¿Por qué se requiere una política migratoria en Colombia?
Por: Abogada Beatriz Suárez
Durante muchos años Colombia fue un país expulsor de población; el conflicto interno desencadenó durante los años 80’s y 90’s principalmente, el desplazamiento forzado interno de miles de colombianos y la migración hacia otros países de la región y no solo.
Desde el 2000, gracias al crecimiento de la inversión extranjera en Colombia, la disminución de los índices de violencia y unas tasas de crecimiento superiores incluso a las de muchos países europeos afectados por la crisis financiera del 2007, comienza a evidenciarse un proceso de migración inversa y Colombia se erige en un país receptor de migrantes.
La política migratoria de los Estados Unidos frente a la inmigración Cubana denominada «pies secos, pies mojados» (en inglés, «wet feet, dry feet policy») consecuencia de la revisión de 1995 de la Ley de Ajuste Cubano pies descalsos”, generó una importante afluencia de migrantes cubanos que atravesaban la frontera de Colombia con Panamá con el fin de ingresar a los Estados Unidos de manera irregular. La migración irregular va de la mano de innumerables violaciones de derechos humanos y de delitos asociados con el tráfico de migrantes, por esta razón, esta política estadounidense debió abolirse por el Presidente Obama en 2017 y si bien es cierto que el flujo migratorio cubano a través de la frontera Colombo-panameña hacia los Estados Unidos disminuyó, no puede afirmarse que haya desaparecido.
Posteriormente, la crisis del modelo Castro-Chavista en la República Bolivariana de Venezuela aunado a la caída en los precios del petróleo y una capacidad impresionante del Régimen de Nicolás Maduro de destruir la economía venezolana, ha generado en los últimos 6 años el éxodo de más de 5’000.000 de venezolanos a lo largo de la región.
Colombia con más de 2.000.000 de migrantes venezolanos domiciliados en el país y otro número significativo de migrantes de otras nacionalidades, es el país más afectado en la región por este fenómeno y pese a su gravedad y velocidad, el gobierno del Presidente Juan Manuel Santos y su Ministra de Relaciones Exteriores María Ángela Holguín, poco o nada hicieron para preparar al Estado colombiano frente a la crisis que se avizoraba, no se planeó una Política Migratoria que le permitiera a Colombia prepararse para enfrentar la oleada de migrantes venezolanos que continuarían llegando en busca de atención en salud, empleo, alimentación, vivienda y educación por mencionar solo las necesidades más apremiantes, no visibilizó la magnitud de la crisis migratoria para recibir ayuda internacional y se limitó a prorrogar Permisos Especiales de Permanencia.
¿Por qué se requiere implementar cuanto antes una Política Migratoria en Colombia? Porque la magnitud del fenómeno migratorio venezolano, solo atemperado por la pandemia covid19, desata las alarmas frente a las consecuencias de la permanencia del Régimen de Maduro para toda la región. Hasta ahora la crisis migratoria se ha enfrentado como quién se enfrenta a una inundación repentina y quizás esporádica, un mero accidente, pero luego de 4 años de aceleración del fenómeno, es innegable que la inundación será permanente salvo que los afectados decidan cerrar la llave que permite las inundaciones y el cierre de la llave va de la mano del derrocamiento de Maduro y de una Política Migratoria por parte del Estado colombiano que defina las reglas de la migración en Colombia.
En este escenario, cursa su tránsito legislativo en el Congreso de la República, el Proyecto de Ley 001 de 2019 Senado “Por medio de la cual se establece la política integral migratoria del estado colombiano” este Proyecto es una iniciativa del Gobierno del Presidente Iván Duque y cuenta como Co Autores a varios distinguidos Senadores integrantes de la Comisión Segunda de Relaciones Exteriores que de tiempo atrás vienen trabajando el tema migratorio, en especial en lo atinente a la atención de nuestros connacionales en el exterior.
El Proyecto tiene un enfoque de derechos más que un enfoque de seguridad nacional y resulta trascendental porque es la primera vez en la historia del país que tendremos una Política Migratoria. Este proyecto es un trabajo conjunto del Gobierno del Presidente Iván Duque a través del Ministerio de Relaciones Exteriores y destacados Senadores como el antioqueño Juan Diego Gómez Jiménez del Partido Conservador y otros Miembros de la Comisión Segunda del Senado de Relaciones Exteriores como el Senador Lidio García del Partido Liberal y las Senadoras Emma Claudia Castellanos del Partido de la U y Ana Paola Agudelo del Partido MIRA.
La Política Migratoria establecerá el norte de las decisiones a adoptar en el inmediato, mediano y largo plazo frente a los migrantes extranjeros en Colombia, los colombianos en el exterior y los colombianos que han retornado al país.
Esta Política debería contribuir a la terminación de la improvisación y desorganización existentes en torno al fenómeno migratorio en Colombia, de lo cual es evidencia el amplio número de migrantes que piden limosna en las calles de todos los municipios del país, que no cuentan con empleo y cuya cobertura en salud es asumida por el Sistema subsidiado de salud o que viven bajo condiciones indignas en carpas y cambuches no autorizados por las autoridades.
La Política Migratoria, si se desarrolla correctamente por todas las instituciones implicadas, debe permitir el establecimiento de los déficits del mercado laboral que no puede suplir la mano de obra colombiana y que pueden ser asumidos por trabajadores migrantes debidamente autorizados para ello, así como los topes de visas de trabajo anuales que podrán concederse, la necesidad de afiliación de todo trabajador migrante y nacional al Sistema de Seguridad Social. Igualmente, la implementación y reglamentación de esta ley una vez sea aprobada, debería establecer la obligatoriedad de abandonar el territorio nacional si no se cuenta con un empleo formal acreditado dentro de un lapso no superior a los 90 días posteriores a la llegada al territorio nacional, así mismo, es innegable que debería entenderse finalmente la necesidad de establecer la obligatoriedad de la visa colombiana para los venezolanos.
La xenofobia no surge como rechazo al extranjero, la xenofobia surge cuando los nacionales colombianos de escasos recursos estrados 1 y 2 sienten que sus derechos al empleo, a la salud, a la educación y a la vivienda digna entre otros, se ven desconocidos por la prelación que las instituciones conceden a los extranjeros en el país argumentando que se encuentran en mayor vulnerabilidad que nuestros propios habitantes. Así que para prevenir los brotes de xenofobia, el Estado debe organizarse y sus instituciones deben establecer unos límites infranqueables a observar en materia de migración.
Por todo lo anterior, se augura que el Proyecto de Ley 001 de 2019 Senado sea aprobado en la próxima legislatura tanto en la Plenaria del Senado como en la Cámara de Representantes, de manera tal que la organización, planeación y ejecución atenta de las decisiones en materia migratoria, obedezcan primero al interés de Colombia y los colombianos.