por fortuna se descarta el uso indebido de su cuenta, aunque podría ser cierta y tardarse varios días por ser una supuesta transferencia internacional. Deberá presentarse al banco a indagar y sobre todo bloquear cualquier transferencia automática a su cuenta, deberá instaurar denuncia y en tiempos de confinamiento y pandemia, esto resulta más difícil que para los delincuentes cometer delitos.
Esto no es un cuento chino estimados colegas, este tipo de situaciones se están presentando con alarmante regularidad hoy en toda Colombia, el propósito de esta columna es informar al mayor número posible de abogados acerca de las modalidades de fraude contra el gremio para evitar que otros colegas resulten afectados. No acepten propuestas de trabajo a través de whatsapp, no reciban llamadas de números privados, verifiquen la autenticidad de las cuentas de correo desde las cuáles les escriben, llamen a los teléfonos fijos de las supuestas empresas que les ofrecen empleo, retiren sus celulares de las redes sociales y cuando una propuesta de trabajo suene demasiado buena para ser real, seguramente no lo es, tomen precauciones y denuncien inmediatamente, el secreto profesional solo aplica frente a clientes verdaderos y no frente a impostores, por lo tanto no se dejen intimidar por una supuesta queja disciplinaria, el deber de confidencialidad no aplica frente a clientes ficticios que solo son delincuentes que buscan apoderarse de sus datos personales y obtener provecho ilícito de cualquier manera.
Por: Abogada Beatriz Suárez
En la mañana de un día soleado, un abogado recibe a través de whatsapp de un número que no conoce, un mensaje de alguien que se identifica como la Asistente del Presidente Ejecutivo 4 del Grupo YYYZ (imaginen una cadena de hoteles famosísima), buscan un abogado urgente para recuperación de una cartera y pregunta si le interesa.
Palabra que genera confianza “Hoteles YYYZ”, he aquí la importancia de una marca reconocida, de inmediato se genera confianza y obviamente sería una excelente oportunidad para el abogado contar entre sus clientes a esta cadena, el abogado responde que le interesa e informa una cuenta de correo a la cual pueden enviarle los documentos para determinar de qué se trata y presentar una propuesta de contrato de prestación de servicios.
Recibe 4 fotos de algo que aparenta ser un contrato de mutuo entre “Hoteles YYYZ” y “Aseguradora Gatuna S.A” no es un documento escaneado pero a grandes rasgos aparecen allí unos nombres y unas firmas con un sello de una notaría, y una suma a cobrar cercana a los 2 millones de dólares en pesos colombianos, el documento incluye una cláusula de honorarios por el 10% del capital en caso de que sea necesario un cobro pre jurídico o jurídico para obtener el pago.
Es un capital inmenso pero no tanto si se piensa en las supuestas compañías involucradas y una excelente oportunidad para contar con un nuevo cliente excepcional, mal que vaya si no se logra el pago a nivel pre jurídico, lo cual es prácticamente imposible seguramente, se supone que existen activos suficientes para iniciar un proceso ejecutivo.
Insisten nuevamente por el chat, preguntan al abogado si leyó el documento y si le interesa, responde si y a continuación le informan que ese Presidente Ejecutivo 4 y accionista de hoteles yyz lo llamará para ultimar detalles. El abogado recibe a continuación una llamada de un número privado y un hombre que habla español pero con un acento no colombiano, más bien diría como alguien que usa el español como segundo idioma, se presenta como aquel Presidente ejecutivo, un actor fenomenal, muy convincente, con una seguridad arrolladora gracias a la pedantería con la que se dirige al abogado para responderle sus preguntas.
Aún incrédulo, el abogado decide proseguir, y se le informa que se requiere enviar el documento de cobro pre jurídico en papelería del bufete y con su firma antes de las 4 p.m al correo electrónico que supuestamente pertenece al deudor, recibe una tarjeta de presentación de este Presidente ejecutivo, su cédula escaneada, un registro Delaware (documento público de los Estados Unidos) que, supuestamente, lo acredita como Presidente y accionista y un certificado de un banco en los Estado Unidos con dos números de cuentas a su nombre. Al abogado se le remite además un escrito pre impreso en el que se le informa que una vez firmado el contrato, al día siguiente se le pagará como anticipo el 5% del adeudado, es decir aproximadamente el equivalente a 90.000 dólares. ¡Increíble! ¿no? Hay abogados con suerte indudablemente.
El abogado por diversos problemas técnicos solo logra enviar el cobro por correo electrónico sin documento firmado, minutos más tarde recibe respuesta del correo del deudor en el que se le informa que la compañía ha recibido su recobro y lo está estudiando, cerca de una hora después, boom!! Recibe una orden de pago desde el correo anterior, con documentos que incluyen los logos de la Aseguradora gatuna s.a, unos formatos adicionales a llenar con los datos correspondientes a las cuentas bancarias de hoteles YYZ y del abogado para el pago de sus honorarios, la orden de pago señala la obligación para el abogado de presentarse al día siguiente en cierta dirección en una zona lujosa de su ciudad con el contrato original, paz y salvos firmados y los formatos de cuentas para pago.
Se le informa al abogado, siempre a través de chat de whatsapp otra dirección a la cual debe presentarse antes para recibir los documentos originales y demás autenticados y se le remiten los datos de otra persona que debe agregar porque es la única que puede “ayudar” a autenticar los documentos y dejar ingresar al abogado a dicha dirección. Aprovechando la efervescencia de las buenas nuevas, a saber la orden de pago por el equivalente a 2 millones de dólares colombianos y los honorarios cercanos a un equivalente en pesos colombianos de 120.000 dólares, el cliente pregunta al abogado su cuenta para autorizar la transferencia de hoteles YYZ a su nombre por el otro 5% adicional propuesto.
Vaya, este ha sido el mejor día de trabajo de este abogado, ahora le remiten por correo, un documento de un banco en los Estados Unidos que contiene, supuestamente, la transferencia de ese 5% y luego otro correo de hoteles YYZ confirmando igual información.
El abogado se llena de dudas, ¿Cómo es posible que una persona jurídica le pague un anticipo de honorarios si ni siquiera alcanzaron a firmar y autenticar poder? ¿Cómo es posible que sin cuenta de cobro previa y sin documentos tributarios este pago? ¿Cómo es posible que no le pregunten coordenadas internacionales de su banco?
Ahora el interlocutor de whatsapp deja de ser amable y le informa al abogado que cancela todo y le debe restituir todo su dinero, ahora el abogado se pregunta qué han hecho con su cuenta bancaria? El abogado bloquea dichos números y ahora si con la cabeza fría que le faltó durante todo el día, comienza a indagar quienes son estas personas, y a descartar si le han utilizado para un lavado de dinero? llama a uno de los hoteles YYZ son cerca de las 7 p.m y comenta lo sucedido, el recepcionista del hotel informa que se trata de un fraude que vienen cometiendo de tiempo atrás y que muchos abogados han llamado a informar lo mismo, todo es falso! Esos correos electrónicos usan los nombres de las compañías pero agregan otras palabras, son cuentas falsas, el abogado confirma con su banco y efectivamente no se ha hecho ninguna transferencia, por fortuna se descarta el uso indebido de su cuenta, aunque podría ser cierta y tardarse varios días por ser una supuesta transferencia internacional. Deberá presentarse al banco a indagar y sobre todo bloquear cualquier transferencia automática a su cuenta, deberá instaurar denuncia y en tiempos de confinamiento y pandemia, esto resulta más difícil que para los delincuentes cometer delitos.
Esto no es un cuento chino estimados colegas, este tipo de situaciones se están presentando con alarmante regularidad hoy en toda Colombia, el propósito de esta columna es informar al mayor número posible de abogados acerca de las modalidades de fraude contra el gremio para evitar que otros colegas resulten afectados. No acepten propuestas de trabajo a través de whatsapp, no reciban llamadas de números privados, verifiquen la autenticidad de las cuentas de correo desde las cuáles les escriben, llamen a los teléfonos fijos de las supuestas empresas que les ofrecen empleo, retiren sus celulares de las redes sociales y cuando una propuesta de trabajo suene demasiado buena para ser real, seguramente no lo es, tomen precauciones y denuncien inmediatamente, el secreto profesional solo aplica frente a clientes verdaderos y no frente a impostores, por lo tanto no se dejen intimidar por una supuesta queja disciplinaria, el deber de confidencialidad no aplica frente a clientes ficticios que solo son delincuentes que buscan apoderarse de sus datos personales y obtener provecho ilícito de cualquier manera.